La reelección de Trump
Hay buenas razones para reelegir a Donald Trump en noviembre y asegurar su continuidad en la Casa Blanca. Por eso sus votantes estamos tranquilos. Al valorar sus logros durante este primer mandato presidencial, vemos que es uno de los presidentes que más promesas ha cumplido en sólo cuatro años. Su lema “Promesas hechas, promesas cumplidas”, ha sido una constante en este tiempo. Un tiempo de victorias para el movimiento conservador y para la sociedad estadounidense en su conjunto. Sólo los radicales de izquierda que controlan ahora el Partido Demócrata tienen motivos para berrear como corderos, y es que les ha dado una zurra ideológica tras otra con sus logros gracias a sus políticas netamente conservadoras. Y lo que les espera todavía.
Repasemos algunas de las razones y éxitos de Trump en este tiempo que respaldan su reelección:
La economía, por supuesto. Trump construyó la mejor y más sólida economía de las últimas décadas, con un empleo masivo en todos los sectores productivos y tasas de desempleo reducidas a niveles históricos. El coronavirus hubiera destrozado la economía de cualquier presidente que estuviera, de modo que es irrelevante. Lo trascendente es que Trump hizo funcionar la economía como nunca y lo está volviendo a hacer de nuevo en medio de condiciones adversas. La realidad es que Trump ha alcanzado registros de empleo nunca antes vistos, como los 5,8 millones de empleos creados sólo en junio; el ritmo de crecimiento de fabricación más rápido en tres décadas; el nivel de desempleo más bajo en 49 años; el desempleo de afroamericanos, asiáticos e hispanos más bajo de la historia; el ingreso familiar medio más alto en décadas… Y los ejemplos económicos siguen. ¿A quién querría en el Despacho Oval en esta etapa de reconstrucción? ¿A Joe Biden, que ha creado problemas durante sus 47 años en la vida política del país? ¿O a Trump, que en sólo 4 años los ha resuelto con éxito? La respuesta es clara: Trump es el candidato idóneo para gestionar la reactivación económica.
En el plano jurídico, que es tan importante, Trump llevó al Tribunal Supremo a dos excelentes jueces conservadores y ha hecho posible una transformación judicial con el nombramiento de 200 jueces que defienden la Constitución en su concepción original.
Mientras otros políticos sólo hablan por hablar, Trump firmó la Ley de Responsabilidad del Departamento de Veteranos para obtener una mejor atención médica para los veteranos, y esto ha marcado una diferencia positiva para millones de veteranos de guerra.
En política exterior, el presidente Trump cuenta éxitos decisivos: ha derrotado al Estado Islámico y destruido su Califato en Siria e Irak, así como eliminado a su líder, Abu Bakr al-Baghdadi; ha quitado de la escena al general iraní Qasem Soleimani, responsable de la fuerza Quds, de la Guardia Revolucionaria, una pandilla de terroristas de marca mayor, enviándolo al otro barrio; ha desactivado el riesgo que representa el régimen comunista de Corea del Norte; ha acorralado al narcorégimen de Maduro en Venezuela; ha puesto las bases para la paz en Afganistán con los Talibán; ha sacado a EE.UU del pésimo acuerdo nuclear con Irán, y negociado mejores acuerdos comerciales bilaterales con países claves (Canadá, México, Brasil, Gran Bretaña, Japón, China, Corea del Sur…); ha recortado fondos a la ONU y la OTAN; se ha retirado de organizaciones ineficaces y corruptas como la UNESCO y la OMS, entre otras; se ha retirado de acuerdos internacionales poco o nada eficaces, como el INF, el TPP, el Acuerdo de París, el Pacto Mundial de la ONU sobre Migración y Refugiados, el Consejo de Derechos de la ONU, NAFTA, etc.
Otro éxito importante en política exterior fue el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel. Todos los presidentes desde Bill Clinton hablaban sobre hacerlo, pero sólo Trump cumplió la promesa.
Los logros de Trump alcanzan más de 300 y es complicado resumirlos. Entre ellos destaca también la desregulación efectuada, que es la más importante desde la presidencia de Ronald Reagan. Una desregulación que ha permitido agregar un promedio de 3.100 dólares al año a cada hogar estadounidense y eliminado 8 regulaciones por cada nueva regulación impuesta. La última desregulación implementada es especialmente importante porque afecta a las obras de infraestructura y evitará la burocracia innecesaria al reducir los estudios de impacto ambiental en este tipo de obras. Una medida que acelerará la construcción de autopistas, puentes, plantas eléctricas, oleoductos, gaseoductos, etc. Con la desregulación planteada por Trump, las agencias gubernamentales son alentadas así a promover la recuperación económica a través de acciones muy flexibles y no regulatorias.
Trump ha creado también la sexta rama de las Fuerzas Armadas: la Fuerza Espacial, dedicada a afrontar las amenazas en el espacio exterior, un área cada vez más importante. Trump ha cumplido su promesa. Al igual que en su día la Inciciativa de Defesa Estratégica de Reagan, este proyecto espacial brindará enormes progresos y éxitos a Estados Unidos a largo plazo.
Los trabajadores estadounidenses se han beneficiado de las políticas de Trump. La sustitución del TLCAN por el USMCA, entre otros mejores acuerdos comerciales, trae beneficios indudables para los trabajadores y las empresas.
Trump ha hecho posible que millones de personas ya no dependan del programa SNAP (los cupones de alimentos), al proporcionar mejores empleos y salarios. Ha cortado las ayudas a las ciudades santuarios gobernadas por demócratas irresponsables que permiten a los inmigrantes ilegales indocumentados violar la ley y son, de hecho, santuarios del crimen.
Trump ha transformado la política de inmigración, la ha mejorado sustancialmente, no sólo con la construcción del Muro, que avanza a buen ritmo con centenares de millas construidas y en marcha, sino con el fin de la política de capturar y liberar. Bajo la presidencia de Trump, Estados Unidos ha alcanzado la independencia energética y se ha convertido en el mayor productor de petróleo y gas del mundo. Los beneficios para la economía y la seguridad nacional de la nación son inmensos y es uno de sus mayores logros.
Por supuesto, en esta lista de éxitos trumpianos no puede faltar la reducción de impuestos para individuos y empresas. Los impuestos bajos han sido una de las claves de la economía fuerte y sólida de Trump.
Las reformas en el sistema de salud, desactivando el desastroso Obamacare, asegurando el acceso a una sanidad de calidad, medicamentos más baratos, y atención diligente para las personas mayores y los veteranos, han completado un cuadro de logros sin precedentes, a los que debemos unir una buena gestión de la crisis del coronavirus, de los disturbios urbanos de los terroristas de izquierda de Antifa y BLM, y la manera brillante de desactivar con astucia los constantes ataques de la prensa y los medios con Fake News y manipulaciones de la información.
Son sólo algunos de los éxitos que ha conseguido el presidente Trump en estos cuatro años, de los más de 300 que cosecha. Razones más que de sobra para votar por él el 3 de noviembre y asegurar su reelección por otros cuatro años más. Será en bien del país y de los ciudadanos.