Uno de los grandes yacimientos de empleo actuales y del futuro se encuentra en el área del medio ambiente. En Estados Unidos hemos detectado que cada vez con más frecuencia los empleos relacionados con la ecología y el medio ambiente son determinantes y tendrán una influencia creciente en la economía. Conscientes de este hecho, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) desarrolla desde hace tiempo programas de formación específicos de especialistas en distintas áreas.
En este sentido, recientemente se aprobó la financiación de programas en el área de medio ambiente y presupuestos para la formación laboral por más de US 6.2 millones de dólares. El dinero irá destinado además a formar y capacitar a personas de las áreas menos favorecidas económicamente y más contaminadas.
Durante esta etapa de nuevas inversiones, Atlanta (Georgia) será una de las ciudades que recibirá la financiación y la formación que se pretende impulsar y que no solo contribuye a crear nuevos empleos sino que potencian la salud de las comunidades, las familias locales y ayudarán a un crecimiento económico más sostenido y sano.
El programa de EPA está bien orientado porque fija su atención en habitantes y organizaciones locales que conocen las áreas en las que se pretende actuar, con lo que se consigue mayor efectividad con estos nuevos empleos. Además, es el camino correcto para fomentar formación y empleos de calidad al mismo tiempo que protegemos el medio ambiente y evitamos elevar los niveles de contaminación.

Aunque el programa de EPA existe desde hace tiempo, es evidente que aún no se ha hecho todo lo necesario, ni en financiación ni en recursos, para convertirlo en una herramienta de mayor impacto en la economía general. Sin embargo, su efectividad nos marca el camino a seguir. No podemos olvidar ni desdeñar estas realidades. Desde 1998 la EPA ha invertido más de 35 millones de dólares en educación ambiental, que han permitido formar a alrededor de siete mil personas a través del programa de Desarrollo de Fuerza de trabajo ambiental y de Capacitación Laboral. De estos, más de cuatro mil han sido empleados en trabajos de tiempo completo realizando labores de calidad. Cada graduado ha sido preparado en diferentes áreas, obteniendo certificaciones ambientales en donde se incluye preparación en la gestión de asbestos, plomo, levantamiento de muestreos ambientales, construcción y gestión de escombros. También han sido formados para realizar auditorías en energía y aguas, así como en la instalación de paneles solares y técnicas para la construcción de edificios energéticamente más eficientes.
Asimismo, este programa ha demostrado ser de gran importancia para actuar frente a numerosos desastres naturales, como el ocurrido en la plataforma petrolera de BP en abril de 2010, en donde se preparó a los empleados locales para responder de manera adecuada ante el desastre. De igual forma fueron entrenadas personas que tuvieron la responsabilidad de responder a desastres como el Huracán Katrina y la limpieza de escombros de las ruinas de las Torres Gemelas.

La educación ambiental que proporciona la EPA es una labor que llega a 20 entidades ambientales en 20 estados, así como a organizaciones no gubernamentales y que tienen como objetivo el desarrollo de habilidades ambientales en diversas áreas de trabajo. Todo ello es el gran referente del tipo de acciones e iniciativas que pueden impulsar los responsables de medio ambiente en todo el mundo. Solo se hace necesaria la creación de estrategias específicas con fines claros que permitan implementar planes a corto, medio y largo plazo que nos proporcionen resultados objetivos en empleos de calidad que reviertan en la mejora del medio ambiente.
La educación ambiental es una enorme oportunidad para la economía, para la creación de nuevos empleos y para impulsar eficazmente la protección de la naturaleza y la calidad de vida de nuestras ciudades.