Los medios de comunicación pecan de ceguera cuando centran sus análisis en las acciones del gobierno de Estados Unidos. Pocas veces se presta atención a las órdenes ejecutivas o las iniciativas que no sean estrictamente políticas o militares, sin embargo hay algunas que merecen la máxima atención.
Una de ellas fue aprobada el pasado mes de julio sin que levantara grandes titulares, lo que ya es indicativo de lo que le interesa el tema a los medios: cero. Y eso a pesar de que es un asunto de capital importancia. La Administración Obama firmó una orden ejecutiva que permitirá poner en marcha de forma gradual medidas para luchar contra el tráfico ilegal de animales salvajes, un comercio que está controlado por mafias y que sirve para financiar guerras, corrupción política y empresarial, y que amenaza la supervivencia de animales como los elefantes y los rinocerontes, entre otros muchos.

La orden ejecutiva permite organizar un grupo de trabajo multidisciplinar de diversas agencias y especialistas para elaborar una nueva estrategia que nos permita luchar contra estas bandas criminales y frenar la demanda de animales en peligro de extinción, o del marfil procedente de los colmillos de elefantes, rinocerontes, etc.
Es un frente de batalla importante porque mueve muchísimo dinero, más de 10.000 millones de dólares al año, porque pone en grave riesgo la vida de especies animales que están en peligro de extinción, altera sus ecosistemas y además sirve para financiar conflictos bélicos y una maquinaria de corrupción que se extiende como el aceite.
Esta orden ejecutiva del presidente Obama requerirá de una inversión inicial de 10 millones de dólares para entrenar a policías y guardas de los parques, que no es nada comparado con los presupuestos millonarios que se destinan a otras áreas. Los beneficios de enfrentar este problema tendrán efectos muy positivos a todos los niveles, como venimos defendiendo algunos en la comunidad de Inteligencia, que apostamos por una implicación más profunda en la lucha contra los grupos criminales organizados que trafican con vida salvaje. Gracias a este trabajo de sensibilización y concienciación durante años, hemos logrado que la Administración estadounidense considere por fin el tráfico de animales salvaje como una amenaza para la seguridad nacional, lo que se beneficiará de mayores presupuestos y recursos de todo tipo.

Desde hace años venimos alertando de cómo las redes criminales reclutan cada vez a más gente y los equipan con alta tecnología, como gafas de visión nocturna o rifles de alta precisión y gran calibre, embarcaciones, aviones, dinero en efectivo, etc. Gentes sin escrúpulos que comercian con marfil y cuerno de rinoceronte, con órganos de tigres, orangutanes, y otros animales para financiar sus actividades bélicas y criminales.
Uno de los planes que se pondrá en marcha gracias a esta orden ejecutiva es la capacitación de la policía y guardas forestales de los parques de Tanzania, Sudáfrica, Kenia y otros países con elevada riqueza faunística. Además, se establecerán nuevos y mejorados controles en países como China, Vietnam, Rusia y los propios Estados Unidos, que son algunos de los mayores mercados ilegales de vida salvaje. Se trata de aplicar las leyes del ámbito del crimen organizado sobre los cazadores furtivos, lo que será un paso enorme para combatir a estos especímenes que no respetan la vida salvaje.

Hace unos años, la caza furtiva eran acciones aisladas y a pequeña escala, pero en la actualidad son masacres coordinadas por organizaciones criminales fuertemente armadas y con conexiones en altas esferas. De modo que ahora están en peligro no sólo elefantes y rinocerontes, sino también grandes simios, tigres, tiburones, atunes, tortugas… y un sinfín de animales.
Esta iniciativa estadounidense ataca uno de los mercados ilegales más execrables y peligrosos por sus ramificaciones, pero muy probablemente ni siquiera tenía noticia de ello, lo que nos hace preguntarnos en qué demonios están pensando los medios de comunicación.
Este es uno de los frentes de batalla actuales y es tan importante como la guerra antiterrorista contra la yihad islamista.