El nuevo plan de inmigración de Trump
Nadie habla tan claro como Donald Trump en el asunto de la inmigración ilegal y la seguridad en la frontera, que ha sido devastada por la política nefasta de Biden. Su última decisión de revocar el Título 42, que impuso Trump durante su mandato, ha desatado una nueva crisis de inmigración incontrolada que está inundando la frontera y creando caos en las comunidades estadounidenses.
Ahora, mientras asistimos a este desastre, conviene recordar que bajo el liderazgo de Trump, tuvimos una de las etapas con más seguridad en la frontera desde hace décadas con la política que reemplazó “capturar y liberar” por “detener y deportar”. Una de sus políticas de más éxito fue precisamente el Título 42, que permitía la expulsión instantánea de cualquier extranjero ilegal indocumentado que cruzara las fronteras. Por eso cuando Trump regrese a la Casa Blanca en 2025, se comenzará de inmediato el proceso de asegurar la frontera y expulsar a los inmigrantes ilegales que Joe Biden ha permitido ingresar ilegalmente a Estados Unidos, y que ya suman más de 6.300.000 cruces fronterizos ilegales desde que asumió el cargo tras el fraude electoral.
De entrada, Trump ya ha solicitado al Congreso que suspenda y termine de inmediato la asignación de todos los fondos para la política de “captura y liberación”, como medida previa al relanzamiento de su agenda migratoria, que prevé aplicar condiciones de seguridad en la frontera y combatir a los carteles de la droga y los traficantes de personas, que utilizan la emigración como correa de transporte. La Administración Biden ha entregado el control de la frontera sur a los cárteles y ha puesto a las comunidades estadounidenses en primera línea de un desbordamiento de inmigrantes ilegales que está provocando numerosos problemas y aumento de la criminalidad.
Los datos nos dan la razón a quienes apoyamos la política de Trump. La Patrulla Fronteriza ha informado tres veces más cruces fronterizos ilegales bajo Biden que bajo el presidente Trump. Como promedio, más de 200.000 inmigrantes ilegales cruzan nuestra frontera sur cada mes. En su primer año de okupa en el Despacho Oval, Biden firmó casi 90 órdenes ejecutivas que anularon las políticas fronterizas y de inmigración de éxito de Trump, lo que da idea de su estupidez y de cuán vendido está a otros intereses que no son los de la sociedad americana. Desde entonces, Biden ha alentado la inmigración sin control como el pelele de la Camarilla que detenta el poder real en estos momentos. El 5 de enero pasado, Biden anunció una amnistía masiva unilateral y permisos de trabajo para 30.000 nuevos ilegales cada mes antes de que lleguen a nuestras fronteras, lo que permite a los inmigrantes solicitar la entrada desde un teléfono móvil, que además se les proporciona gratis con cargo a los contribuyentes estadounidenses. Se puede ser más idiota, sí, pero algo sólo al alcance de los demócratas socialistas.
Como resultado, inmigrantes indocumentados ilegales y alijos de drogas continúan fluyendo a través de la frontera sur sin ningún control. En esta América de Biden, 300 personas son envenenadas con fentanilo cada día y el gobierno mira hacia otro lado. Bajo la supervisión de Joe Biden, cantidades récord de fentanilo mortal entraron al país a través de puertos de entrada y cruces fronterizos ilegales. Sólo el año pasado, los agentes incautaron suficiente fentanilo para matar a 379 millones de personas, más que la población total de los Estados Unidos. Y eso sólo sin entrar al problema del tráfico de personas y sexual, que se ha disparado a cifras alarmantes.
La Administración Biden recuperó rápidamente la política de «atrapar y soltar» de Obama, lo que ha provocado un aumento descomunal en los cruces fronterizos ilegales.
