Trump renueva Estados Unidos
El presidente Trump enfrenta un trabajo épico: la renovación de los Estados Unidos después de que el país soportara durante años gobiernos ineficaces y derrochadores que lo dejaron magullado, deficitario y golpeado de mil maneras distintas. Trump está limpiando la nación y cumpliendo su lema de campaña, realmente está logrando hacer América Grande Otra Vez. El último dato de crecimiento económico del PIB del 4.1º% es uno de los resultados más evidente, pero no el único. El rearme moral, de valores y de patriotismo no es menos importante.
Trump se ha convertido en el factor dinamizador de un gran esfuerzo nacional para reconstruir el país y restaurar la promesa del sueño americano para los ciudadanos estadounidenses. El presidente ha reorientado el rumbo de los Estados Unidos y del mundo en apenas año y medio de presidencia. Ha enfrentado todos los desafíos y dificultades, como unos medios progres que realizan una cobertura negativa de su presidencia en el 98% de los casos, y un Estado Profundo que trata de zancadillearlo, y está haciendo el trabajo para el que fue elegido. Y lo está haciendo de forma extraordinariamente bien. Algo que enfurece a sus críticos y les provoca ardores que ya no calma ni con la dosis habitual de noticias falsas.
Pasado el día de la Independencia, y cuando nos embarcamos ya en el mes de agosto, preámbulo de unas elecciones midterm decisivas en noviembre, es bueno analizar los aspectos que han influido en que Estados Unidos esté hoy mejor que hace dos años y las excelentes perspectivas de los candidatos trumpianos. Trump ha devuelto el liderazgo a los Estados Unidos y ha colocado al país en primer lugar, ha logrado que el gobierno federal funcione mejor y las familias americanas se beneficien de una prosperidad económica mucho más justa para todos. Una prosperidad que se expande por todo el país y a todas las capas sociales.
Trump dijo que: «Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país ya no serán olvidados. Todos te escuchan ahora». Es una afirmación que se ha hecho realidad. Trump ganó la presidencia prometiendo un gobierno más responsable y políticas enfocadas a ayudar a los ciudadanos. Lo ha cumplido a rajatabla. Uno de los grandes logros del presidente es intangible: el gobierno vuelve a ser popular y respetado por la mayoría de los ciudadanos, y además ha restaurado la confianza de la juventud en el futuro.
Durante estas últimas décadas, los Estados Unidos vivieron épocas de decadencia que se intensificaron durante los último ocho años. Trump ha conseguido que la gente vuelva a gobernar sus vidas y sean realmente la voz y la acción del gobierno, y no de un establishment podrido. Por supuesto, quedan enormes desafíos por delante, pero es que Trump lleva sólo año y medio en la Casa Blanca. Con todo y eso, los avances han sido espectaculares. Trump ha cortado de raíz la expansión del gobierno y ha limitado las regulaciones que estaban asfixiando al país. El recorte de la burocracia y de los impuestos confiscatorios han dado paso a un nuevo marco más justo, con impuesto bajos y menos regulaciones inútiles. El resultado lo conocemos de sobra: una economía en expansión superior al 4% del PIB, el nivel de desempleo más bajo en cincuenta años y más de tres millones setecientos mil nuevos empleos. Muchos de ellos en un sector clave: la industria.
El presidente ha devuelto al gobierno la eficacia y los buenos resultados afrontando con valentía, decisión y políticas conservadoras acertadas los problemas que estaban hundiendo al país: el déficit comercial, las guerras costosas sin planes para después de las victorias, el derroche y la burocracia. La confianza de los ciudadanos en el gobierno de Trump es sólida, estable y continúa aumentando al hilo de los éxitos que logra el presidente y que revierten directamente en los ciudadanos. Cuando Trump frena la inmigración ilegal y aumenta la seguridad fronteriza, está beneficiando a los ciudadanos estadounidenses. Cuando Trump exige más productividad a los trabajadores federales y reorganiza los departamentos del gobierno, está trabajando por el bien de los ciudadanos y de unos servicios más eficaces. Cuando obliga a la Unión Europea y a China a jugar con reglas comerciales justas para todos, favorece a los trabajadores estadounidenses.
Trump ha puesto en marcha una reforma del gobierno y la administración que dejará notar un mejor funcionamiento y efectividad en pocos meses. El éxito de su estrategia comercial internacional, la pacificación del mundo, la expansión económica y la resolución del tema de la inmigración ilegal, son pilares de una acción presidencial exitosa que se enfoca a la reelección en 2020. Para entonces, el presidente Trump estará a medio camino de una completa y exitosa renovación de los Estados Unidos.