Kelly Slater, campeón mundial de surf
Hay personas que hacen de su pasión un reflejo de valores y constancia a lo largo del tiempo. Lo ha vuelto a demostrar hace unas semanas el estadounidense Kelly Slater, del equipo Quiksilver, al proclamarse en San Francisco campeón mundial de surf por undécima vez en su carrera. Un logro histórico que alcanza a sus 39 años, convirtiéndose en el más joven y más veterano en conseguir la corona mundial, y demostrando de paso que la perseverancia rinde frutos a cualquier edad.
Kelly Slater no desaprovechó el segundo día de competición en Ocean Beach para vencer en la tercera ronda al australiano Daniel Ross y certificar un nuevo título mundial. A falta de un minuto para la conclusión de la manga, logró la puntuación necesaria, un 7,60 por encima del 6,88 que necesitaba para pasar a primero y obtener el objetivo. Slater admitió que el décimo título mundial le «pareció más complicado» ya que este año encaró el campeonato «sin tanta presión». Sus palabras reflejan a alguien que realmente disfruta lo que hace y rompe con los tópicos:
«La gente siempre habla sobre mi edad. Tengo 39, casi 40, pero para mí los años son sólo un número. Creo que se puede uno mantener en plena forma. No veo por qué incluso a los 50 no puedo estar en mejor forma que ahora. Esto es algo que me gustaría transmitir a todo el mundo. Como bien y me cuido y eso se nota al final en la capacidad y rendimiento físico». A la vista está. Slater ha completado una gran actuación en el mundial con tres victorias Gold Coast, Tahiti y Trestles, y dos finales (Nueva York y Portugal).
Kelly Slater ha sido campeón mundial profesional en 1992, 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 2005, 2006, 2008, 2010 y 2011, y en su amplia carrera ha obtenido 48 triunfos, al margen de dos oros en los Juegos de deportes extremos.
El circuito 2011 terminará en la isla hawaiana de Oahu entre el 8 y el 20 de diciembre, en la mítica y espectacular ola de Pipeline.
Actualmente, existen pocos deportes en los que una persona tenga que poner en práctica tantas cualidades físicas, mentales y psíquicas como en el surf profesional, al más alto nivel de exigencia. Quien compite en este deporte, debe adaptar su cuerpo a un medio como el marino para el que no está aclimatado, en el que se precisa un despliegue físico impresionante para acometer las cada vez más complicadas maniobras y, además, con la presión de hacerlo frente a un público global y presionado por un cronómetro que limita el margen de actuación en cada manga.
Pues bien, Kelly Slater se ha convertido por méritos propios en el mejor surfista de todos los tiempos, ha vuelto a ganar en un deporte que ha cambiado y lo ha hecho derrotando al paso del tiempo y a sus adversarios con enorme clase y magisterio.