Triunfos de la Presidencia Trump
Es indudable que el 45º presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, ha marcado un antes y un después en la historia política de esta nación. Un cambio trascendente que perdurará en el tiempo y que todavía no ha acabado. Quienes desean dar por terminado el legado de Trump, se equivocan profundamente. El movimiento conservador MAGA está más vivo que nunca y prevalecerá.
Como patriotas americanos, deseamos que el proceso electoral sea justo y funcione en el futuro, de manera que podamos evitar otro fraude como el cometido por Biden, Harris y los demócratas que les rodean.
Antes de avanzar hacia ese futuro, es justo revisar algunos de los enormes logros conseguidos por Trump en estos cuatro años pasados, de 2016 a 2020. La lista completa incluye 603 promesas cumplidas y triunfos importantes, pero destacaré sólo algunos de éstos. Más que cualquier otro presidente de las tres últimas décadas, Trump luchó y trabajó duro cada día por los trabajadores estadounidenses de la clase media. Si bien, los medios han silenciado sus políticas de éxito, en su afán manipulador y a pesar de los epítetos que lanzaron sus detractores de extrema izquierda en el Partido Demócrata y el establishment, sus políticas ayudaron, sobre todo, a los estadounidenses de bajos ingresos, de minorías y a la clase media, a la que ha fortalecido en gran medida.
Con el legado de Trump sucederá lo mismo que con el de Ronald Reagan, cuyo prestigio y logros, se reconocieron más por los medios e historiadores una vez transcurrieron los años.
Para aquellos lo suficientemente mayores para recordar aquellos maravillosos años de los ochenta, Reagan también fue llamado con todos los nombres viles en el manual del progre sectarista, desde «senil» hasta «fascista» y todas las demás sandeces que ya conocemos de memoria y a las que siempre recurren. Todo ello, tonterías de la izquierda en pleno ataque de rabia y veneno ideológico. Sin embargo, hoy, en retrospectiva y objetivamente, su presidencia brilla como un faro en la historia de nuestra nación. Lo mismo que va a suceder con la herencia que deja Trump en esta primera presidencia.
Dada la naturaleza desquiciada de la mayoría de las críticas dirigidas a la presidencia de Trump por parte de la izquierda, los medios, los republicanos «Never Trump», y Republicanos Sólo de Nombre (RINOs), el desempeño de Trump en sólo cuatro años fue realmente sobresaliente. Promulgó cientos de políticas exitosas de las que hablaron otros presidentes, pero que nunca lograron llevar a cabo. Trump sí que lo hizo, como el traslado de la embajada americana a Jerusalén, terminar las guerras extranjeras o acabar con el chorro de dinero público para chiringuitos internacionales, como la ONU, la OMS, la UNESCO, etc.
Aquí tenemos resumidos algunos de esos triunfos que deberían permanecer y sería de idiotas radicales revertir o revocar. Lo sé, Biden y sus adláteres reúnen estas características…
Triunfos de Trump:
1. Reducción de impuestos a individuos y empresas. Como dijo Bill Clinton en su mejor momento, antes de que las becarias pizpiretas lo pusieran en aprietos: «Es la economía, estúpido». Más que nada, los recortes de impuestos de 1.9 billones de dólares que impulsó el crecimiento de la economía de Trump y la duplicación del crédito tributario por hijos llevaron al impulso del PIB de nuestra economía, así como descendieron las tasas de desempleo a niveles históricos para los afroamericanos, los asiáticoamericanos, los hispanos y las mujeres. Las tasas de pobreza se desplomaron a un mínimo histórico en 2019, antes de que golpeara el virus chino. El 20% de los ingresos menores registró un aumento de más del 16%, el mayor producido para aquellas personas en los peldaños más bajos de la escala económica. O sea, los más desfavorecidos se vieron beneficiados por las políticas de Trump. No eran las palabras bonitas de Obama y sus mentiras, sino que eran las realidades de Trump y su maravillosa varita mágica.
