Bosques de empresas
Si hay algo que una empresa que comercia con productos forestales puede hacer para cuidar de los bosques, debe poner sus mejores esfuerzos en hacerlo. Iniciativas como la llevada cabo por la empresa de muebles Ikea, al comprar un bosque de 25.000 acres en el condado de Lowndes, estado de Alabama, con el objetivo de obtener madera de manera más ética, es el camino correcto. Esta es la primera compra forestal de la compañía sueca en los Estados Unidos.
Ikea, como propietario responsable de un bosque, deberá identificar y aplicar métodos de gestión sostenible que les permitan preservar e incluso aumentar la calidad del bosque a lo largo del tiempo. Es un paso importante porque no se centra todo en la explotación forestal. Se trata de un hito para las inversiones de Ikea en los bosques, que les permitirá implementar su enfoque a largo plazo de la gestión forestal con la certificación del Consejo de Administración Forestal (FSC). Ikea no gestionará este bosque por sí mismo, sino que ha contratado a la firma de gestión forestal Campbell Global, de Oregón, que gestiona casi 2.6 millones de acres de tierra en todo el mundo.
La idea de Ikea es que esta inversión sostenga su producción de muebles en los Estados Unidos mediante una gestión responsable del bosque. Esta política se enmarca en los esfuerzos de la empresa para ser más sostenibles. Ikea es ya uno de los mayores compradores mundiales de madera certificada FSC, y recientemente lanzaron una línea de muebles fabricados con botellas recicladas y madera recuperada. Aunque esta es la primera compra forestal de Ikea en los Estados Unidos, la compañía ya posee más de 250.000 acres de bosques en lugares como Rumania y los Estados Bálticos.
La adquisición de bosques por empresas puede contribuir a una explotación sostenible siempre que se realice bajo estrictas medidas de conservación y gestión equilibrada que respete el entorno y su potencial.