Las elecciones del pasado 3 de noviembre marcaron un punto importante, porque fue la primera vez que los ciudadanos podían votar desde que salió elegido el presidente Obama, y por tanto expresar su opinión tras este primer año de presidencia y control absoluto del Congreso por parte del Partido Demócrata.
Hoy ya sabemos que los ciudadanos eligieron a los Gobernadores Republicanos Christopher Christie y Robert McDonnel en New Jersey y Virginia, respectivamente. Un vuelco importante que habla claramente del regreso de los estadounidenses de ambos Estados a los principios conservadores.

Sin embargo, quiero centrarme en un aspecto que quizá haya pasado más desapercibido en los análisis políticos de esa jornada. Me refiero a las importantes victorias de candidatos hispanos, de ambos partidos, que ponen de relieve la creciente influencia y presencia de los hispanos en la política de este país.
Con un potencial enorme para impulsar y hacer prosperar a los Estados Unidos, los hispanos han demostrado de nuevo que saben y pueden ganar elecciones. Veamos algunas victorias del 3 de noviembre. En ciudades de Pennsylvania como Filadelfia, Lancaster, y Reading, y en el estado de New Jersey, candidatos hispanos lograron plazas para jueces, Concejos, y Juntas Escolares.

Teresa Sarmina se quedó con un 11 por ciento de los votos, que le son insuficientes para alcanzar un puesto de los cuatro en juego en la Corte Suprema de Pennsylvania, pero pone de manifiesto la fuerza y presencia crecientes de los latinos.
En el quinto distrito de New Jersey, el Demócrata Ángel Fuentes, presidente del Concejo de Camden, ganó un puesto en la Asamblea del Distrito. Ángeles Roca se llevó una plaza de las siete en disputa para la Corte de Demandas Comunes de Filadelfia. Al Santos fue reelegido como alcalde por quinta vez en Kearny (New Jersey).

El reverendo Fernando Cabrera e Ydanis Rodríguez ganaron sus plazas para el Concejo de Nueva York. Rubén Díaz, hijo, fue reelegido como presidente del condado del Bronx, el funcionario hispano electo de más alto cargo en el Estado.
Al sureste de Los Ángeles (California), en Maywood, la formación política “Agua Limpia” obtuvo la reelección de Felipe Aguirre como alcalde, y los concejales Sergio Calderón y Thomas Martín salieron reelegidos.
En Miami, el Republicano Tomás Regalado salió vencedor frente al Demócrata Joe Sánchez, en la que es sin duda una de las grandes victorias en las Alcaldías obtenidas por el GOP en esta cita electoral. También en Miami fue reelegido Julio Robaina en Hialeah y Matti Herrera se llevó otra vez la Alcaldía de Miami Beach. Candidatos que han sabido identificarse y representar fielmente a sus votantes hispanos, manteniendo una línea de compromiso y coherencia con sus ideas.

Otros muchos candidatos hispanos vencieron o fueron derrotados en la noche electoral del 3 de noviembre, sin distinción entre Demócratas, Republicanos o Independientes, pero lo importante es que estuvieron ahí dando la batalla. Una de las conclusiones es que el electorado hispano no vota a sus candidatos sólo porque sean hispanos, sino que cada vez más mira el background, la agenda política, las ideas del candidato, y su proyecto político para el cargo al que se presenta. Es un salto de calidad importante porque desde muchos medios de comunicación se ha intentado siempre identificar a los hispanos con los Demócratas. Sin embargo, cada vez con más frecuencia los votantes hispanos votan con independencia y se identifican con principios conservadores, que significan un progreso real para las comunidades latinas y una mayor integración con el país.

Se ha hecho evidente que el electorado hispano no votará a candidatos, ya sean Demócratas o Republicanos, que no representen y defiendan los intereses hispanos de una forma coherente y efectiva. Además, otra gran lección salió a la luz. La división entre los hispanos, entre facciones, viejas y nuevas guardias, etc, puede provocar que grandes líderes de esta comunidad queden relegados y pierdan frente a rivales mejor organizados o con apoyos mediáticos.
Los líderes, los medios de comunicación y la comunidad latina, necesitan ser conscientes de la importancia de forjar victorias desde las bases, en elecciones municipales, locales, y estatales, para poder dar ese deseado salto a la presidencia de la mano de un líder propio que entienda y defienda a nuestra comunidad. Para ello necesitamos más compromiso y participación, independientemente de en qué sentido se vote.

Estas elecciones han destacado la buena salud del conservadurismo y la importancia de que un candidato represente estos principios para salir victorioso en una elección. Y esto vale también para los hispanos que quieran ganar el corazón y las mentes de sus representados, probablemente lo más importante y crucial en una elección en Estados Unidos.