¿Se han vuelto los lectores tontos? ¿Campa la estupidez y la ignorancia cual liebres campestres? A la vista de los best sellers de los últimos años todo indica que así es. Un análisis de los best sellers de antes, pongamos de las décadas de los 40, 50, 60, 70, 80 y 90, pone de relieve que eran comparativamente mucho mejores, tanto en calidad literaria como argumentalmente.
Este tipo de reflexiones, que se están extendiendo entre algunos lectores, críticos y prescriptores literarios, refleja una realidad apabullante e incontestable. Los best sellers actuales, salvo honrosas excepciones, son una auténtica mierda. Lo siento, no hay otra palabra para definirlos mejor. Sí, me estoy refiriendo en particular a todos esos libros de tendencia erótico/porno que las mujeres devoran como si fueran… en fin, al meollo: no valen nada pero se venden por millones, lo que demuestra que el nivel lector está por los suelos, el de inteligencia ni le cuento, y el nivel en los libros ha descendido brutalmente.
Nada que ver con aquellos buenos best sellers de décadas pasadas, firmados por nombres como Frederick Forsyth, James Jones, Morris West, Leon Uris, James A. Michener, Stephen King (bueno, este se mantiene porque es un fenómeno contra el que nadie ha podido competir), James Waller, Nicholas Evans, Margaret Mitchell, J.R.R Tolkien, William Peter Blatty, Larry Collins, Mary Higgins Clark (otra que aguanta), Danielle Steel, John Grisham (ídem, otro fenómeno), Nelson DeMille (incombustible), Richard Bach…Y tantos otros.

Posiblemente sea esta bajada de nivel la que esté detrás también del descenso de ventas entre los best sellers (la piratería sinvergüenza es otra de ellas). Porque a ver, ¿quién es el guapo o guapa que se atreve a pagar 20 dólares/euros por un bodrio de esos eróticos u otras historias insustanciales, escritas y publicadas para satisfacer expresamente la demanda femenina lectora, en la que ¡oh, sorperesa! la protagonista es siempre una mujer. Para este viaje no necesitábamos estas alforjas. Los estereotipos y las fórmulas para satisfacer a las lectoras han convertido a la mayoría de los best sellers de un tiempo a esta parte en libros insufribles y que te puedes ahorrar perfectamente (en tiempo y dinero). Nada aportan al lector/a. Si no me cree, eche un vistazo a las listas de best sellers y compruebe lo que lee la vecina. Como quien dice…
Sólo el mercado de Estados Unidos, mucho más amplio y variado, se salva de esta plaga de títulos para el olvido, e incluso aquí es preciso seleccionar bastante para alejarse de esa tendencia global hacia la estupidez, el encefalograma aplano, y la insustancialidad.
Los buenos libros terminan siendo best sellers a la larga. Un repaso a las novelas más vendidas, leídas y populares entre los lectores refleja la vigencia de títulos excepcionales.

Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell , Las uvas de la ira, de John Steinbeck, Historia de dos ciudades, de Charles Dickens, Éxodo, de Leon Uris, De aquí a la eternidad, de James Jones, Centennial, de James A. Michener, Calle Mayor, de Sinclair Lewis, El puente de San Luis Rey, de Thornton Wilder, Apocalipsis, de Stephen King, La hoguera de las vanidades, de Tom Wolfe, Los puentes de Madison County, de James Waller, Tiempo de matar, de John Grisham, El caso Bourne, de Robert Ludlum, La caza del Octubre Rojo, de Tom Clancy, El nombre de la rosa, de Umberto Eco, Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach, Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, La buena tierra, de Pearl S. Buck, El sueño eterno, Raymond Chandler, Charlie y la fábrica de chocolate, de Roald Dahl, El gran Gatsby, de Scott Fitzgerald, El pájaro espino, de Colleen McCullough, 1984, de George Orwell, Tiburón, de Peter Benchley, El halcón maltés, de Dashiell Hammett, El hombre que susurraba a los caballos, de Nicholas Evans, El Padrino, de Mario Puzo, A sangre fría, de Truman Capote, El color púrpura, de Alice Walter, Nunca amarás a un extraño, de Harold Robbins, Un mundo feliz, de Aldous Huxley, Shane, de Jack Schaefer, Paloma solitaria, de Larry McMurtry…
Todos ellos son best sellers, novelas de calidad que contrastan enormemente con las listas de súper ventas actuales, plagadas de basura erótico/porno o novelas históricas que también dejan bastante que desear. Únicamente algunas novelas aisladas se salvan de esta mediocridad galopante.
Si quiere buenos best sellers necesita bucear en las listas norteamericanas, y aún así le costará encontrar buenos títulos, a la altura de los que hicieron historia en décadas pasadas.

En absoluto está reñido calidad y comercialidad, hay sobrados ejemplos de buenos best sellers ya clásicos, pero me temo que de los actuales sólo un puñado logrará ser recordado y se mantendrá vigente. Los buenos best sellers, como los antes citados y otros de décadas pasadas, se seguirán leyendo dentro de 30 o 50 años. Igual que unos pocos libros de calidad actuales. De los que pueblan las listas de best sellers hoy día, no va a quedar ni la letra en la que están imprensas, ni el ebook, ni rastro de esas historias absurdas.
El valor literario en las listas de best sellers de Estados Unidos se mantiene honrosamente gracias a algunos buenos títulos y autores, pero si nos vamos a las españolas, es para echarse a llorar… o reír. Ese valor literario ha desaparecido casi por completo, salvo en novelas que no están precisamente entre las más vendidas o figuran más abajo en esas listas.
No todo está perdido. Como señalé antes, los buenos libros terminan siendo best sellers clásicos con el paso del tiempo.