En los últimos veinte años la música country ha experimentado una renovación que lo ha colocado entre los géneros musicales más populares entre públicos de todas las edades. Pero no es algo estrictamente nuevo, en realidad, esto siempre ha sido así.
La música tradicional americana ha formado parte de la historia de los EE.UU, acompañando el proceso de formación y expansión de la nación, enriqueciéndose en primer lugar con melodías tradicionales inglesas, irlandesas y escocesas, y de diversa procedencia después, con la llegada de nuevos colonos. Los años veinte y la irrupción de la radio, permitió que más gente en más lugares escuchara la música tradicional de diferentes regiones del país. El show de radio WSM, desde Nashville, Tenneessee, se convirtió desde 1925 en el programa de música country más popular. Se emitía junto con el programa de música clásica “The Grand Old Opera” (La Gran Opera Vieja), de ahí que los cantantes y aficionados de country comenzaran a llamar a su programa El Gran Ole Opry, que era escuchado por millones de personas a lo largo y ancho del país. Decenas de artistas acudieron a Nashville para cantar y grabar, convirtiéndola en la capital del country.
La música contribuyó a estructurar la sociedad y el país, desde un aspecto musical, sentando las bases de lo que sería el gran género de la música country. Aún hoy este programa de radio es inmensamente popular la noche de los sábados, que se emite en directo desde un teatro en Opryland, Nashville, Tennessee, a través de la emisora WSM 650-AM.
En aquella época, el Auditorio Ryman, en Nashville, era el lugar donde se celebraba «The Grand Ole Opry«. Hoy día está abierto para las visitas turísticas y todavía se usa para conciertos y otros eventos.
El nuevo Grand Ole Opry está en «Opryland«, en Music Valley, un suburbio de Nashville. El círculo de roble negro tras el micrófono, donde actuaban y actúan las grandes estrellas, se ha convertido en un incono de este género musical y de la cultura americana. Este círculo de seis pies fue cortado del escenario originario del Auditorio Ryman y forma parte de la memoria colectiva de este país.
Los años treinta marcaron la influencia del country en el cine, adonde desembarcó en las películas de vaqueros con sus canciones y melodías. Una impronta que ya nunca desaparecería. Los dorados años de Hollywood, entre los cuarenta, los cincuenta y los sesenta, con obras maestras del cine del género Western, catapultan al country de forma masiva y lo convierten en el reducto de los valores americanos.
En ese espacio de tiempo, el género se pulió y se comercializó masivamente. Es en ese punto, la primera renovación, cuando algunos puristas consideran que se perdió la autenticidad y el corazón del country. Pero realmente sólo fue una etapa en su evolución natural con el país. Los tiempos estaban cambiando, y el country cambió también.

Los años veinte aportaron ya algunos de los cantantes más exitosos del género, como Al Hopkins, Fiddlin John Carson, Vernon Dalhart, Jimmie Rodgers, y la legendaria familia Carter, con sus melodías puristas y líricas, que contribuyeron con algunas de las más clásicas canciones de la música country, como “Will the circle be Unbroken”, “Keep on the Sunny Side”, y “Wasbash Cannon Ball”.
En esos tempranos años del género, probablemente no hubo cantantes más populares e importantes que Hank Williams (senior), con su inconfundible voz nasal y sus letras sabias y sencillas, y Patsy Cline, de voz cristalina, que marcaron con “Your Cheatin Hear” y “Crazy”, respectivamente, dos hitos fundamentales, y una sucesión de éxitos clamorosos e irrepetibles. A Hank le debemos canciones inmortales como “Long gone lonesome blues”, “Move it on over”, “Honky tonkin”, “A long gone daddy”, “Lovesick blues”, “You’re gonna change”, “Why don’t you love me”, “Cold, cold heart”, “You’re cheatin’ heart”, y “Take these chains from heart”.
Gracias al talento y la voz única y maravillosa de Patsy, tenemos “Crazy”, “Walkin’ After Midnight”, «I’ve Loved and Lost Again», «How Can I Face Tomorrow», «How Can I Face Tomorrow»,”I Fall To Pieces”, “She’s Got You”, “Sweet Dreams”, “Tennessee Waltz”, “San Antonio Rose”, “A Church, A Courtroom And Then Goodbye”, “Leavin’ On Your Mind”, y «Never no more«, entre otras muchas.
Después vendrían Roy Acuff, Tex Ritter, Johnny Cash, Loretta Lynn, Merle Haggard, George Jones, Patsy Montana, Texas Tornados, Charley Pride, Buck Owens, Kitty Wells, Dolly Parton, Tammy Wynette, Liz Anderson, Willie Nelson, Chet Atkins, y otros tantos cantantes y músicos, cuya enumeración sería interminable, a veces no tan populares, pero imprescindibles en la historia del country, que siguieron el camino emprendido por los pioneros del género, expandiendo sus fronteras y sonidos.

