Es cierto que el poder de Estados Unidos se manifiesta de muchas formas, a menudo en el plano político, militar, económico o cultural. Las opiniones antiamericanas, que son una corriente que sigue latente en muchos profesionales de los medios de comunicación, no acostumbran a destacar las campañas que implican un aspecto claramente positivo del ejercicio del poder estadounidense en el mundo. Sin embargo, hay muestras de sobra de la contribución que Estados Unidos sigue aportando al progreso y la convivencia.
La campaña «2011 horas contra el odio», presentada en Córdoba por el embajador en España, Alan Solomont, es uno de esos ejemplos. La promueve el departamento de Estado este año en España, Turquía y Azerbaiyán. Los objetivos de esta campaña son buscar a jóvenes de diferentes culturas y religiones que estén dispuestos a compartir parte de su tiempo en actividades que ellos propongan con la intención de luchar contra el odio y contribuir al fin de la intolerancia en la sociedad, así como fomentar el respeto más allá de la cultura, la religión, la raza, la clase social, el género o la tendencia sexual. Ha sido creada por la Representante Especial para las Comunidades Musulmanas, Farah Pandith, y la Enviada Especial para el Seguimiento y la Lucha contra el Antisemitismo, Hannah Rosenthal. Son objetivos necesarios en un mundo en el que la intolerancia gana terreno con facilidad producto de la ignorancia, los prejuicios y el no entendimiento.

El lugar elegido para presentar la campaña ha sido Córdoba por representar ese pasado de convivencia entre culturas que Barack Obama ya puso como ejemplo en su célebre discurso de El Cairo (Egipto). Durante la presentación, Solomont estuvo acompañado por la enviada especial para luchar contra el antisemitismo, Hannah Rosenthal y por la representante especial para las comunidades musulmanes, Farah Pandith, quien ha apuntado que la campaña global se centra en los jóvenes y el futuro. Dos aciertos plenos porque a ellos va a corresponder hacer el tipo de sociedad en la que se vivirá.
Farah Pandith realizó un llamamiento a la actuación para que los jóvenes “hagan más” por la tolerancia y la comprensión hacia los demás, y puso algunos ejemplos de participación: un musulmán que preste diez horas a una obra benéfica cristiana o un judío que dé un número de horas de enseñanza de inglés o español a un inmigrante de su comunidad. Son formas reales de acercar culturas y potenciar la tolerancia y la convivencia.
La red social Facebook y la página web de la embajada de Estados Unidos en España son los portales en los que los jóvenes pueden darse de alta para esta campaña, comprometer las horas que deseen compartir, anotar qué van a hacer y dar ideas sobre dónde se puede actuar como voluntario. En la red social Twitter también se podrá hacer un seguimiento a las actividades que estén haciendo otros voluntarios.
Se trata básicamente de una campaña contra el odio, mirando al pasado para construir el futuro de una forma tolerante entre religiones y culturas, pero sobre todo entre las personas, que están por encima de religiones e ideologías.
El legado histórico de Córdoba ha sido un punto decisivo para presentar la campaña en la ciudad, y sin duda también lo será en su candidatura como capital Europea de la Cultura en 2016. El hecho de acoger iniciativas como esta campaña estadounidense le proporciona ese compromiso real con la cultura y las iniciativas que merecen la pena llevar a cabo.

La campaña «2011 horas contra el odio» va a suponer un ejercicio de actuaciones y de hechos en los que los jóvenes universitarios tendrán una especial relevancia, en la que ellos serán los verdaderos protagonistas y podrán demostrar su potencial, su compromiso con las ideas de tolerancia que dicen apoyar y con un proyecto de sociedad en el que puedan convivir todos desde la tolerancia y el respeto.
Esta campaña se inauguró oficialmente el 17 de febrero de 2011 en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Viena, Austria, y como parte de su gira mundial ha visitado Córdoba y Madrid. Es una oportunidad única para que una persona que dedica su tiempo a otra con la que no comparte su cultura y tradición enriquezca su vida de forma activa.
A menudo se dice que no hay buenas iniciativas que mejoren el mundo, lo cierto es que las hay y muchas, pero cuando llevan el sello estadounidense no abren informativos ni portadas de la prensa, aun cuando lo merecen ampliamente.

2011 Hours Against Hate

Special Representative Pandith Introduces 2011 Hours Against Hate

Special Envoy Rosenthal Introduces 2011 Hours Against Hate

2011 Hours Against Hate: an invitation for Europeans to join

2011 horas contra el odio – Debate