George W. Bush ha dado un importante discurso ante 2.500 miembros del Economic Club of Southwestern Michigan (Club Económico del Sudoeste de Michigan). Especialmente significativo por el momento en que se produce, cuando desde algunos sectores arrecian las críticas contra su Administración.
A destacar el estilo elegante del que ha hecho gala el ex Presidente Republicano,
quien ha defendido con contudencia su gestión, pero ha evitado criticar demagógicamente al Presidente Obama, manifestando un respeto escrupuloso del que sus rivales políticos y críticos carecen por completo. Se ha distanciado de ciertas políticas iniciadas por Obama, pero ha rechazado denunciarlas o criticarlas:
«Nada de lo que diga tiene como objetivo criticar a mi sucesor«.
Bush ha defendido su política antiterrorista “Prometí tomar los pasos que fuesen necesarios para protegeros» y aseguró que el plan impulsado por su Adminsitración para intensificar los interrogatorios de priosioneros fue legal y obtuvo información que impidió ataques terroristas.
«La primera cosa que tenéis que preguntaros es qué es legal» ¿Lo que los abogados dicen?… Tomé la decisión para obtener información en el marco de la ley y me digo que cumplí con mi deber de proteger al pueblo de EE.UU. La información salvó vidas«, ha afirmado con firmeza.
«Hay mucha gente que ha dado su opinión. Tengo experiencia de primera mano. No me gustó cuando un ex presidente me criticó a mí. Así es que no voy a criticar a mi sucesor. Le deseo lo mejor«, ha concluido Bush, con sentido común y más respeto del que muestran sus críticos.

También ha aprovechado la cita para referirse a las pruebas nucleares y de misiles realizadas por Corea del Norte, expresando que si se hace un esfuerzo diplomático éste debe ser enérgico, pues de lo contrario no tendrá éxito.
«Mucha gente dice que hay que dar zanahorias (para conseguir un cambio). Mi actitud es que hay que darlas una vez que haya ocurrido el cambio de conducta”, afirmó en relación a este tema, y apostó por no dejarlo todo en manos diplomáticas.
Bush se mostró ágil, con buena cintura política, y rompió con las reglas establecidas para el discurso, respondiendo a las preguntas del público presente, en vez de limitarse a las preguntas preparadas por el moderador.
No dejó pasar tampoco la ocasión de hacer referencia a cuestiones económicas, definiéndose como «un hombre del libre mercado«, y también defendió el plan de rescate millonario que promovió su Administración a finales del año pasado para afrontar la crisis financiera internacional. En su opinión, de no haber actuado entonces, Estados Unidos estaría ahora sumido en otra Gran Depresión.
Ante una cuestión de candente actualidad en la opinión pública, acerca de la posibilidad de que Obama haya abierto las puertas al socialismo con sus políticas económicas, sobre el que fue preguntado, Bush reconoció que «la opinión está ahí fuera…la gente aún espera para ver los resultados de las medidas recientes”.
Su intervención ha sido firme, pero respetuosa con la actual Administración y el Presidente Obama. Otra lección para quien quiera tomar nota.