La música Country & Western ha conservado las esencias y las raíces culturales norteamericanas, adaptándose a los nuevos tiempos. Sus historias de amor, desamor, lealtad, patria, honor, religión, soledad, guerra, viajes, pobreza, y sentimientos, han dado al mundo un puñado de obras maestras dignas de ser descubiertas por el aficionado a la música en general y de mantenerse en el recuerdo de los buenos aficionados al country.
Artistas como Garth Brooks, que encarna la renovación del country con maestría y calidad infinitas, Travis Tritt, Ricky Scaggs, Reba McEntire, Tanya Tucker, The Judds, Alan Jackson, Emmylou Harris, Linda Ronstadt, The Mavericks, Toby Keith, Kenny Chesney, Brooks & Dunn, George Strait, Dwight Yoakam, Tim McGraw, Rascal Flatts, LeAnn Rimes, Sugarland, Brad Paisley, y Carrie Underwood, entre otros muchos que ha aportado el género en estos años, han logrado colocar al country entre los más escuchados en EE.UU y en la cima de la popularidad a nivel mundial, como nunca antes estuvo.
Además, una legión de artistas menos conocidos se ha encargado de mantener las estructuras más genuinas y puristas del género.
Por otra parte, el hillbilly tradicional ha desembocado en una corriente de nuevos estilos: nuevo country, rockabilly, blue grass, country rock, honky tonk, western swing, pop country, tex-mex, sonido Nashville, cajun, outlaw country, y vaquero tradicional o urbano. Todos se engloban dentro del gran género musical del Country & Western, el más puramente americano.
En sus diversas vertientes y estilos, sigue siendo la música más popular y escuchada, ya sea en el ambiente rural o en el urbano, donde ha visto una expansión sin precedentes, añadidas a los tradicionales blue collar-workers, con nuevas audiencias procedentes de estratos profesionales muy diversos, cosmopolitas, alto nivel cultural, y con gustos sofisticados.

La música country ha conservado las esencias y las raíces culturales norteamericanas, adaptándose perfectamente a los nuevos tiempos. Sus canciones, a veces rápidas o de baile, otras veces baladas, con sus letras y melodías reales e impactantes, han dado al mundo un puñado de excelentes joyas musicales, un sinfín de buenas y hermosas canciones, y artistas de enorme talento.
Si hay una música que conecte con el patriotismo norteamericano y sus auténticas raíces, con el alma del país, ése es el Country & Western, que refleja los valores de América, sus problemas, ideales, frustraciones, fe, sueños, y realidad social, siempre con letras pegadas a la realidad y música que llega al corazón.
La renovación musical del género es la prueba evidente de que el country ha sabido competir en el mercado, sin perder esas raíces. Sus canciones tradicionales o modernas nos traen a la mente la América real y más auténtica. La que nos habla de historias cotidianas y normales protagonizadas por gente normal: el vecino, el compañero de trabajo o estudios, un amigo, o un familiar.
Es la música de la gente, la que nos habla de dónde vienen los EE.UU, de espacios sin fin, de ciudades y pueblos, de sueños, sentimientos, e historias que a todos nos pueden pasar, que a todos nos pasan.
La música Country & Western tiene suficiente calidad para emocionar y contarnos historias tristes o alegres en unos minutos de enorme fuerza artística.
El cine, la literatura, la radio, la televisión, Internet, y la publicidad, recurren con frecuencia a ella cuando desean resaltar momentos relevantes y de gran intensidad. La razón es simple. Sus notas musicales nos llevan directamente al corazón de América y nos conmueven con sólo escucharla. Es la música que conserva la fuerza, la libertad, y el poder de inspirar los sentimientos y los ideales americanos.