Inspiración literaria
La fuerza del escritor radica en su inspiración literaria. Necesita disfrutar cada etapa del proceso para poder continuar escribiendo. La inspiración llega en ocasiones en las que menos se espera, pero es necesario cultivar la misma con disciplina cada día. Sólo así la magia de la inspiración visita al escritor en momentos puntuales y derrama pasajes literarios plenos de talento.
Los hábitos adquiridos en la tarea de escribir ayudan mucho para que la inspiración literaria fluya sin problemas. Las experiencias vividas, las que te narran terceros y las que ves, lees o sientes de alguna manera, contribuyen también a iluminar esa parte creativa del autor que se materializa en novelas, relatos, poesías, ensayos…
La concentración mental, el equilibrio personal y la serenidad ayudan a que la inspiración se desate más fácilmente. Plantearse sobre qué se quiere escribir y cómo se quiere escribir son las primeras fases para abordar la página en blanco. Implicarse con la historia que se desea narrar, poner intensidad, trabajo, interés, esfuerzo y pasión, son elementos imprescindibles para llevar adelante cualquier proyecto literario.
Reunir herramientas propias de la labor del escritor, como vocabulario, léxico, expresiones, técnicas narrativas, etc, es esencial para alcanzar la inspiración literaria más fácilmente. El estado de ánimo del escritor también juega un papel destacado a la hora de escribir y estar inspirado. Momentos alegres, tristes, apasionados, emocionantes… Todos influyen en la inspiración y en cómo se plasma en el papel. El compromiso del autor con su obra debe ser absoluto e inquebrantable. Sólo así estaremos poniendo los pilares para despertar nuestra inspiración, que es un momento prodigioso de la creación literaria. La inspiración nos empuja a la aventura de escribir con ilusión renovada y nos proporciona aquellos pasajes y obras que nos definen como autores.