Juicio a Bradley Manning
Es una de las noticias destacadas de este final de 2011 y lo será en 2012 también. El juicio que se ha desarrollado en Fort George Meade, en Maryland, contra Bradley Manning, el soldado imputado en el caso WikiLeaks, acusado de filtrar miles de documentos a Julian Assange y su equipo.
Las pruebas que se han aportado en el juicio por parte de informáticos y otros testimonios, no dejan lugar a dudas sobre los contactos y conversaciones privadas entre Bradley Manning y Julian Assange, al que filtró vídeos y documentos confidenciales de la guerra de Irak y Afganistán, cables diplomáticos, etc, que incluían información secreta.
Este juicio determinará si Bradley Manning, que lleva año y medio detenido, será juzgado por un tribunal civil o uno militar por los 22 cargos por violar leyes del código militar, entre ellos el robo de documentación secreta, ayuda al enemigo y alta traición, delito que es castigado con la pena de muerte. Por ahora, la Fiscalía sólo solicitará como pena máxima la cadena perpetua. Manning, de 24 años, fue arrestado tras ser acusado por el hacker informático Adrian Lamo de ser el confidente de WikiLeaks, y pone de relieve una vez más la determinación de Estados Unidos para no tolerar la traición entre aquellos que deben velar por la defensa y la seguridad nacional.
Lo que pase con Bradley Manning es especialmente importante para la comunidad de Inteligencia porque marcará un punto de inflexión sobre la responsabilidad de estos individuos que se dedican a filtrar información confidencial. Manning, analista de inteligencia, fue detenido en mayo de 2010 tras ser acusado de haber entregado a Wikileaks 260.000 cables diplomáticos, un vídeo de acción bélica y más de 90.000 informes de inteligencia sobre las guerras de Afganistán y de Irak.
Las pruebas en su contra son concluyentes, como este juicio y el que venga después demostrarán, por eso está llamado a ser el próximo preso más famoso. Eso sí, nunca más tendrá acceso a información secreta ni podrá traicionar a sus compañeros. Su detención y procesamiento es una llamada de atención también para otros posibles traidores porque afortunadamente quedan muchos leales que no dudarán en sacar a la luz a quienes se aprovechan de su cargo.