Los días se agotan y la campaña entra en los momentos decisivos. Los candidatos buscan frenéticamente los votos útiles que les pueden garantizar los suficientes votos electorales para ganar la Casa Blanca.
Barack Obama ha tenido como invitado de excepción a Bill Clinton en un mítin en Kissimmee, cerca de Orlando, en Florida, ante 35.000 ciudadanos. No es casualidad que esta intervención estratégica haya tenido lugar en Florida; el Estado, con sus 27 votos electorales, puede ser decisivo una vez más el 4/N. El Team Obama lo sabe y por eso están gastando aquí tres veces más dinero que McCain. Los privilegios de tener la cuenta corriente llena.
Bill Clinton ha prersentado a Obama como alguien capacitado para ser presidente, un líder sereno, y el futuro de América.
Quien crea que Sarah Palin se ha desfondado, no ha visto su empuje y capacidad de concentrar miles de personas en sus mítines, similar a la de Obama. La Republicana está haciendo gala de coraje y no da por perdida la elección, en línea con McCain, que intensifica la campaña.
Palin ha visitado Indiana por tercera vez en dos semanas y lo ha hecho en Jeffersonville, donde han acudido miles de personas para escucharla. La zona Noroeste de Indiana, compuesta por suburbios de Chicago, se inclinan por Obama, pero el Este y el Sur del Estado votarán seguramente por McCain, que cuenta con ganar en Indiana.
Los efectos del publirreportaje sobre Barack Obama aún están cuantificar. Lo que sí ha logrado es una tribuna inmejorable para hablarle a todo el país. Que su mensaje cale entre esos votantes indecisos, está por ver.