Es posiblemente uno de los animales más hermosos de América del Norte, sin duda el más poderoso y uno de los más amenazados. El oso grizzly es de los más grandes del planeta, miden 2,10 m y pesa alrededor de 500 kg, aunque algunos especímenes de Alaska han llegado a pesar los 680 kg. Las hembras miden 1,80 m y pesan aproximadamente 270 kg, dado que son más pequeñas. Son el tercer carnívoro más grande de Norteamérica, después del oso polar y el oso kodiak. Los grizzlies viven en el noroeste de Estados Unidos, Canadá y Alaska, tienen su pelaje de color pardo-grisáceo, una dentadura de 42 dientes, cada uno de 8 cm. y tienen unas garras de 10 cm. Son animales solitarios, sólo se juntan en épocas de apareamiento y cuando es la época del desove del salmón, que se congregan algunos en arroyos y zonas costeras para alimentarse. Pasan el invierno hibernando (durmiendo) en cuevas solitarias. Los osos Grizzlies marcan los árboles con sus garras y atacan con fuerza a sus enemigos.

Durante la hibernación las hembras tienen de 1 a 3 cachorros y los cuidan de 2 a 4 años, luego las crías se independizan. Se alimentan de salmón, raíces, frutos, insectos, peces, otros pequeños vertebrados y carroña, pero cuando tienen mucha hambre son capaces de cazar grandes animales como caballos, ciervos, alces y renos, y pueden alcanzar los 55 kilómetros por hora en carrera.

Previamente a la hibernación, durante el invierno, el grizzly pasa por un periodo de hiperfagia durante el cual puede aumentar unos 180 kg. Antes de entrar a la guarida, espera a que haya una tormenta de nieve grande. Esto evita que otros depredadores la encuentren. Dado que su tasa reproductiva es muy baja, las hembras del grizzly protegen mucho a las crías.
Fascinante y una de las joyas biológicas de la naturaleza, el oso grizzly es un superviviente desde hace más de 50.000 años que merece toda nuestra protección.