VIDA SANA: Ejercicio
La web incorpora nuevos contenidos. Una de las secciones que deseo potenciar es la correspondiente a Vida Sana. Desde aquí ofreceré consejos, artículos, reports, e informaciones útiles para conseguir una vida más sana y natural. Trataré temas como la alimentación, la autoayuda, la depresión, dietas, ejercicio, ansiedad, aromaterapia, felicidad, estrés, sexualidad, meditación, relajación, psicología positiva, relaciones, paz interior, y otros muchos temas que, con sus conocimientos, algunos milenarios, otros producto del avance científico, pueden contribuir a que llevemos una vida más completa, equilibrada, sana, y feliz.
Este primer artículo lo dedico a la práctica del ejercicio.
Décadas de estudio han concluido que los clásicos 20 minutos de ejercicio intenso diario para mantenernos saludables, no es lo adecuado para todos, ya que cada persona tiene unas necesidades diferentes.
Se considera indicado desarrollar sesiones de ejercicio regulares con una intensidad moderada. El tradicional caminar de forma vigorosa o rápida todos los días durante unos 30 minutos, contribuye a mejorar el bienestar físico y mental, con beneficios para la salud cardiovascular. También correr durante unos minutos de forma suave.
El ejercicio físico realizado en sesiones de 10 minutos aproximadamente, con intervalos de descanso, hasta completar dos o tres sesiones, puede resultar casi tan eficaz como hacerlo de forma ininterrumpida durante el mismo tiempo; algo que puede ser de ayuda para personas con problemas de resistencia o de tiempo disponible debido al ritmo de la vida moderna.
Es muy importante que cada persona adapte los requerimientos de ejercicio a sus características personales y circunstancias. Las personas obesas deberán elegir los ejercicios que no les produzcan lesiones articulares provocadas por la práctica de actividades en las que deban soportar su propio peso. Las personas delgadas deberán considerar cuestiones de índole cardíaca, de capacidad pulmonar, óseas, etc.
Los beneficios de hacer ejercicio son múltiples. Al hacerlo, usamos la grasa como fuente principal de energía, lo que permite prevenir la obesidad, reducir los niveles de colesterol y bajar la cantidad de azúcar en la sangre (glucosa).
Como he apuntado antes, el ejercicio aeróbico mejora la función cardiovascular al potenciar un músculo cardíaco más fuerte, formando nuevos vasos sanguíneos que le aportan oxígeno. También permite desarrollar una buena capacidad pulmonar y mejora los niveles de oxígeno en todos los órganos del cuerpo. Asimismo, fortalece los huesos, previniendo la osteoporosis, reduce el estrés emocional, al aumentar la secreción de endorfinas, y mejora el estado de ánimo.
Aproveche el ejercicio para obtener todos sus beneficios, pero antes asegúrese de no tener impedimentos físicos que pongan en riesgo su salud. Un chequeo médico rutinario y a correr. No olvide que hacer ejercicio, deporte, bailar, caminar, o respirar, conllevan efectos terapéuticos probados, y son una herramienta al alcance de todos para reducir la agresividad, la frustración, la tensión, el estrés, la depresión, y la ansiedad. Además, contribuyen sustancialmente a aumentar la sensación de bienestar, mejoran y regulan el sueño y el apetito, y aumentan la concentración y la creatividad.
Si completamos el ejercicio físico con ejercicios de relajación y meditación, potenciaremos la actividad mental, mejoraremos la salud, aumentaremos la longevidad y crearemos mayores defensas contra la enfermedad.
En suma, el ejercicio adaptado a las necesidades de cada uno es una de las claves hacia un estado de felicidad más completo y duradero.