Nicho literario
Quizá no le suene bien, pero la clave para un escritor de éxito es encontrar su nicho literario. Ese espacio en el que los lectores se identifican con lo que escribe el autor y deciden comprar sus libros y leerlos.
Los escritores no deben obsesionarse con gustar a todo el mundo porque la realidad es que hay lectores de todas clases. Los géneros literarios, las etiquetas, las reseñas, las portadas y la popularidad del autor son referencias importantes para que los lectores elijan entre unos libros u otros a la hora de leer. Un escritor medianamente inteligente, con carácter independiente, con alergia a los dictados de las modas literarias, a los mangoneos de altos directivos, inmune a las críticas de ejecutivas sin idea de literatura, deberán centrarse únicamente en la escritura de sus libros y olvidarse de las etiquetas y de todo lo demás. Ya tendrá tiempo de preocuparse de su público lector objetivo cuando llegue a esa etapa llamada promoción.
Mientras tanto, lo decisivo para un autor es identificar su nicho literario y dominarlo, escribir libros que se muevan bien y encajen en ese nicho; leer libros que estén en ese nicho, manejar con habilidad y soltura las técnicas y recursos habituales en ese nicho literario. Dicho esto, el autor debe saber que el nicho literario lo hace uno, se lo trabaja cada uno con su esfuerzo, talento y sacrificio. ¡Todo por mi nicho literario! Debe ser el grito de guerra del escritor de éxito y del escritor satisfecho con su trabajo.
Para crear un nicho literario propio es imprescindible leer mucho y de todos los géneros posibles, no sólo de aquello que nos guste más. Un nicho literario que se precie está formado por influencias distintas, por una mentalidad abierta capaz de experimentar e innovar continuamente. También es fundamental conocer a tu público lector, sus gustos, características y el perfil que tienen.
Un nicho literario de calidad, de esos que te permiten vender libros a tutiplén, hay que trabajarlo y crearlo con una estrategia a largo plazo, con mucho trabajo y esfuerzo detrás. Eso sí, al final se logra un nicho literario en el que moverse como pez en el agua, en el que tener éxito y llegar a esos lectores deseosos de leer los libros que uno escribe.