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Emprender en España

Una de las formas más efectivas y sólidas para salir de la crisis en que está hundida España actualmente es impulsar el emprendimiento como fórmula para afrontar los desafíos económicos de un mundo globalizado.
Con el fin de dinamizar la economía española y el tejido productivo empresarial, se hace necesario promover proyectos nuevos y dar mayor apoyo a las iniciativas privadas e individuales. Sólo con estímulos fiscales y apoyos financieros estables y decididos, se podrá contribuir a la creación de las más de 500.000 empresas que son necesarias en los próximos años para salir de la crisis. Son muchas las medidas imprescindibles que hay que poner en marcha y que el gobierno de Rajoy debe implementar lo antes posible. Medidas como la tramitación on-line de la constitución de empresas en 24 horas y con un coste que no sea superior a 24 euros, establecer la devolución mensual del IVA y la creación de un nuevo sistema de cálculo de cuotas de la Seguridad Social a las empresas de nueva creación o startups, y para los autónomos.
Es preciso adoptar incentivos fiscales como la creación de la “acción de emprendimiento” (startup shares) para facilitar la atracción de talento por los emprendedores en los primeros años de vida de su empresa, algo que permitiría retribuir a sus trabajadores con este tipo de acciones, lo que tendría un beneficioso tratamiento fiscal cuando la empresa empiece a crecer. Para las personas físicas y los business angels, la tributación por las plusvalías obtenidas en empresas de nueva creación o startups, en adquisiciones realizadas hasta el quinto año de constitución y con un mínimo de tenencia de 2 años sería interesante que fuese del 1%. Además, se podrían integrar en el IRPF las minusvalías, con el límite de 150.000 euros por año, pudiendo integrar el exceso de la pérdida durante los cuatro años siguientes. Hay que aplicar incentivos fiscales en el IRPF para inversión y/o financiación de startups o empresas de nueva creación. En el caso de inversión, deducción del 15% con el límite base de 100.000 euros. En el caso de financiación, tributación al 10% sobre las rentas obtenidas. Son porcentajes orientativos, pero lo importante es aplicar ventajas de este tipo.

De forma paralela es necesario implementar en los planes de estudio asignaturas que profundicen en una educación emprendedora y la cultura empresarial, tratando metodologías que primen las experiencias reales y un enfoque práctico, y todo ello en el ámbito curricular en la Educación Básica, el Bachillerato, la Formación Profesional y la Universitaria, de manera que se fomente el desarrollo de actitudes y valores, capacidades y habilidades emprendedoras y empresariales a lo largo de la educación. O sea, cambiar la mentalidad tan arraigada en España de convertirse en funcionario para toda la vida o que otro te ofrezca trabajo para que sea uno mismo quien lo emprenda y lo desarrolle a partir de sus habilidades aprendidas. Además, es preciso capacitar a los docentes en materia de educación emprendedora mediante su incorporación tanto en los estudios reglados de docencia como en una oferta amplia de formación continua, así como desarrollar programas que promuevan la creación de empresas en los centros de formación profesional, las universidades y escuelas de negocios. Me refiero eso sí a programas eficaces y de calidad, que no incentiven el enchufismo o los contactos familiares, sino la capacidad y el talento.
Otra medida muy interesante sería la creación de un “Visado de Emprendedores” que permitiera atraer talento empresarial e innovador del resto del mundo a España, sin olvidar desarrollar un entorno de contratación más transparente y competitivo que posibilite a las startups o empresas de nueva creación acceder a contratos de la Administración Pública y de grandes empresas. Igualmente positivo sería vincular la financiación de las Universidades públicas a spin off o a proyectos con empresas privadas así como crear un Fondo de Emprendimiento de capital semilla público-privado y un Fondo de Capital Riesgo público-privado, ambos con gestión privada, para empresas de nueva creación que tengan un carácter innovador, en el que puedan participar el ICO y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) junto a Sociedades de Capital Riesgo. Se puede complementar con indicadores que identifiquen el retorno y calidad de cada una de las iniciativas de apoyo a los emprendedores y fomento de la innovación que ponga en marcha la Administración Pública, para poder tomar decisiones después sobre su continuidad.
No son las únicas medidas que el gobierno puede adoptar para impulsar el emprendimiento y la creación de pequeñas y medianas empresas (pymes), y autónomos, esenciales para salir de la crisis económica y generar riqueza y empleo, pero sí algunas de las más interesantes y efectivas. Estas medidas, y otras similares de incentivo empresarial, como una reducción fiscal considerable para las empresas, son las que el gobierno debería estar priorizando desde ya mismo y las que los ciudadanos deberían exigir.




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