La creatividad del mercado siempre es positiva cuando se acompaña de valores humanos. Ni siquiera es necesario recurrir a las grandes corporaciones para demostrar que se pueden conseguir buenos objetivos cuando hay voluntad de hacerlo. Un ejemplo de solidaridad con los menos favorecidos desde la libre empresa lo encontramos en la firma familiar artesana española Manuel Rodríguez, de Esquivias (Toledo), que cambia guitarras fabricadas artesanalmente por medicamentos o para sacar a los niños de la pobreza y la exclusión social.
Es una iniciativa digna de admiración que convierte la música en un elemento de inspiración y de unión cultural.

La primera experiencia de esta empresa fue con el centro dedicado a la caridad que dirige el expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter, donde a través de la subasta de sus guitarras se logró recaudar 100.000 euros para ayudar a niños ciegos. Actualmente tienen en proyecto la donación de medio millar de instrumentos para ayudar a los niños de Nicaragua que juegan entre la basura. Otro de sus proyectos será cambiar guitarras por armas en la frontera de México con Estados Unidos, esta vez con los niños de la droga como destinatarios de la ayuda.
De esta forma se realizan proyectos de ayuda humanitaria basados en la guitarra española y su música, que es además una excelente forma de potenciar la imagen de España y su cultura con uno de sus instrumentos más característicos y reconocibles internacionalmente.

La guitarra, que ocupa un lugar destacado en la cultura española y de la que apenas quedan una decena de fabricantes artesanales en España, juega así un papel importante en la ayuda humanitaria a colectivos necesitados y en la promoción del talento español.
La empresa Manuel Rodríguez fabrica unas 5.000 guitarras españolas en su fábrica de Esquivias (Toledo) y otras 20.000 en una planta que montó hace diez años en China. El 90 por ciento de lo que fabrica lo exporta a 120 países, que refleja el potencial de este tipo de artesanía y de la cultura española. Los principales importadores de guitarras son Japón, Estados Unidos y los países nórdicos europeos, donde curiosamente hay más afición a la guitarra clásica que en España.

El buen hacer artesano, combinado con esos valores que le ponen alma y corazón a toda iniciativa, marcan el camino de cómo se puede actuar desde el mercado y del potencial de España. Así, la imagen corporativa de esta empresa se refuerza con sus proyectos solidarios, como el de Forest Stewardship Council, para elaborar guitarras respetuosas con el medio ambiente, y que consiste en proteger los bosques tropicales a través de la reforestación. O la colaboración con la fundación del expresidente estadounidense Jimmy Carter, que anualmente subasta una guitarra Rodríguez con fines benéficos destinados a África.