Trump hace historia
La última semana, el presidente Trump ha demostrado con sus discursos y decisiones que hay tres colectivos que son esenciales en su actividad presidencial: los granjeros y agricultores, las empresas y el movimiento pro vida. Más allá de la repercusión electoral que tienen estos colectivos, que es mucha y garantizan un apoyo enorme al presidente, encontramos el compromiso de Trump con ellos desde el convencimiento personal.
No se trata de cálculos electorales, sino de que el presidente cree en las ideas que sustentan a estas tres columnas vertebrales de la nación. Por esta razón está tomando medidas importantes que salvaguardan los intereses de granjeros y agricultores, de las empresas y de los ciudadanos que apoyan la cultura de la vida.
Tres grandes foros han sido testigos de este compromiso. La convención anual de comercio del American Farm Bureau Federation en Austin, Texas, el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, y la Marcha por la Vida en Washington D.C.
Las palabras pronunciadas por Trump en estos eventos sintetizan mejor que nada su pensamiento y las ideas que lo mueven en estos temas.
En la American Farm Bureau Federation:
«Con su fe, su valor, su tenacidad, su talento y su patriotismo, los mejores días para Estados Unidos y los mejores días para los granjeros y ganaderos de Estados Unidos aún están por venir. ¡Dios bendiga a los granjeros de Estados Unidos!”
«Cuando se trata del medio ambiente, siempre confiaré en un agricultor sobre un burócrata de Washington o un extremista de izquierda»
En el Foro Económico Mundial de Davos:
«EE. UU está en el punto medio de un nuevo boom económico. Los acuerdos comerciales representan el nuevo modelo del siglo XXI. Los acuerdos comerciales consiguen crear empleos y aumentar salarios”
«Estamos comprometidos a conservar la majestad de la creación de Dios y la belleza natural de nuestro mundo. Hoy, me complace anunciar que Estados Unidos se unirá a la iniciativa One Trillion Trees. Estamos comprometidos con una mejor gestión de los árboles y los bosques. Este es un momento de optimismo».
«Hoy me enorgullece declarar que Estados Unidos se encuentra en medio de un auge económico nunca antes visto en el mundo”
«Tenemos que ser optimistas y felices. No debemos subirnos a predicciones apocalípticas»
«Cada decisión que tomamos (sobre impuestos, comercio, regulación, energía, inmigración, educación y más) se centra en mejorar la vida de cada estadounidense»
En suma, Trump destacó en su discurso en Davos el mercado de valores, el bajo desempleo y el aumento de los salarios en Estados Unidos bajo su presidencia. También resaltó los nuevos acuerdos comerciales que ha firmado con México,m Canadá, Japón, Australia, etc; la independencia energética de Estados Unidos, lograda en buena medida gracias a sus políticas en la materia, y la deregulación que se ha aplicado en estos tres año.
“Con compañías e investigadores de Estados Unidos liderando el trabajo, estamos a la vanguardia para desbloquear reservas de energía prácticamente ilimitadas”.
Su mensaje ha sido inequívoco: Estados Unidos es, con mucho, el poder económico más fuerte en todo el mundo. Y lo avalan todos los datos objetivos.
Para muestra, algunos: desde que Trump asumió el cargo, más de 2 millones de millennials han conseguido trabajo, y sus salarios han aumentado en casi un 5%. 10 millones de estadounidenses ya no necesitan de asistencia social.
Es lógico que el presidente proclame:
«Durante tres años, Estados Unidos le ha mostrado al mundo que el camino hacia un futuro próspero comienza con poner a los trabajadores primero, elegir el crecimiento y liberar a los emprendedores para hacer realidad sus sueños».
Y otro mensaje contundente para los catastrofistas del clima:
“Debemos rechazar a los perennes profetas de la fatalidad y sus predicciones del apocalipsis. Son los herederos de los tontos adivinos del pasado. Estos alarmistas siempre exigen lo mismo, un poder absoluto para dominar, transformar y controlar todos los aspectos de nuestras vidas”.
Una vez más da en la diana y habla alto y claro. Al igual que para denunciar las derivas totalitarias y empobrecedoras de las políticas socialistas y de izquierdas:
«Nunca dejaremos que los socialistas radicales destruyan nuestra economía, destruyan nuestro país o erradiquen nuestra libertad».
