Próximos objetivos de Trump
La agenda del presidente Trump está llena de actos y reuniones para alcanzar los objetivos que se ha planteado. Hay dos grandes temas que concentran sus esfuerzos: el primero, la construcción de un sistema de recaudación de fondos que permita apoyar a candidatos conservadores que defienden la agenda MAGA, de cara a las elecciones midterm de 2022, y su propia carrera electoral en las presidenciales de 2024, si decide presentarse. El segundo, es el apoyo explícito a esos candidatos mediante comunicados oficiales y una participación selectiva y limitada en actos electorales, como la aparición sorpresa en un evento de campaña de la candidata a Gobernadora de Arkansas y ex portavoz de su Administración, Sarah Hucakbee Sanders.
Para sentar las bases del aparato de recaudación de fondos, se prepara una cumbre durante el mes de abril en Mar-a-Lago y otra en Palm Beach, Florida, donde los donantes conservadores establecerán vías de financiación para inyectar cientos de millones de dólares en el impulso de candidatos MAGA y pro Trump y a causas alineadas con la agenda del presidente.
Esto es especialmente importante porque durante muchos años los demócratas han perfeccionado un sistema de recaudación de dinero oculto que les ha permitido afrontar las elecciones en mejores condiciones. Ahora, los conservadores trataremos de nivelar el campo de juego. Para ello se ha preparado esta primera cumbre de dos días, en la que se analizarán los fallos y aciertos de la campaña electoral de 2020, incluido el descomunal fraude electoral que cometieron los demócratas, un auténtico golpe de estado a varias bandas, y se establecerá una red de grandes donaciones para recuperar el Congreso y la Casa Blanca.
Esta cumbre ocupa el tiempo y los esfuerzos de Trump en estas últimas semanas. El evento está patrocinado por el Conservative Partnership Institute, una organización dirigida por el jefe de gabinete de la Casa Blanca de Trump, Mark Meadows, y el ex senador Jim DeMint, republicano por Carolina de Sur. Trump será el anfitrión de la cena durante la noche inaugural, que incluye la intervención de estrellas conservadoras y ex miembros de la Administración Trump como Stephen Miller, Russ Vought y Ric Grenell.
Trump y un grupo de asesores de alto nivel han llegado a la conclusión de que una infraestructura que proporcione dinero en gran cantidad es fundamental para influir en las elecciones que se avecinan. Por eso la cumbre tiene como objetivo crear un plan a largo plazo para financiar organizaciones sin fines de lucro centradas en políticas con el fin de competir con los progresistas que, a través de mega donantes como George Soros y Tom Steyer, entre otros metomentodos, han desarrollado un sistema bien engrasado para enviar efectivo de forma masiva a una red de grupos de defensa de sus políticas. Después de la elección más catastrófica de la historia moderna, fraude incluido, los inversores, donantes y organizadores debemos reunirnos y hablar sobre cómo y qué sucedió, a fin de trazar un plan para reconstruir el poder conservador en los estados y defender nuestros valores contra el asalto a nuestros sistemas electorales por parte de los demócratas.
Como hemos podido comprobar, los donantes y las organizaciones progresistas se han volcado cada vez más hacia la entrada de organizaciones sin fines de lucro y deducibles de impuestos como palanca de influencia y de cambio. Es hora de que los donantes y líderes políticos que apoyan a los conservadores examinen la forma en que la filantropía puede lograr un público conservador para alcanzar victorias políticas.
Debe ser prioridad conseguir nuevos fondos para desarrollar organizaciones conservadoras que puedan competir con el aluvión de gasto público-privado que la izquierda consigue movilizar.
Es cierto que los republicanos han estado activos durante mucho tiempo en la creación de súper PAC, que pueden recaudar y gastar cantidades ilimitadas de dinero en las elecciones. Pero en los últimos años se han visto superados en la creación de organizaciones sin fines de lucro, que tienen una capacidad más restringida para gastar dinero en las elecciones, pero que aún pueden recaudar grandes sumas para influir en los votantes. Según una estimación reciente de OpenSecrets, los grupos progresistas destinaron más de 500 millones de dólares en dinero oculto para beneficiar a los candidatos demócratas en las elecciones de 2020, en comparación con sólo 200 millones de los grupos conservadores. Esa brecha debe ser cerrada pronto.
Los conservadores hemos visto cómo la red de organizaciones progres sin fines de lucro desempeñó un papel clave en las elecciones de 2020, tales como Fair Fight, una organización centrada en el derecho al voto. Al grupo con sede en Georgia, que fue fundado por la demócrata Stacey Abrams, se le atribuye haber ayudado a los demócratas a obtener una serie de victorias allí. Y no es el único caso que ha influido en los resultados.
Para hacer frente a este desafío, el Conservative Partnership Institute, respaldado por Meadows y fundado en 2017 con la misión de brindar apoyo a organizaciones sin fines de lucro conservadoras, ayudará a encabezar el nuevo impulso que debe financiar el movimiento MAGA. La organización se está asociando también con varios grupos recientemente lanzados dirigidos por ex miembros de la Administración Trump, incluido el Center for American Restoration, que es supervisado por Russ Vought, y el American Cornerstone Institute, que está dirigido por el ex secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano Ben Carson. El CPI también está trabajando con el asesor de Trump, Stephen Miller, que pronto lanzará una organización legal sin fines de lucro enfocada en combatir a la Administración fraudulenta de Joe Biden.
