Best sellers clásicos
En el mundo editorial es frecuente que se publiquen autores y novelas clásicas, de los que se hacen reediciones más o menos buenas, según la editorial que afronte el proyecto. Es bueno recuperar esas joyas de la literatura en ediciones de calidad. Sin embargo son pocas las que afrontan la edición de best sellers clásicos con una edición cuidada y apostando por la perdurabilidad de esos libros.
Es una asignatura pendiente para el sector porque hay buenos best sellers, títulos que en su día fueron récords de ventas y que tienen calidad y contenido suficientes para volver al mercado en nuevas y mejoradas ediciones. Algunas editoriales independientes están recuperando best sellers clásicos de calidad, apartándose de esa moda de sacar libros que se apuntan a la última tendencia (erótico/porno, novela negra…) que son olvidados de un año a otro y que cada temporada, salvo contadísimas excepciones, son peores en todos los sentidos (literario, entretenimiento, etc).
Recuperar buenos libros, buenos best sellers, podría ser una de las tendencias literarias más afortunadas. Libros como los que publica Valdemar en su colección “Frontera” (El árbol del ahorcado y otros relatos de la frontera; El trampero, Hondo, Un tronar de tambores…); la editorial Impedimenta: Sapphira y la joven esclava; Libros del Asteroide: Una temporada para silbar; Verano en English Creek; Gallo Nero: La última película, Hud, el salvaje; Sniper Books: Lobo Gris; Quaterni: El pirata, Los insaciables, Stiletto, 79 Park Avenue…; Alianza editorial: Historia de dos ciudades…Y algunas otras.
Curiosamente las grandes editoriales dejan escapar esta oportunidad de hacer buenas ediciones de best sellers de calidad para seguir apostando por libros de personajes cada vez más mediáticos o de temas de moda. Las mentes directivas de estas grandes editoriales parecen ciegas y sordas ante la necesidad de recuperar clásicos modernos y autores imprescindibles que han escrito buenos best sellers, pero que requieren de una edición más moderna y de calidad. Un ejemplo reciente ha sido la reedición de “El Resplandor” de Stephen King, sólo posible gracias a la aparición de su continuación, “Doctor Sueño”. Es una lástima que editoriales grandes, con muchos recursos a su alcance, no aprovechen para hacer ediciones de calidad que perduren en el tiempo con títulos y autores que no pasan de moda y que siempre nos sorprenden por sus planteamientos argumentales, un buen estándar literario y su originalidad.
Son esos libros los que después los lectores recomendarán, atesorarán y, con el paso del tiempo, volverán a releer con placer. En estos tiempos de modas pasajeras cada vez más lights, superfluas e intrascendentes, sería una buena noticia recuperar buenos best sellers para lectores que disfrutan con un gran libro, un best seller, que no tiene por qué ser sinónimo de literatura de usar y tirar, sino que puede ser y en muchos casos lo es literatura de entretenimiento de alta calidad con un buen tratamiento literario y un argumento capaz de conectar con el lector inteligente que busca evasión o pasar un buen rato de ocio, pero también conocer algo mejor un tema concreto. Hay decenas de libros, de best sellers de calidad, que rompen con ese prejuicio tan frecuente y que encuentran a sus lectores cuando se les pone en el mercado de nuevo.
La idea de best sellers como vínculo con una literatura de entretenimiento de calidad también pasa por buenas ediciones y no un tratamiento superficial, lo cual empieza por una adecuada estética, que debe ser exquisita, con cubiertas originales y artísticas. No portadas insulsas que se olvidan y no significan nada. La portada perfecta para los best seller clásicos son un frente que estas editoriales independientes están afrontando con valentía, arriesgando y apostando por la creatividad.
El concepto de editar best sellers modernos significa valorar las obras y a sus autores como algo más que productos de consumo de moda, implica dotar de mayor calidad todo lo que rodea a ese best seller, en ocasiones títulos imprescindibles de la literatura o que definen perfectamente una época. Para ello el trabajo de editar una obra visualmente atractiva es importante. Un lector necesita un libro bien diseñado y escrito para que se plantee comprarlo.
Sin duda hay buenos best sellers llamados a convertirse en clásicos o que ya lo son desde hace tiempo, pero necesitan de una adecuada edición acorde con su calidad que los convierta en libros dignos de la mejor biblioteca.