Ahora, en medio de números récord de entrada de ilegales indocumentados, la Administración Biden ha derogado el Título 42, que los funcionarios de inmigración han utilizado más de 2.500.000 veces en la frontera sur para expulsar a los inmigrantes a México o a otros países de origen. Esto es de una gravedad enorme porque en esos flujos migratorios se detectan con frecuencia la presencia de criminales y terroristas. Al menos 98 terroristas conocidos intentaron cruzar la frontera sur sólo en 2022, una cifra que no incluye ninguna «fuga». El año pasado, agentes federales descubrieron un complot de un conocido inmigrante afiliado a ISIS para pasar de contrabando a cuatro ciudadanos iraquíes a través de la frontera. Mientras que las naciones del Triángulo Norte, compuestas por El Salvador, Guatemala y Honduras, han seguido violando la soberanía de Estados Unidos, Kamala Harris, encargada de la política fronteriza, ha dado al Triángulo Norte una ayuda exterior sin precedentes. Un dato refleja esta realidad: los inmigrantes ilegales condenados por violaciones, asesinatos y agresiones, han aumentado en un 466% en los Estados Unidos.
Para ocultar el verdadero coste de la crisis fronteriza, la Administración Biden ha reclutado ONGs para asentar a los inmigrantes ilegales en estados de todo el país, a cambio de subvenciones federales por valor de más de 137 millones de dólares. Un desatino y un despilfarro que perjudica a toda la sociedad.
Al contrario que Biden, al que los medios aliados aplauden hasta con las orejas aunque se caiga de culo y sea incapaz de hilar argumentos debido a su estado mental, Trump aseguró nuestra frontera sur con firmeza, honró a la Patrulla Fronteriza, que hace un formidable trabajo en condiciones muy duras, e impulsó la construcción de más de 400 millas del muro fronterizo más avanzado del mundo, lo que hizo posible una reducción del 87% en los cruces fronterizos ilegales donde se alza el muro.
La Administración Trump hizo cumplir las leyes de inmigración, el Departamento de Justicia procesó una cantidad récord de casos relacionados con la inmigración ilegal, y puso fin a la peligrosa política de «atrapar y liberar», que permitía que los extranjeros ilegales fueran liberados en los Estados Unidos, a menudo para no ser vistos nunca más.
La Administración Trump capacitó a los agentes de la Patrulla Fronteriza en primera línea para ayudar al USCIS a realizar controles creíbles sobre las personas que cruzan la frontera ilegalmente, con el fin de combatir el abuso de las solicitudes de asilo y la acumulación de solicitudes de asilo auténticas. Bajo la presidencia de Trump, Estados Unidos inició una asociación histórica con México que hizo posible que su gobierno desplegara a miles de soldados mexicanos para asegurar su lado de la frontera mientras que Trump ordenó el envío de casi 5.000 soldados a la frontera sur.
Todo esto nos recuerda que podemos recuperar la seguridad fronteriza con las políticas adecuadas y de éxito de Trump, que se ha comprometido a resolver el desastre creado por Biden y los demócratas. Una vez más pondrá fin a la “captura y liberación”, restaurará el programa “Permanecer en México” y eliminará el fraude en las solicitudes de asilo. El nuevo plan de Trump para asegurar la frontera incluye el compromiso de declarar la guerra y derrotar a los cárteles de la droga, tal como hizo Trump con ISIS en su momento. Además de restaurar una sólida seguridad fronteriza, Trump desplegará todos los activos militares necesarios, incluida la Marina para imponer un embargo naval total a los cárteles.
Entre las medidas de este plan, se incluye también ordenar al Departamento de Defensa que haga un uso apropiado de las fuerzas especiales, la guerra cibernética y otras acciones abiertas y encubiertas para infligir el máximo daño al liderazgo, la infraestructura y las operaciones de los cárteles. Algo que muchos policías, militares y asesores estamos solicitando con urgencia. De entrada, Trump se ha comprometido a designar a los cárteles peligrosos como organizaciones terroristas extranjeras para frenar su acceso a los sistemas financieros globales. Otra de las medidas que muchos venimos defendiendo.
El nuevo plan de seguridad fronteriza de Trump incluye el compromiso de formar una asociación sin precedentes con los gobiernos vecinos de nuestra región para derrotar a estos cárteles que sólo llevan violencia y destrucción a la sociedad. Trump tomará todas las medidas necesarias, incluida la exposición de cada soborno, chantaje y corrupción que permite que los cárteles continúen extendiendo sus dominios con miedo, corrupción y violencia. Además, Trump también trabajará con el Congreso para aprobar una legislación que garantice que los traficantes de drogas y los traficantes de personas sean castigados con la pena de muerte.
En suma, tendremos de nuevo una renovada política de inmigración con el sello de garantía de Donald Trump con la que recuperaremos la seguridad y una inmigración legal ordenada.