2. Los magnates (no confundir con mangantes… ejem ejem…) de Wall Street y Silicon Valley salieron bien parados mientras las acciones se disparaban hacia arriba. Pero aún más importante, también lo hicieron todos los estadounidenses, especialmente los de clase media. Más de la mitad de todos los estadounidenses ahora poseen acciones y han visto aumentar su riqueza personal, un hecho que se olvida por aquellos que maldicen el mercado de valores y los «recortes de impuestos para los ricos». Por cierto, las personas con mayores ingresos fueron el único grupo que pagó más al Tío Sam bajo los recortes de impuestos de Trump. Y la desigualdad de ingresos bajo Trump cayó, después de aumentar durante los ocho años de Obama en el cargo.
3. La paz forjada en el Medio Oriente. Los grandes medios de comunicación han intentado fingir que los acuerdos de paz poco ortodoxos pero asombrosamente exitosos de Trump no existen. ¡Qué idiotas! No es casualidad que Trump ya haya sido nominado, dos veces, al Premio Nobel de la Paz. Él se lo merece más que nadie. Es el primer presidente en décadas que no inicia una guerra. En 2020, gracias a los esfuerzos de Trump en el marco de los «Acuerdos de Abraham», Israel ha normalizado las relaciones diplomáticas con cuatro miembros de la Liga Árabe: Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos, Sudán y Marruecos. Jordania y Egipto ya tienen vínculos. El gran patrocinador del terrorismo internacional, Irán, nunca ha estado más aislado y a la defensiva que ahora, gracias a la retirada de Trump del falso y horroroso «acuerdo nuclear» del presidente Barack Obama con los mulás de Teherán. Gracias también a Trump el grupo terrorista ISIS está destrozado, al igual que su Califato de mierda, y ha sido expulsado de casi todos sus bastiones en Siria e Irak por los soldados estadounidenses que les han pateado el culo a base de bien. Fue Trump también quien autorizó eliminar al general iraní Qasem Soleimani, el cerebro del terrorismo iraní y responsable de cientos de muertes de estadounidenses. Ahí queda eso para la posteridad.
4. Trump creó e impulsó la Operación Warp Speed para desarrollar la vacuna contra el coronavirus en tiempo récord. El virus chino golpeó a Estados Unidos y al mundo debido a que el régimen comunista de China restó importancia al brote del virus mortal, de hecho, lo ocultaron a sabiendas, lo que llevó a su rápida e incontrolable propagación. Trump fue ridiculizado y reprendido por atreverse a pensar que podría impulsar la creación de una vacuna nueva y efectiva dentro de los meses restantes de su mandato. Sin embargo, como señaló Bloomberg el pasado miércoles, “Las vacunas en los EE. UU. comenzaron el 14 de diciembre con los trabajadores de la salud, y hasta ahora se han administrado más de 16,3 millones de vacunas, según un recuento estado por estado… En la última semana, un promedio se administraron 806,716 dosis por día”. Los críticos de Trump estaban completamente equivocados en esto, como en todo, y el impulso de Trump bien podría terminar salvando cientos de miles de vidas en los próximos años. De nada, muchachos. Cortesía de la Administración Trump.
5. Trump desreguló la economía de la nación y la hizo flexible, dinámica, hasta sexy, si me apuran; una economía floreciente y la envidia cochina del mundo. Trump prometió recortar dos regulaciones por cada nueva propuesta. Superó incluso esa estimación, recortando ocho regulaciones por cada una que se añadió. Si cree que eso no importa, considere lo siguiente: las regulaciones actualmente le cuestan a la economía casi $ 2 billones al año, o alrededor de $ 14,000 al año por cada hogar en los EE. UU. La eliminación de las regulaciones de Trump le ahorró al hogar estadounidense promedio un promedio de $ 3.100 al año. Pues nada, ahí tienen otro triunfo que los medios progres idiotizados se empeñan en ocultar a la población. ¡No son más tontos porque no entrenan!