No es de extrañar que lo odien. Trump es el verdadero dique contra la idiotez socialista. Además, Trump ha vuelto a hacer historia al convertirse en el primer presidente en asistir y hablar ante la Marcha por la Vida, que se celebra en Washington D.C. No sólo ha tomado medidas efectivas para apoyar a los no nacido y sus madres, luchando contra la industria del aborto, sino que ha dado su apoyo explícito a la cultura de la vida sin medias tintas:
“»Es un gran honor ser el primer presidente de la historia en asistir a la Marcha por la Vida».
«Los niños no nacidos nunca han tenido un defensor más fuerte en la Casa Blanca. Como nos dice la Biblia, cada persona está hecha maravillosamente».
“Cada niño es un regalo precioso y sagrado de Dios”
“No podemos saber qué lograrán nuestros ciudadanos aún no nacidos, los sueños que imaginarán, las obras maestras que crearán”.
“Cuando se trata del aborto, los demócratas han adoptado las posiciones más radicales y extremas”
“Cada niño trae alegría a una familia”
“A todas las mamás aquí hoy, las celebramos y declaramos que las madres son héroes. Su fuerza, devoción y empuje es lo que impulsa a nuestra nación»
Trump ha inspirado a millones de personas con su discurso. E inspira a los empresarios y a los ciudadanos a invertir y crear empleo con otra ilusionante bajada de impuestos para las clases medias, que se anunciará en próximas fechas.
Entretanto, su política económica está dando excelentes resultados para las familias estadounidenses. Se ha duplicado el crédito tributario por hijos en beneficio de 40 millones de familias y se han sacado de la pobreza a 650.000 madres solteras y 1.400.000 niños. Nos encontramos ante una verdadera era de oportunidades para todos.
Políticas de éxito que también alcanzan la seguridad que afecta a los estadounidenses: en poco tiempo se han reducido el número de asesinatos en las principales ciudades de Estados Unidos en más del 10%. Y la tasa de delitos violentos en todo el país ha disminuido durante 2 años consecutivos.
Mientras Trump apuntalaba el apoyo de estos importantes colectivos sociales, su equipo jurídico destrozaba a los acusadores demócratas en el impeachment que se celebra en el Senado. Los abogados de Trump han dado una paliza de argumentos a los demócratas y refutado completamente las acusaciones de abuso de poder y obstrucción a las investigaciones del Congreso. Han dejado claro que los artículos y el proceso seguido en la Cámara son “constitucionalmente inválidos”. En los argumentos expuestos se evidencian las razones por las que este juicio político es inválido y un burdo intento de destitución ante la incapacidad de los demócratas para ganar a Trump en las urnas.
El documento de 110 páginas presentado inicialmente por los abogados de Trump, encabezado por el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, el abogado externo Jay Sekulow, los abogados Kenneth Starr y Robert Ray, la ex fiscal general de Florida Pam Bondi y la abogada personal Jane Raskin, entre otros, desmonta paso a paso los cargos de abuso de poder y obstrucción presentados y evidencia que este impeachment es una farsa y un intento ilegítimo de destituirlo y quebrar la voluntad de los votantes que lo eligieron. Los argumentos verbales que han seguido, han desmantelado la fábula demócrata. Queda expuesto que los dos artículos del juicio político presentados no han violado ninguna ley. Y el cargo de obstrucción al Congreso es un intento de alterar la separación de poderes establecida en la Constitución.
La defensa de Trump ha puesto de manifiesto una vez más que los dos cargos contra Trump son fruto de un proceso inconstitucional sin precedentes que negó al presidente el derecho básico a defender su causa. Es lógico y procedente que los Senadores rechacen esos cargos absurdos y sin probar y absuelvan al presidente de forma rápida. Tal y como va a suceder.
Llevamos tres años de promesas hechas y promesas cumplidas. De éxitos y mejoras para los estadounidenses. Y lo mejor está por venir de la mano del presidente Trump, que ya en su discurso inaugural el 20 de enero de 2017 proclamaba:
“Juntos, determinaremos el curso de América y el mundo en los años venideros. Enfrentaremos desafíos. Enfrentaremos dificultades. Pero haremos el trabajo”
Y lo estamos haciendo entre todos los que estamos implicados en esta Administración de alguna manera.