Obama y el Refugio Nacional del Ártico
¿Recuerdan cómo se ponían los medios de comunicación cuando George W. Bush pretendía abrir la reserva del Ártico a la explotación petrolífera? Se rasgaban las vestiduras y proclamaban todo tipo de acusaciones e invectivas contra el entonces presidente Republicano.
Por cierto, Bush no llegó a abrir esa puerta, por las presiones del Congreso y posiblemente influido por algunos asesores, las circunstancias del momento, las repercusiones de esa medida, y una reflexión profunda personal acerca del tema.
Pero eso es exactamente lo que acaba de hacer la Administración Obama, que ha autorizado a la petrolífera Shell para que extraiga petróleo y gas natural en Alaska, concretamente en Beaufort, en el Océano Ártico.
¿No estaban los Demócratas, con Obama a la cabeza, en contra de estas actividades? ¿En qué quedamos?
Bienvenido a 2009, el año de las realidades y del adiós a las falsas promesas electorales. El año Obama, por supuesto.
Con esta autorización a perforar en dos puntos de Beaufort, podrían entrar en peligro numerosas especies amenazadas, como focas, morsas, osos polares, etc, que viven en esta zona de la costa norte de Alaska, debido a los niveles de ruido y contaminación que se podrían producir en el aire y en las aguas.
Rebecca Noblin, del grupo conservacionista del Centro por la Diversidad Biológica ha declarado al conocer la noticia: «Estamos muy decepcionados de ver cómo el gobierno de Obama toma decisiones que amenazan seriamente el Ártico».
Por su parte, Chuck Clusen, del “Natural Resources Defense Council” (Consejo de Defensa de los Recursos Naturales), ha criticado también la decisión, y ha manifestado que “una explosión durante las perforaciones podría causar el derrame y permanencia del petróleo durante décadas en las aguas costeras del Refugio Nacional del Ártico de Fauna y Flora, lo que perjudicaría a las ballenas, focas, peces y aves del lugar y convertiría lugares de desove y zonas de alimentación en páramos ecológicos”.
Ahora que ya no es Bush quien toma la decisión, los grandes medios proclives a Obama, o sea casi todos, callan vergonzosamente e imponen un silencio cómplice, sin lugar al debate.
Por el bien de los recursos naturales del Ártico, naturaleza, animales, incluso de la correcta gestión del petróleo y el gas que hay en estos vastos espacios, se debería abrir un serio debate sobre esta cuestión, más allá de planteamientos partidistas e ideológicos, y en base a criterios científicos, ecológicos, energéticos, y de seguridad nacional.
En un tema tan sensible como este, deberíamos ser más serios y evitar la manipulación, como se ha hecho últimamente con el tema del cambio climático, sin hurtar la información real a los ciudadanos. Por ejemplo, ese dato ofrecido por la NASA recientemente, que señala que en 2009 aumentó en 700.000 kilómetros cuadrados la superficie helada en el Ártico con respecto a 2008 y en un millón más que en 2007, lo que pone al fresco (nunca mejor dicho) las teorías del calentamiento global. De hecho, la capa de hielo polar Ártico ha crecido un 24% desde el año 2007, y un 12% desde 2008.
Actualmente, la superficie helada en el Ártico alcanza los 5.301.219 kilómetros cuadrados. En 2007 era de 4.267.813 kilómetros cuadrados y en 2008 de 4.731.875%. Estos datos arrojan el citado crecimiento del 12% interanual de la masa de hielo Ártica.
Sólo con información independiente y objetiva podremos proteger y defender mejor la fauna y flora de paraísos como el Ártico y explotar racionalmente y con seguridad (lo cual está por ver), los recursos de esta zona privilegiada, al margen de las luchas ideológicas.
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