Save America (Salvemos a los Estados Unidos de América)
La noticia política en lo que va de año se llama “Save America” (Salvemos los Estados Unidos de América), que es el nombre bajo el que Donald Trump celebra sus mítines electorales enfocados a las elecciones midterm de noviembre de este año.
Tal y como anuncié meses atrás, el presidente Trump está acelerando la celebración de mítines en los estados clave para lograr una mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes, y allí donde hay carreras disputadas para gobernador. Hasta ahora, ha visitado Ohio, Texas, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Michigan. El próximo será en Nebraska. En cada nuevo rally que celebra, Trump suena más como un candidato a la presidencia en 2024.
Hoy por hoy, no hay mejor termómetro del sentir de los ciudadanos y sus preocupaciones que los mítines de Trump, en los que se centra en los problemas y desafíos que tenemos por delante. La fraudulenta Administración Biden es el centro de sus críticas, y con toda la razón: “los estadounidenses nunca se habían sentido tan deprimidos ni tan abatidos antes de que Biden asumiera el poder. Lo que está pasando es absolutamente inaceptable”. «Las elecciones de 2020 fueron amañadas y todo el mundo lo sabe». “Biden y los socialistas le han hecho a nuestro país lo que nuestros peores enemigos sólo podrían soñar con hacer”. “Siempre apagan las cámaras cuando hablan de elecciones amañadas, no quieren hablar de eso”.
Las frases e ideas que expresa Trump en sus mítines están conectando con las opiniones de los ciudadanos al poner en voz alta lo que todos pensamos. No es sólo por las crisis que ha desatado Biden y su pésimo gobierno, el peor en más de 45 años, sino por la deriva destructiva en la que ha embarcado a la nación.
Es habitual que Trump aborde en sus mítines las preocupaciones más actuales de los votantes, como es el adoctrinamiento en escuelas, universidades y el ejército sobre la teoría crítica de la raza y la ideología socialista y transgénero. Unas sencillas frases suyas centran el debate de forma certera: «El pueblo estadounidense no se quedará de brazos cruzados y permitirá que nuestros hijos sean adoctrinados, segregados y mutilados por la izquierda lunática”. «¡Ya es suficiente, que dejen a nuestros hijos en paz!». «También protegeremos los derechos de los padres. No se debe permitir que ningún maestro enseñe la ideología transgénero a nuestros hijos sin el consentimiento de los padres».“Estamos hartos de que un partido nos diga que los hombres son mujeres, las mujeres son hombres y que se puede matar a los bebés después de nacer”. «¡Protegeremos a las mujeres en los deportes! ¡Y no permitiremos que los hombres entren en los deportes de mujeres!». “Un partido que no está dispuesto a admitir que los hombres y las mujeres son biológicamente diferentes desafiando toda la historia científica y humana es un partido que no debería estar ni cerca de las palancas del poder en los Estados Unidos”.
“La izquierda demócrata se ha vuelto tan extrema que ahora tenemos a una juez del Tribunal Supremo que testificó bajo juramento que no podía decir qué es una mujer ¿Cómo diablos se puede confiar en ella para decir qué es la Constitución?
También sobre temas que afectan a los ciudadanos: la inflación descontrolada y el elevado coste de la energía: «Biden y los demócratas del Congreso desencadenaron una inflación masiva. Le declararon la guerra a la energía estadounidense y la clase media ahora está siendo aplastada por los precios más altos de la gasolina y los alimentos en la historia de nuestro país».»Nuestros oponentes están paralizando deliberadamente a la nación más rica en energía del planeta”. «Tenemos oro líquido bajo nuestros propios pies y estamos tratando con Venezuela, muy lejos de la Administración Trump, cuando éramos energéticamente independientes por primera vez en la historia de nuestro país».
“Si Biden hablara en serio sobre ayudar a Ucrania y defender a Estados Unidos, lo primero que haría sería entrar en la sala de reuniones de la Casa Blanca y anunciar que regresa de inmediato y por completo a las políticas energéticas pro-estadounidenses del presidente Donald J. Trump».
Temas que afectan a la nación, como la disminución de la capacidad mental de Joe Biden, cada día más evidente para todos: «Los medios están corrigiendo todo lo que Biden dice y sus meteduras de pata y despistes». “Tenemos un presidente en el momento más importante de la historia que tiene problemas tanto físicos como mentales”. «Tristemente, tenemos un presidente en este momento que no tiene ni idea de qué diablos está pasando. Está estrechando la mano con el aire, camina algo desconcertado… ¡y recibe órdenes del Conejo de Pascua!»; la integridad electoral: “Si vamos a tener votos por correo, nunca tendremos elecciones honestas. ¡Los republicanos deben ser inteligentes!”.»Queremos elecciones de un día, queremos papeletas en papel y no votos falsos enviadas por correo».
