La lectura social es la denominación de moda en los círculos editoriales y literarios. Básicamente consiste en comprar un libro, leerlo y recomendarlo en las redes sociales y en las plataformas de venta de e-books y librerías on line. Es un sistema de recomendación de lecturas tradicional, en tanto que consiste en la recomendación persona a persona de siempre, pero llevado a un nuevo plano mediante las redes sociales y las nuevas tecnologías de comunicación.
Durante más de una década Amazon ha potenciado este sistema para aumentar las ventas, ya que es enormemente democrático y plural, basado en las propias recomendaciones de los lectores. Después Facebook y Twitter se han incorporado con éxito a la lectura social, de forma que hoy se ha convertido en la clave para vender más y tener éxito. Con los medios de comunicación tradicionales en papel en crisis y recortando el espacio dedicado a cultura, las redes sociales se han convertido en el trampolín y escaparate para que los libros y autores sean más conocidos y aumenten las ventas de sus obras. Las recomendaciones de los lectores, las páginas de seguidores, el compartir la información y las opiniones, son ahora los elementos que deciden e influyen en que las obras de un autor se vendan más o menos.

La actividad antes restringida a los críticos literarios, o los que pasaban por críticos literarios (a veces con torpeza de miras y prejuicios incluidos), se ha democratizado y abierto a todos los lectores, que son así los nuevos e importantes críticos de los libros, de los que gustan y los que no. Se acabó eso de que un libro sea impuesto por los críticos de turno, los medios de siempre o los grandes grupos editoriales que pueden comprar espacio y promoción. Hoy, la opinión y la recomendación de los lectores, esa cadena inmensa que se ha dado en llamar lectura social, son los determinantes para el éxito o el fracaso de un libro o un autor.

Este sistema, que es mucho más justo, abierto y participativo, permite así que buenos escritores y buenos libros, compitan en igualdad de condiciones en el mercado y reflejen su auténtica valía. Por eso es fundamental el papel activo de los lectores cuando leen un libro. Si le ha gustado o entusiasmado, debe convertirse en ese factor determinante de la lectura social y recomendarlo positivamente en las redes sociales en las que participe. Un enlace a la novela, una opinión, un comentario o valoración, sin importar si es breve o extensa, resulta crucial para que ese libro sea más conocido y aumente sus ventas y el número de lectores.

Desde mi experiencia personal con “Lobo Gris” y “El agente protegido”, que tienen una intensa recomendación social de sus lectores, puedo afirmar que ha sido determinante para el éxito de ambas y para que sigan creciendo, pese a que apenas han tenido promoción en otros medios más tradicionales (prensa, tv, radio…). Son, pues, un buen ejemplo del éxito de la lectura social y de la recomendación activa y positiva de los lectores. También es cierto que todo ese potencial necesita seguir creciendo porque aún son muchos los lectores que, por pereza o falta de tiempo, no dejan su comentario, enlace o su recomendación. Más que nunca deben saber que tienen el poder en sus manos para apoyar y hacer que un escritor y las obras que les gustan puedan triunfar. Ese triunfo no consiste en salir en las fotos de la prensa, en TV, participar en tertulias, o dar muchas entrevistas en las estaciones de radio, como algunos piensan, sino en aumentar el número de lectores, de ejemplares vendidos y de recomendaciones y opiniones positivas basadas en la satisfacción de muchos lectores.
La lectura social va a seguir siendo crucial para los autores y para que la democracia y la libertad de elección de libros se impongan desde criterios de calidad y de éxito entre los lectores.