6. Trump se deshizo del «mandato individual» de Obamacare. Con mucho, el elemento más odiado del primer paso de Obama hacia la medicina socializada fue su requisito de que todos los estadounidenses debían comprar un seguro médico. Por primera vez en la historia, el gobierno de Estados Unidos obligó a sus ciudadanos a comprar algo, lo quisieran o no. O sea, por cojones. Esta parte del proyecto de ley de 2010 era claramente inconstitucional, según un fallo del tribunal de apelaciones de finales de 2019. Los estadounidenses están, por ahora, gracias a Trump, a salvo de verse obligados a comprar pólizas de seguro que no quieren. Al menos, eso es hasta que la Administración demócrata comience a impulsar Medicare para todos, o algún otro esquema de atención médica nacionalizado y socializado.
7. Trump impulsó el control del Tribunal Supremo con sus nombramientos de sólidos conservadores. Al nombrar a tres nuevos jueces, Trump aseguró a los estadounidenses que los días de fallos del tribunal basados en la política y la ideología, no en la Constitución, han terminado. Al menos en el futuro a corto y medio, plazo. Los tres candidatos de Trump, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, son todos constitucionalistas fuertes que tienen una excelente reputación por la imparcialidad y la toma de decisiones legales apolíticas. “Un juez debe aplicar la ley tal como está escrita. Los jueces no son legisladores”, dijo Barrett durante sus audiencias de nominación en el Senado, una descripción adecuada para todas las opciones de Trump. Eso incluye a los más de 230 jueces que nombró para los tribunales federales y de apelaciones. La huella judicial de Trump pervivirá durante décadas y los demócratas no la pueden borrar.
8. Trump obligó a la NATO (OTAN) a adoptar reformas. El presidente presionó a sus miembros para que cumplieran con sus compromisos de gastar al menos el 2% de su PIB en defensa, que es parte de un acuerdo de 2014 que se produjo después de años de que los países de la OTAN eludieran su deber de ejercer su propio peso en la alianza militar. En el primer año de Trump en el cargo, sólo cuatro de los 30 miembros de la OTAN alcanzaron el mínimo del 2%. Hoy, lo hacen 10, y otros aumentarán el gasto en $ 400.000 mil millones para 2024. Al exigir a la OTAN que cumpliera sus promesas, Trump salvó la principal alianza militar de Occidente y evitó que el país gastara recursos que son necesarios en Estados Unidos.
9. Trump logró la independencia energética de Estados Unidos. Es un triunfo histórico y decisivo. Al fomentar el fracking y aprobar el oleoducto Keystone XL, Trump desencadenó un auge energético sin precedentes. El presidente hizo algo que nadie creía posible hace sólo cuatro años: que la energía de los Estados Unidos fuera independiente por primera vez en 70 años, lo que significa que ya no seremos rehenes de los inestables países petroleros y de los caprichos de los suministradores de energía extranjeros. La fracturación hidráulica permitió a EE. UU. aumentar su producción de gas natural, y muchas de las principales empresas de servicios públicos ahora utilizan la fuente de energía limpia y barata en lugar del carbón y otras fuentes importantes de emisiones de dióxido de carbono. El resultado: Estados Unidos es uno de los únicos países importantes cuyas emisiones de CO2 están cayendo, con una producción ahora en los niveles más bajos desde 1985. ¡Toma política mediomabiental inteligente!
10. Trump reformó el proceso de inmigración y construyó el muro fronterizo. A pesar de ser llamado sin motivo «racista», «fascista» y «antiinmigrante», Trump, que no es nada de eso, ha construido más de 450 millas de muro para restablecer el control de las fronteras de nuestra nación contra los que ingresan ilegalmente en el país, incluidos pandilleros, contrabandistas y traficantes de drogas. Como señaló recientemente el periodista Deroy Murdock, «las detenciones y encuentros federales en la frontera entre Estados Unidos y México se han desplomado de 977.509 en el año fiscal 2019 a 458.088 en el año fiscal 2020, a un 53,1% menos». Según el propio presidente mexicano, López Obrador, el muro de Trump ha ayudado a México. Pues eso, que ahí queda otra perla de este presidente.