Sobre las nuevas evidencias descubiertas en torno al fraude electoral de 2020: “Hicieron trampa a un nivel que la gente nunca había visto antes”. “Cada día hay más y más pruebas de que fue una elección corrupta, fue fraudulenta, cargada de irregularidades. En otras palabras, estuvo amañada”; “el nuevo informe de True the Vote que descubre millones de votos fraudulentos contabilizados para Biden en las elecciones de 2020”; la censura sobre las opiniones conservadoras en medios de comunicación y redes sociales; etc: “Es hora de proteger nuestra propia soberanía. Es hora de salvar a nuestra propia nación de las personas que intentan destruirla. Las personas que controlan a Biden, Pelosi y los demás”.
«Para recuperar verdaderamente nuestro país, debemos resolver uno de los problemas más importantes de todos: restaurar elecciones libres, justas y honestas».
Trump está movilizando el voto conservador, independiente y hasta de una parte de los demócratas moderados hacia los candidatos que defienden su agenda MAGA. De esta manera brindará a los republicanos una buena oportunidad para retomar el control del Congreso y convertir a Biden en un presidente cojo durante los dos últimos años de su actual mandato. Trump nos recuerda que: “Antes de que podamos derrotar a los socialistas y comunistas demócratas, que es exactamente contra lo que nos enfrentamos en las urnas este otoño, primero tenemos que derrotar a los vendidos de los RINOs y a los perdedores en las primarias de esta primavera”.
Con su habitual franqueza, Trump sintetiza lo que sucede: “Estamos viviendo el período más peligroso de nuestra vida. Y tenemos un presidente que no tiene idea de lo que está pasando. No tiene idea de lo que está haciendo, y no tiene idea de lo que está diciendo o dónde está. Aparte de eso, está haciendo un trabajo fantástico”. No puede tener más razón y es vox populi en la sociedad estadounidense que Biden no está en condiciones mentales ni físicas para liderar este país. Desde luego que ya sabíamos que era una marioneta de la Camarilla que lo puso en la Casa Blanca mediante un fraude electoral basado en el voto por correo en ausencia, entre otros sistemas utilizados, pero su deterioro cognitivo es tan rápido que pone en riesgo a toda la nación.
Trump vuelve a tener razón cuando declara que: “Los historiadores registrarán este período de la historia como un punto bajo catastrófico y una mancha en nuestra otrora gran reputación. Está manchada. Pero nos desharemos de esa mancha. Nuestro país nunca ha sido tratado con tanta falta de respeto y desprecio por parte de otros líderes mundiales”. O cuando declara sobre las pruebas cognitivas para presidentes: “En realidad creo que deberían ser obligatorias».
En breve aparecerán más evidencias sobre la forma en que 4 o 5 millones de personas cometieron fraude en esas elecciones amañadas de 2020. Las palabras de Trump dan en la diana: «El estado profundo debe, y lo hará, ser puesto en jaque. Ya está sucediendo».
Hasta ahí lo que ya sabemos. Ahora, Trump apunta a las elecciones midterm porque sabe que es el único camino constitucional para enmendar lo que está sucediendo: “Pero si bien es posible que no haya nada que podamos hacer para detener el declive mental y físico de Joe Biden, con su voto este noviembre podemos detener el declive de nuestro país y podemos hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
El presidente Trump nos dice que un Congreso republicano debería poner fin de inmediato a todas las restricciones de Covid, los bloqueos, y no imponer más mandatos, como el absurdo de las mascarillas.
“El “Día uno” en un Congreso republicano, todas las tropas dadas de baja por el mandato de la vacuna COVID deberían ser devueltas, reembolsadas y disculpadas”.
Para Trump, un Congreso republicano debería aprobar un proyecto de ley que vuelva a contratar a todos los miembros de las fuerzas armadas que fueron despedidos de forma cruel e injusta por el mandato COVID de Joe Biden, y obligar al Pentágono a disculparse con estos patriotas con pagos atrasados.
«Es hora de que el pueblo estadounidense declare su independencia de cada mandato de COVID. Tenemos que decirle a esta banda de hipócritas, tiranos y racistas que nos estamos alejando del COVID, les guste o no, estamos avanzando hacia adelante».
Además de la inflación y los precios de la gasolina y de productos de la compra diaria, que están por las nubes:“Podías comprar toda la gasolina que quisieras bajo mi Admimistración”, Trump aborda otro de los temas que preocupan a los ciudadanos, y no, no es Ucrania, sino la inmigración ilegal, que se ha disparado bajo el régimen de Biden después de que revocara la mayoría de las políticas y reglas de aplicación de Trump: «Las naciones del tercer mundo tienen mejores fronteras que las que tenemos ahora».
