Donald Trump juró la Constitución y regresó a la Casa Blanca para rescatar a los Estados Unidos de cuatro años de socialismo destructor bajo Biden y Harris. Lo primero que hizo fue firmar una serie de órdenes ejecutivas en un escritorio en el escenario del Capital One Arena frente a unas 20.000 personas que asistieron a las celebraciones de la inauguración.
El presidente Trump firmó las primeras órdenes ejecutivas de su mandato orientadas a realizar sus nombramientos y tomar el control del poder ejecutivo, después firmó las órdenes ejecutivas que rescinden 78 órdenes ejecutivas de Biden, congelan nuevas regulaciones, nuevas contrataciones federales excepto para el ejército, que ordenan a los departamentos federales abordar la «crisis del coste de vida», retirarse del Acuerdo Climático de París de 2015 (ahorrando más de un billón de dólares), poner fin al uso del gobierno como arma contra los adversarios políticos y facilitan el proceso de obtener permisos con el fin de liberar el sector energético estadounidense, entre otras medidas.
Trump también firmó una orden ejecutiva que declara una emergencia nacional para desplegar tropas estadounidenses en la frontera sur y, como comandante en jefe de las fuerzas armadas, anunció que reintegrará a los miembros del servicio que fueron expulsados del ejército por negarse a ponerse la vacuna del Covid con pagos retroactivos.
La amplia lista de órdenes ejecutivas que firmó el presidente Trump el primer día ha sido la más ambiciosa de cualquier Administración en la historia de Estados Unidos, centradas en infinidad de temas:
– Detener la invasión de nuestras fronteras.
– Bajar el coste de vida.
– Declarar una emergencia energética nacional
– Poner fin a los mandatos de DEI en todo el gobierno
– Detener la censura gubernamental
– Cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América
– Declarar una emergencia de seguridad en la frontera sur.

Trump anunció sin pérdida de tiempo que a partir de ahora, el gobierno de Estados Unidos reconoce sólo dos géneros: masculino y femenino.
Después de años de esfuerzos federales ilegales e inconstitucionales para restringir la libertad de expresión, Trump firmó una orden ejecutiva para detener de inmediato toda censura gubernamental y restablecer la libertad de expresión en Estados Unidos.
Promesas hechas, promesas cumplidas. Trump, en lugar de gravar a los ciudadanos estadounidenses para enriquecer a otros países, aplicará aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros compatriotas.

Destaca su orden ejecutiva para terminar las políticas federales de diversidad, equidad e inclusión (DEI) y todas las mamarrachadas woke de los demócratas.
En lo que ha sido un comienzo arrollador, tal y como fue su victoria en las elecciones. el presidente Trump recovó casi 78 medidas ejecutivas radicales y destructivas de la administración Biden, que quedaron nulas y sin efecto en minutos.
El presidente Trump firmó con mano firme una congelación regulatoria, impidiendo que los burócratas emitan más regulaciones hasta que la Administración Trump tenga control total sobre el gobierno.
Los medios y los demócratas pensaron que era imposible que Trump protagonizara un regreso a la escena política después de todas las mentiras y manipulaciones que habían volcado sobre él, pero el pueblo estadounidense habló en las urnas y Trump ha regresado triunfal para salvar Estados Unidos. Su mensaje a los estadounidenses es que actuaremos con coraje y vigor y que a medida que liberemos a nuestra nación, la conduciremos a nuevas cotas de victoria y éxito. No nos dejaremos intimidar por la izquierda ni sus medios aliados podridos de corrupción y mentiras.
El legado de Donald Trump ya se está escribiendo y cuenta la historia de un pacificador y unificador de los Estados Unidos y del mundo. La edad de oro prometida ha empezado porque Donald Trump luchará todos los días de este segundo mandato presidencial por todos los ciudadanos con cada aliento de su cuerpo. No descansará hasta que hayamos logrado los Estados Unidos fuertes, seguros y prósperos que todos merecemos. Durante mucho tiempo, algunos se han aprovechado de la debilidad de esta nación. Eso acaba con el segundo mandato de Trump. El declive de Estados Unidos ha terminado. Trump no se va a olvidar de este país ni de sus ciudadanos, de la Constitución, ni se va olvidar de Dios.