Entretanto, Save America Alliance, un SuperPAC de Trump recientemente formado, albergará una recepción de bienvenida en la noche de apertura de este evento, y desempeñará un papel importante en este esfuerzo conservador financiero conjunto para competir con Democracy Alliance, una red secreta de multimillonarios demócratas que coordinan sus donaciones a los grupos progresistas. Democracy Alliance, que se fundó en 2005 y cuyos miembros incluyen a Soros y Steyer, destinó más de 600 millones de dólares para causas progres durante las elecciones de mitad de período de 2018.
Save America Alliance ha comenzado a construir esta comunidad de donantes activa que se unirá para invertir estratégicamente en las organizaciones que apoyan a America First y a los candidatos que defienden estas políticas. De esta forma, Trump se asegura que el movimiento MAGA que lidera siga vivo e influyendo de forma esencial. El equipo de Trump no está diseñado para gastar dinero en actividades políticas, sino para ayudar a los principales donantes a coordinar sus donaciones en una amplia variedad de formas, incluidas organizaciones sin fines de lucro, candidatos y súper PAC. Así, al unirse a esta red de America First, los donantes conservadores de todo el país y sus inversiones, tendrán un impacto mayor e irán más lejos que nunca.
De entrada, se pide a los miembros de esta alianza que gasten un mínimo de 100.000 dólares al año en entidades recomendadas con el objetivo de que la red inyecte más de 100 millones de dólares en causas conservadoras durante los próximos cuatro años. Para ello, el personal de Save America Alliance se reunirá con organizaciones y candidatos para evaluar su viabilidad y también monitorearán de cerca y harán recomendaciones de contribución para los principales candidatos que desafíen a aquellos que lucharon activamente para perjudicar al presidente Trump y su agenda de America First. De hecho, esa labor ya ha empezado.
Save America Alliance está planeando varias reuniones este año para coordinar los trabajos, incluida una conferencia en octubre en Washington, D.C., donde los miembros podrán escuchar a los principales patrocinadores de la red.
La fundadora de Save America Alliance es Caroline Wren, una recaudadora de fondos republicana desde hace mucho tiempo que trabajó en la campaña de reelección de Trump y también se ha desempeñado como directora financiera del senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur.
El tema de la recepción de Save America Alliance en la noche de apertura de la cumbre del Conservative Partnership Institute es «Reflexiones sobre 2020 – ¿Qué sucedió y cómo?». Caroline Wren también participará en una reunión de desayuno con el representante republicano por Ohio, Jim Jordan, y la abogada conservadora Cleta Mitchell, para analizar cómo los donantes deben reexaminar sus donaciones para encajar en el nuevo modelo de donaciones filantrópicas conservadoras e impactar más las políticas públicas.
La cumbre está programada para los días 8 y 9 de abril, y también contará con un panel de debate centrado en el epígrafe: «Jugando a la ofensiva en 2022», que tratará sobre cómo con demasiada frecuencia los demócratas nos atrapan jugando a la defensiva contra el aluvión de ataques salvajes de los medios de comunicación de izquierda y cómo pasar a la ofensiva.
Los organizadores esperan atraer a varios donantes republicanos importantes, incluidos aquellos que se desempeñaron como embajadores en la Administración Trump. Los embajadores están invitados a una recepción en la noche de apertura encabezada por Grenell, quien fue el director interino de inteligencia nacional y está considerando presentarse para Gobernador de California en la probable elección revocatoria a finales de este año.
La cumbre tendrá lugar poco antes de la reunión de donantes del Comité Nacional Republicano, que se llevará a cabo del 9 al 11 de abril en Palm Beach, Florida. Trump encabezará una cena en ese segundo evento, en el que participarán algunos de los posibles contendientes presidenciales de 2024, incluidos el ex secretario de Estado Mike Pompeo, el senador por Arkansas Tom Cotton, el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, la Gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, el senador por Missouri, Josh Hawley, el senador por Texas, Ted Cruz, y el propio presidente Donald Trump.
Así pues, el mes de abril se presenta clave para los esfuerzos conservadores de articular una estructura económica y financiera poderosa que apoye el movimiento MAGA. De forma paralela, el presidente Trump ha venido apoyando ya a candidatos MAGA que ocupan puestos como congresistas, senadores, Gobernadores u otros puestos clave, tales como el congresista por Florida, Mike Waltz; David Shafer para ser reelegido como presidente del Partido Republicano de Georgia; Ronny Jackson para el Congreso por Texas; al ex Gobernador de Missouri, Eric Greitens, en su candidatura para el Senado; al congresista Jody Hice como secretario de Estado de Georgia; a Julia Letlow como congresista por Louisiana; a Lara Trump, la esposa de su hijo Eric, si decide competir por el escaño de Senador por Carolina del Norte que dejará vacante Richard Burr; a su ex portavoz, Sarah Huckabee Sanders, como Gobernadora de Arkansas, etc.
Con todo ellos se ha reunido o conversado sobre la agenda America First y la recuperación del Congreso en 2022, el próximo objetivo inmediato.
Además, mantiene importantes reuniones con destacados líderes, como el general Charles Flynn, hermano del general Michael Flynn, o el senador Lindsey Graham, entre otros, para tratar asuntos de interés nacional.
Trump compatibiliza estas actividades con intervenciones y entrevistas a los medios para ofrecer sus opiniones sobre una amplia variedad de asuntos, como la crisis de inmigración en la frontera sur, el coronavirus, la economía, la seguridad nacional, etc. Por supuesto, sin perder de vista el perfeccionamiento del arte de jugar al golf y de patear el culo a la prensa progre que sigue mintiendo con descaro.