El discurso de Trump proyecta la cruda realidad: “Nunca ha habido algo así: estamos siendo invadidos, y esa es la palabra. Estamos siendo invadidos por millones y millones de personas, muchos de ellos son delincuentes a los que no se les debería permitir la entrada a nuestro país. Vamos a pagar un precio muy grande en el futuro. Espera y verás. Desafortunadamente, también tendré razón sobre eso”.
Está en lo cierto, los riesgos de una inmigración ilegal masiva de más de 2 millones de personas, que se va a incrementar mucho más, traerá problemas de todo tipo al país: sociales, económicos, sanitarios y culturales.
Trump expresa lo que muchos ciudadanos piensan: «Todos en Washington están obsesionados con cómo proteger la frontera de Ucrania, pero la frontera más importante del mundo no es la frontera de Ucrania, es la frontera de Estados Unidos».
«Si alguna parte de nuestro país se va a convertir en un campo de inmigrantes, no deberían ser las comunidades de estadounidenses trabajadores, deberían ser los vecindarios de los políticos radicales de izquierda que han abierto cruelmente las fronteras de Estados Unidos».”Los estadounidenses merecen un presidente que detenga la invasión más grande de nuestro país, y probablemente de cualquier país”.
Ese presidente no es Biden, es Trump, que no se olvida tampoco de la política exterior; en sus mítines pone el foco de atención en el insensato plan de la Administración Biden para reiniciar el acuerdo nuclear con Irán, que él zanjó adecuadamente durante su presidencia, y por confiar en dos naciones competidoras, Rusia y China, para tomar conducir esas negociaciones con los iraníes: “Así que tenemos a Rusia negociando el acuerdo, con China como respaldo, qué estúpido es este país bajo Biden. Son tan estúpidos”. “Y ese nuevo acuerdo es un desastre. Nadie puede siquiera creerlo, pero estamos regalando todo, todas las cosas por las que luchamos contra Irán”. : «Le dije a Abdul: ‘Nunca, nunca, nunca vuelvas a matar a ningún soldado estadounidense porque si lo haces, será un infierno a pagar como nadie nunca tuvo que pagar’. Y él lo entendió». Lo dice Trump, pero es lo que pensamos todos los ciudadanos.
Tampoco deja de lado la guerra en Ucrania, en cuyo desencadenamiento tiene parte de responsabilidad por falta de liderazgo internacional. Trump lo resume bien: “No hubo conflictos con otros países bajo el liderazgo del presidente Trump”. «La debilidad de Biden nos ha dado el desastre de Ucrania, que es algo horrible de ver».
“Las noticias falsas decían que mi personalidad nos llevaría a la guerra, ¡Él nos va a llevar a la guerra! Pero no, mi personalidad es lo que nos mantuvo fuera de la guerra”. «La debilidad e incompetencia de Joe Biden está creando un riesgo muy real de una Tercera Guerra Mundial».
El panorama después de año y medio de Administración Biden y de los demócratas controlando el Congreso es desolador; Trump lo expresa de forma certera: “A Biden hay líderes mundiales que no le atienden el teléfono ni le devuelven la llamada, puede ser que yo no les gustara, pero antes nos respetaban». Pero hay esperanza. Y esa esperanza es Trump y sus candidatos MAGA. Las palabras de Trump llevan implícita esa esperanza tan necesaria: «No es agradable, por supuesto, el daño es increíble, pero no irreparable. Podemos arreglarlo. De lo contrario, no hay razón para que yo esté aquí. Podemos arreglarlo. Vamos a arreglarlo».
Con ayuda de los ciudadanos que voten republicano en las elecciones midterm y que voten a Trump en 2024, estaremos formando parte de la solución a este desastre que han provocado los demócratas socialistas.
Trump acierta de pleno al declarar que: “Con el liderazgo adecuado, Estados Unidos volverá más fuerte que nunca. No se trata sólo de 2022, se trata de asegurarse de que las elecciones no vuelvan a ser manipuladas y robadas en 2024. «Necesitamos una avalancha tan enorme de votos que los demócratas radicales no puedan robar las elecciones. Prepárate para trabajar, prepárate para luchar y prepárate para ganar como nunca antes».
El presidente Trump dice, y con razón, que nuestra mayor amenaza no son otras naciones, sino los políticos corruptos que, a sabiendas o no, quieren destruir nuestro país desde adentro: «Nuestra mayor amenaza sigue siendo la gente enferma, siniestra y malvada de nuestro propio país. No hay amenaza tan peligrosa para la democracia como ellos». Esto es más cierto que nunca.
Y pone el punto y seguido cuando dice con justicia: «La verdad es que me postulé dos veces, gané dos veces, lo hice mucho mejor la segunda vez que la primera, obtuve casi 12 millones de votos más que en 2016 y obtuve más votos que cualquier presidente en ejercicio en la historia de nuestro país. Y ahora es muy posible que tengamos que hacerlo de nuevo».