Programa Mujer y Liderazgo
Cuando se habla de igualdad de oportunidades para mujeres y de sus opciones de ocupar puestos de directivos y consejeros en las empresas, se tiende a un error general y es pensar que con cuotas y discriminación positiva se arregla esta cuestión. Algo que es completamente falso y que sólo promociona la mediocridad general y la llegada al poder, en muchas ocasiones, de auténticas inútiles y mujeres poco capacitadas profesionalmente.
Porque no se trata de incentivar el ascenso de cualquier mujer sólo por el hecho de serlo. Sabido es que entre ellas, al igual que entre los hombres, hay de todo: inteligentes, preparadas y hábiles, pero también torpes, inútiles, poco profesionales, vagas e incapaces de desarrollar un trabajo con profesionalidad.
La cuestión es aprovechar toda la capacidad de esas mujeres que sí están preparadas y tienen talento, que por fortuna son muchas. Algo que deben saber es que las puertas del éxito profesional no se les abrirá sólo por el hecho de ser mujeres, como pretenden injustamente algunos sectores políticos (socialistas generalmente) sino porque demuestren valían profesional.
Para lograr este objetivo sin cuotas absurdas y profundamente injustas, sólo hay un camino: el de la formación y el trabajo duro. En España, donde la cultura empresarial aún debe andar un largo camino en la sociedad, podemos encontrar no obstante ejemplos extraordinarios que despiertan admiración y representan el camino correcto.
Es el caso del programa Mujer y Liderazgo de Aliter Business School, cuyo objetivo es promover las habilidades directivas de jóvenes profesionales que sean relevantes en su sector y que dispongan de cualidades con vocación de liderazgo. Llevan cinco años organizando este curso de formación y en este tiempo han cambiado positivamente las vidas de muchas mujeres. Y lo han hecho desde la perspectiva adecuada, la de formar y potenciar la profesionalidad de las mujeres que han participado para que aprovechen todo su potencial profesional, sin necesidad de cuotas discriminatorias.
A este programa, muy bien enfocado hacia habilidades directivas y oratorias, liderazgo, responsabilidad corporativa, y protocolo y comunicación, entre otros temas, pronto se unieron como patrocinadores la compañía farmacéutica Merck y la Fundación Rafael del Pino, que comparten los objetivos de Aliter, sin la demagogia que suele acompañar a este tema. Juntos están trabajando más por la integración y el aumento de las oportunidades para las mujeres que mil planes de igualdad gubernamentales que sólo sirven para llenar los bolsillos de algunos (y algunas) a los que poco importa realmente la profesionalidad en el trabajo.
Una cosa es cierta y es que programas como los de Aliter y otras empresas ofrecen un camino para que el liderazgo, que no es masculino ni femenino, sea aplicado en las empresas en todos sus puestos y que los directivos respondan a una competencia profesional y una preparación auténtica.
La formación en habilidades, liderazgo, cultura empresarial y competitividad, a través de programas y cursos de este tipo, son los verdaderos motores del progreso de las mujeres y para que tengan oportunidades de ocupar puestos directivos y ejecutivos en las empresas.
El programa de Aliter, que comenzó con 28 alumnas, cuenta ya con dos convocatorias por curso, y la demanda es altísima porque no es fácil encontrar programas de calidad como este, que combina el aprendizaje de múltiples recursos, como el networking, y una saludable inmersión en la formación cultural, algo que no hacen otras escuelas de negocios. Por ejemplo, acudiendo a teatros y museos, entre otras actividades, para aprovechar las técnicas teatrales en la oratoria, y poniendo un fondo cultural y humano a las decisiones empresariales.
Este Programa Mujer y Liderazgo contribuye así al éxito de muchas mujeres no por serlo sino por merecerlo, que es distinto y lo que marca realmente a los países igualitarios en el trato y en las oportunidades para hombres y mujeres. Con el contenido de su programa permite que las mujeres desarrollen su inmenso potencial y aporten a la sociedad, al mercado y a las empresas un talento que merece aprovecharse.
La distinta procedencia profesional de las mujeres que cursan este programa es otro de sus puntos fuertes, porque enriquece el debate y la formación de las que participan con otras perspectivas y opiniones, fomentando la tolerancia y la comprensión, el saber escuchar y formar una postura sólida.
Los conocimientos que se aprenden en este programa, la misma experiencia de participar, es un activo de futuro y desarrollo para ellas en sus puestos de trabajo, sea cual sea y en el sector que esté. Un curso que apoya realmente las oportunidades para las mujeres desde la capacitación responsable y profesional, y que rompe con los tópicos de la forma de gestionar de las mujeres. No existe tal, sólo formas de gestionar de personas distintas con diferente formación y capacidades, ya sean hombres o mujeres.