En el Este
Los equipos electorales Demócrata y Republicano están echando los restos en Pennsylvania y los swing states del Este, Florida y Virginia.
John McCain ha visitado Hershey, cerca de Harrisburg en el Este de Pennsylvania, donde ha vuelto a señalar que la sorpresa es posible y que ganará el Estado el 4/N. Junto con Sarah Palin se ha empleado a fondo para calificar las propuestas de Obama en materia energética como pura palabrería y abogar por más perforaciones.
Ha advertido sobre el riesgo de que la subida de impuestos que ha prometido Obama a los ricos, terminará por convertirse en una subida para la clase media, y ha alertado sobre su obsesión de distribuir la riqueza. Una idea que empieza a calar y a orientar el debate de la elección en el tema de los impuestos, algo que favorece a los Republicanos, al estar en línea con la gran tradición americana de la iniciativa privada y el beneficio justo por el esfuerzo realizado.
Por su parte, Barack Obama ha tenido que regresar de nuevo a hacer campaña a Pennsylvania, donde ha visitado Pittsburgh y Chester; precisamente aquí la lluvia ha deslucido su intervención al aire libre ante una multitud arrecida de frío. El Demócrata ha insistido en comparar a McCain con Bush, un discurso eficaz con sus fieles seguidores, pero que pierde efectividad con los independientes.
Obama, consciente de que cualquier cosa puede pasar, ha pedido un último esfuerzo para lograr la victoria, que se le presenta al alcance de la mano y con todo a favor para lograrla. La campaña le ha llevado también a Virginia, otro Estado crucial, y a Florida, donde se verá con Bill Clinton. Son Estados determinantes, junto con Ohio, Nevada, Colorado, y New Hampshire. California, a la que nadie ha prestado atención en esta campaña, también podría añadir una sorpresa, aunque aquí es menos probable.
A fecha de hoy los datos internos que maneja el Partido Republicano señalan una tendencia clara al alza de McCain, que ha recortado distancias con Obama, y podría dar la sorpresa ganando el 4/N. La clave está en un porcentaje variable de votos indecisos en los swing states, alrededor del 8%, que tomarán la decisión final en el último momento. Imposible saber qué decidirán.
Gallup ya apunta en su último sondeo que McCain está a dos puntos de Obama. Y acercándose.