Ecosistema editorial
Hay algunos puntos en común en el ecosistema editorial de Estados Unidos y España, que son referencia indiscutible para su continua evolución y supervivencia en un entorno cultural y de mercado en el que hay muchas otras opciones de entretenimiento: videojuegos, cine, música, teatro, danza, exposiciones, series de TV, etc.
La crisis económica y la irrupción con fuerza de los ebooks y la piratería, han dinamitado el equilibrio del sector editorial, más en España que en Estados Unidos, donde afrontamos otros retos. En cualquier caso, el resultado es el mismo: el ecosistema editorial ha cambiado, muchas editoriales han desaparecido, se han fusionado o han sido absorbidas por grandes grupos; otras han surgido, y todas han debido adaptarse al nuevo entorno.
El sector aporta un porcentaje nada desdeñable al producto interior bruto de ambos países, con miles de puestos de trabajo que dependen del libro y la industria que hay alrededor. Las claves para adaptarse han sido diversas, entre ellas destaca la reducción en el catálogo de libros, la mejora sustancial en su acabado, con más calidad, la diversificación de la oferta, la exportación a nuevos mercados, y la expansión del libro electrónico sin abandonar el papel impreso. Tanto para Estados Unidos como para España uno de los retos pendientes es encontrar nuevos lectores. Hay muchas medidas para fomentar la transformación del sector editorial, pero pocas destinadas a que haya más y verdaderos lectores, que es la base para que los libros tengan futuro en un panorama cultural atomizado, fragmentando, y que evoluciona rápidamente.
Las editoriales pequeñas y medianas que han surgido en estos últimos años son precisamente las que más están haciendo por fomentar la lectura y las que están afrontando los actuales desafíos con mejores garantías de supervivencia basada en la calidad de sus obras y del trabajo realizado, algo que perciben los lectores. Esto lo están consiguiendo al realizar una selección muy exhaustiva de los títulos y autores que editan, al cuidar los acabados de calidad de los libros, al reducir sus estructuras y gastos, y al diversificar los contenidos editados.
La fidelización de los lectores ha sido otra de las claves del éxito de las editoriales que están saliendo fortalecidas en este nuevo panorama editorial, si bien la capacidad de llegar a los escaparates y la visibilidad sigue siendo una asignatura pendiente.
El ajuste de las tiradas publicadas y la comunicación de las novedades son también campos en los que se trabaja intensamente, al igual que la interacción con otros grupos editoriales, y que marcan el camino a una supervivencia y expansión en un mercado radicalmente distinto al de hace sólo cinco años.
Un ecosistema editorial diferente con nuevas reglas y algunos nuevos actores llamados a revolucionar el mismo.