Trump no olvida
Contra viento y marea. Contra la prensa progresista manipuladora, los medios en manos de lobbies que desean acabar con su presidencia, los corresponsales sin idea de lo que es Estados Unidos y sesgando la información de forma desvergonzada, los políticos del establishment que han hecho de la política su modo de vida en vez del servicio al pueblo estadounidense… Contra todo eso y el Estado Profundo que utiliza al fiscal especial Robert Mueller para encausar al presidente sin ninguna prueba y tras despilfarrar millones de dólares de los contribuyentes.
Trump se enfrenta a todo esto y lo hace sin perder los nervios ni el rumbo que puso desde el comienzo de su presidencia. Ha desmontado pieza a pieza el nefasto legado que dejó Obama y ha sentado las bases de una presidencia conservadora que está rindiendo excelentes resultados para el pueblo estadounidense y para la nación.
Trump no olvida que sus apoyos están en las ciudades y pueblos de América, en las familias de Ohio, Pennsylvania, Florida, Texas, Michigan, Carolina del Sur y Kentucky. En todos los lugares donde importa la popularidad de Trump está al alza. El presidente está sabiendo conjugar la política internacional, con medidas firmes frente a Corea del Norte, Rusia o Irán, con negociación hábil con la Unión Europa y China en temas comerciales, pero atendiendo los temas que preocupan a los estadounidenses que lo elegimos. Por eso está impulsando una nueva normativa pro vida que impida que las clínicas abortistas reciban fondos federales y se trabaja con intensidad para elegir un speaker de la Cámara de Representantes que colabore con el presidente y agilice la agenda MAGA en el Congreso. Y ha firmado una ley para desregularizar el sector bancario, favoreciendo a los pequeños y medianos bancos mientras se supervisa mejor a los grandes. Un nuevo marco regulatorio que hará crecer más la economía. Los gestos importan, y Trump no olvida que donar su sueldo presidencial, como ha hecho con el salario del primer trimestre al Departamento de Veteranos, es prueba de que su paso por la política es únicamente para trabajar por el bien del país y los estadounidenses.
Trump tampoco olvida que la batalla de las ideas se combate en el lenguaje. Por eso al llamar animales a los miembros de la MS-13, auténticas alimañas, mantiene vivo un mensaje importante para luchar contra esta gentuza. No podemos tolerar este tipo de “animales” en nuestra sociedad. Ser tolerantes con eso es el fin de la sociedad misma.
Trump no olvida las promesas a sus votantes. El traslado de la embajada norteamericana a Jerusalén, la capital de Israel durante 3.000 años, es una vigorosa muestra de ese compromiso del presidente con sus promesas y su voluntad de tomar decisiones difíciles y no postergarlas. Esto define a un auténtico líder. Y es lo que indigesta a los progres llorones del mundo, incapaces de asumir la valentía y el éxito de Trump. Que tampoco ha dudado en cancelar y aplazar la cumbre con Kim Jong-un para no ceder a chantajes de ningún tipo.
Con el verano encima, el presidente Trump ha consolidado una popularidad general en la sociedad estadounidense por encima del 52% y en niveles del 90% entre republicanos. El compromiso y la lealtad de las bases de Trump es abrumadora y ya se extiende a sectores de la población que sólo mostraban su apoyo tímidamente: cada vez más la población negra e hispana huye de las noticias falsas de los medios y apoyan a Trump también.
Las investigaciones oficiales han demostrado que el FBI de Obama espió la campaña de Trump para intentar derrotarlo con malas artes. No lo consiguieron entonces ni lo van a conseguir ahora con los intentos de incriminarlo mediante la caza de brujas que llevan a cabo.
La habilidad negociadora de Trump ha permitido a Estados Unidos llegar a un acuerdo con China para reducir el déficit comercial, algo histórico, un éxito sin precedentes que va a hacer posible que la economía y el empleo sigan creciendo.
Trump es fiel a sí mismo. No olvida la estrategia que le ha llevado al Despacho Oval y que está logrando éxitos importantes para el país. Y la pone en práctica cada día ante el pasmo de los medios y los políticos.