Trump, el Partido Republicano y los Hispanos
A una semana y un día de las decisivas elecciones midterm al Congreso y numerosas gobernaturas estatales, asistimos al auge de los candidatos respaldados por Donald Trump, que parten con muchas posibilidades de ganar.
Uno de los aspectos que influirá en esas victorias para recuperar el control del Congreso y de gobernaturas clave, como las de Arizona, Pennsylvania o Michigan, será el voto hispano, que Trump ha traído hacia el Partido Republicano de forma masiva con su enfoque en los problemas que afectan a los ciudadanos: la economía, la inflación, el crimen, la seguridad, la libertad de expresión, la educación y los valores familiares.
Millones de ciudadanos hispanos han abandonado su apoyo al Partido Demócrata por alejarse éste de las preocupaciones reales e impulsar una agenda política de izquierda cada vez más radical y alejada del interés de los votantes. La propaganda de los medios progres ha dejado de funcionar en gran medida con los hispanos, que se están moviendo hacia el Partido Republicano, con quien comparten valores conservadores tradicionales y un enfoque de sentido común en la vida.
Las encuestas están reflejando esta tendencia creciente del apoyo hispano a Trump y a los candidatos MAGA republicanos que ya alcanza a cerca del 60% de los votantes hispanos. Uno de los logros más importantes de Donald Trump ha sido convertir al Partido Republicano en el partido de los trabajadores y de la clase media mientras que el Partido Demócrata se ha quedado en un partido de las elites cada vez más aislado en su programa radical socialista y lejos de los intereses de los ciudadanos, un partido dominado por una Camarilla corrupta, intransigente y cada vez más dictatorial.
Las políticas de los demócratas en los últimos años han dañado mucho a los hispanos, en concreto los cierres económicos mal justificados por la pandemia del coronavirus, así como las políticas débiles en la lucha contra el crimen y la desfinanciación de la policía, que han derivado en un auge de los delitos violentos y la inseguridad.
La agenda que defiende Trump y sus candidatos MAGA republicanos está orientada hacia los estadounidenses trabajadores y de clase media, a la que pertenecen precisamente la mayoría de los hispanos. Es lógico que su apoyo esté creciendo por millones. Los hispanos legales que viven y trabajan en Estados Unidos se han ganado con esfuerzo su lugar en la sociedad estadounidense, y ahora respaldan a los republicanos porque ven claramente que las políticas que defiende Trump fortalecen esa sociedad.
El mensaje de Trump y sus candidatos en estas elecciones decisivas para salvar Estados Unidos de la catástrofe a la que nos llevan los demócratas socialistas, está siendo un éxito y se basa en los principios esenciales de la agenda America First: una economía más fuerte, un mejor mercado laboral, una reducción significativa del crimen, mayor seguridad fronteriza, un papel más relevante de los padres en la educación de los hijos, menos adoctrinamiento escolar y mediático, y la reafirmación de los valores conservadores familiares. El factor que ha permitido que este mensaje llegue a más comunidades hispanas se llama Donald Trump, que se ha convertido también en su voz y es quien ofrece un futuro verdaderamente mejor para todos. Han sido Trump y sus candidatos quienes han sabido escuchar cuáles son las necesidades y preocupaciones de las comunidades hispanas y quienes han demostrado que entienden que son las mismas preocupaciones que tienen otras comunidades del país, pero con matices propios que deben tenerse en cuenta.
El mayor apoyo hispano a los republicanos va a ser determinante en muchas carreras electorales el próximo 8 de noviembre. La creciente conexión de Trump con los votantes hispanos es el factor decisivo en ese apoyo. Han comprendido que son los candidatos MAGA los que dedican su tiempo y mejores esfuerzos a lograr los mejores resultados en una amplia variedad de temas, como la economía, la seguridad de nuestras calles y para conseguir altos niveles de calidad de vida, incluido el acceso a una mejor educación, una sanidad de calidad y empleos bien remunerados. Es lo que importa a los votantes hispanos.
Trump y sus candidatos MAGA están siguiendo los principios conservadores básicos de mantener bajos los impuestos, mantener bajas las tasas de criminalidad y estar abiertos a la innovación para crear empleos bien remunerados. Esos principios conservadores son los que convencen a los votantes, incluidos por supuesto a los hispanos. Los demócratas radicales de izquierda sólo potencian la división en la sociedad mientras que los hispanos están buscando líderes que busquen soluciones a los problemas reales. Precisamente lo que ofrecen los candidatos conservadores.
Trump ha conseguido entender a la comunidad hispana como ningún otro líder republicano y tiene la capacidad para comunicarse con ellos de una forma directa. Él entiende que no hay otro grupo de votantes tan importante para los republicanos como los votantes hispanos, que son el grupo de más rápido crecimiento, por lo que conseguir unirlos a la base republicana es fundamental para el éxito del Partido Republicano en muchos estados. Este cambio del voto hispano de demócrata a republicano ya empezó en 2020, cuando Trump logró un alto respaldo hispano a su candidatura, en concreto el 40%.
Ahora estamos comprobando cómo los demócratas han pasado décadas dando por sentado el voto hispano mientras impulsaban políticas fallidas sobre la economía, el crimen y la frontera que han dañado a los latinos en gran medida. En cambio, la comunidad hispana se está acercando al Partido Republicano de la mano de Trump y sus candidatos MAGA porque nuestro partido comparte sus valores, en lugar de atacarlos, y defiende con coherencia el mensaje conservador de libertad, prosperidad y oportunidades para todos. Por ello, ganaremos el voto hispano y elegiremos más candidatos hispanos que nunca antes este 8 de noviembre.