Ante el auge de desastres naturales y sus graves consecuencias, un tema que trato recurrentemente en el blog, algunos especialistas estamos proponiendo medidas activas para prevenir o hacer frente a estos desastres. Una de ellas empieza a tomar forma y será desarrollada en meses próximos. La idea es concentrar material de especial valor y almacenarlo para cuando haga falta en situaciones de emergencia provocadas por desastres naturales en la región de Asia y Pacífico.
El Comando del Pacífico (US. Pacom) posicionará una parte de la logística que ha sido utilizada en Afganistán para apoyar la respuesta a futuros desastres o diversas contingencias en esta zona estratégica. Con ello se pretende ganar en eficacia y rapidez, que son vitales en este tipo de situaciones. Para empezar estos trabajos lo marines se están desplegando durante este mes de abril cerca de Darwin, Australia, para cumplir seis meses de despliegue de rotación, y la Armada desplegará la primera nave de combate litoral en Singapur esta primavera durante 10 meses. Desde el Comando del Pacífico se está trabajando intensamente para cerrar otros acuerdos de este tipo que permitan acercar los recursos y medios estadounidenses a los lugares donde podrían ser necesarios en el caso de un desastre natural o una crisis.
Esta presencia in situ, unida a la experiencia de base que ayuda a reconstruir entre los EE. UU. y los militares de la nación anfitriona, sería muy valiosa después de un desastre que requiriera de ayuda humanitaria. Además, es una oportunidad de capacitación para nuestros militares, que se familiarizarán con la región asignada, y para los militares de los países donde nos radiquemos, ya que tendrán la oportunidad de trabajar codo con codo con los norteamericanos y aprender nuevos protocolos y actuaciones en casos de emergencias naturales.

De momento, las fuerzas del US. Pacom ya están trabajando con el Departamento de Defensa y la Agencia de Desarrollo Internacional de EE.UU, entre otras agencias y departamentos, para identificar cuáles son los recursos materiales que podrían ser transferidos a la región de Asia-Pacífico. En suma, estudiando las opciones de avance donde se puede localizar la capacidad de asistencia humanitaria sobre el terreno, con el objetivo de poder reaccionar más rápidamente. En situaciones de emergencia, desastre y crisis humanitaria, los recursos humanos y medios como tiendas de campaña, mantas, generadores, alimentos de primera necesidad, etc, son vitales para ofrecer una respuesta rápida y efectiva que salve vidas y encauce el desastre.
La información de inteligencia apunta a que Singapur y Filipinas serán ubicaciones óptimas para almacenar estos recursos humanos y materiales necesarios, debido al bajo coste del espacio de almacenamiento y a las facilidades de acceso para la aviación y la marina norteamericana. Es importante tener en cuenta otro aspecto, y es que incluso países de la región que no se sienten cómodos con una presencia militar visible de EE.UU. tienden a ser más abiertos y a aceptar equipos y suministros posicionados para apoyar una respuesta humanitaria. No es una cuestión baladí, como no nos cansamos de repetir algunos, dado que en estos tiempos de corrección y cooperación política internacional cada gesto cuenta.
Para los militares estadounidenses el reto para la logística en estos tiempos de reequilibrio es asegurarse de que podemos almacenar todo lo necesario lo más cerca que podamos y hacerlo de manera eficiente, ya que esto puede determinar nuestra capacidad para ser eficaces operativamente en un futuro cercano. No podemos olvidar que la región Asia-Pacífico es especialmente vulnerable, por su posición geográfica, a terremotos, huracanes, ciclones y otros desastres naturales. Posicionarnos aquí es una ventaja estratégica de respuesta a emergencias que hemos defendido siempre desde la inteligencia y sectores de las fuerzas armadas para dotar de sentido y misión humanitaria todos nuestros recursos.