11. Trump se retiró del Acuerdo Climático de París. Estados Unidos es el único país importante que realmente está a la altura de los abruptos recortes en las emisiones de CO2 de los Acuerdos Climáticos de París. Pero el acuerdo sigue siendo malo, lo sabe cualquier experto independiente, ya que compromete a Estados Unidos y a otras naciones industriales importantes a reducir sus economías a largo plazo para cumplir con los límites arbitrarios de CO2 en el futuro. Mientras tanto, países de rápido crecimiento como China e India tienen pocos requisitos vinculantes sobre sus emisiones. El resultado: esos dos países, con más de un tercio de la población mundial, continúan arrojando CO2 a puñados y sin control. Este año, el uso de carbón en China superó los niveles de 2015, «socavando las promesas climáticas», según un informe de noticias publicado esta semana. La intención de Biden de volver a unirse al acuerdo de París sólo reforzará a China y paralizará a Estados Unidos en el futuro. Es una política de dejar el último a Estados Unidos basada en el clima. Una idiotez suprema que sólo cabe en las cabezas de los anormales, ignorantes, buenistas, copos de nieve y otras especies progres de la fauna actual.
12. Trump dejó la presidencia con elegancia aun habiendo ganado las elecciones que los demócratas amañaron y en las que cometieron un fraude electoral probado y demostrado en los estados en disputa: Pennsylvania, Arizona, Georgia, Michigan, Wisconsin y Nevada. El presidente ganó e hizo todo lo posible por evitar que el golpe fraudulento de los demócratas, China, los medios de comunicación, la prensa, las empresas tecnológicas, otras grandes corporaciones, y el establishment político, no lograran colocar a Biden como presidente fraudulento, su marioneta a todos los efectos. Traicionado por elementos del establishment republicano, la elección contingente no salió adelante en el Congreso. Trump tenía sobre la mesa un plan para forzar la Ley de Insurrección y activar el poder militar. Decidió no utilizar esa carta para no romper la tradición civil del país y evitar una más que probable guerra civil activada por elementos radicales de la izquierda demócrata. Ha sido el último triunfo que ha brindado Trump a la democracia americana y a la Constitución. Tal vez parezca una derrota, pero les aseguro que para el país y para él mismo no lo es. Es una carta ganadora que concede al movimiento MAGA conservador todo el futuro por delante y la legitimidad de volver a la Casa Blanca por la puerta grande.
Podría agregar muchos más triunfos a esta lista, hasta los 603 que hay recopilados y verificados. Pero estos fueron algunos de los avances más excepcionales que mostraron cuán productivo, combativo e imaginativo ha sido Trump en la remodelación de la vida estadounidense como presidente.
Puedo concluir y concluyo que Donald Trump no sólo ha superado muchas de nuestras expectativas más razonables, y las menos también, sino que además ha gobernado de una manera más consistente con los principios y valores conservadores que cualquier otro presidente desde Ronald Reagan, e incluso desde Calvin Coolidge. Y esto es así, le pese a quien le pese y le pique lo que le pique. Es por ello que los verdaderos conservadores lo valoramos y apoyamos sin fisuras.
Sólo nos queda ver si el presidente legítimo Trump resurge como una fuerza política decisiva en el Partido Republicano o en otro partido que pueda crear (el Patriot Party o similar). De lo que no hay duda ninguna es que este primer mandato presidencial ha sido uno de los más efectivos y trascendentes de la historia. Algo que provoca ataques de histerismo y fanatismo en la izquierda progre que trata de borrar este legado y que no podrá.
Trump ha sido y sigue siendo el muro contra el socialismo devastador y el gran referente del movimiento conservador actual.