Este 2010 se promete apasionante con las elecciones del mid-term en noviembre, que renovarán un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes. Pero ya este próximo 19 de enero tendremos unas elecciones especiales en Massachusetts, para elegir al sucesor de la vacante dejada en el Senado por el Demócrata Ted Kennedy, que ocupó durante 47 años. Eso sí que es agarrarse al sillón con uñas y dientes, y lo demás son tonterías.
El escaño de Senador por Massachusetts, que tradicionalmente han ganado los Demócratas, se lo disputan el Republicano Scott Brown y la Demócrata Martha Coakley. Las últimas encuestas sitúan la carrera de la siguiente forma: Boston Globe: Coakley 17 puntos arriba; Public Policy Polling: Brown 1 punto arriba; Rasmussen Reports: Coakley 9 puntos arriba.

Aunque Martha Coakley lleva ventaja, se trata de un margen pequeño teniendo en cuenta que hablamos de Massachusetts, donde el electorado es mayoritariamente independiente y pro Demócrata. Esto y la baja participación que se anticipa, sobre un 25% o un 30%, pueden provocar algún susto en las filas Demócratas, que afrontan un año de derrotas casi seguras en estas legislativas. Aunque terminen ganando Massachusetts, como es previsible.
El desgaste de la presidencia Demócrata se cobra su precio ya en estas elecciones del día 19, algo que vemos en la tendencia de voto con ventajas reducidas. Téngase en cuenta que Obama ganó Massachusetts a McCain por 27 puntos. La caída refleja el patinazo Demócrata durante este año.

La baja participación y la negativa influencia de un Obama en horas bajas, pueden darle opciones de victoria al Republicano Brown, aunque la inercia de voto tiende a beneficiar a los Demócratas en Massachusetts, plagado de funcionarios y burócratas que viven del estado y votan…Demócrata. Por supuesto. De hecho, los votantes no han elegido a un Republicano para el Senado en 37 años, aunque sí eligieron al Republicano Mitt Romney como Gobernador.
Tampoco le está beneficiando a la candidata Coakley la enorme impopularidad del actual Gobernador Demócrata, Deval Patrick, con un índice de aceptación del 22%, y uno de los Gobernadores más impopulares de la Unión, que también lo tendrá muy crudo cuando se postule a la reelección en noviembre.
Las cosas no pintan nada bien para los Demócratas a nivel legislativo, por eso varios candidatos ya han descartado buscar la reelección. Entre ellos, el Senador Byron Dorgan, de North Dakota; el Senador por Connecticut, Chris Dodd, un peso pesado del Congreso que deja vía libre a otro candidato con más posibilidades; el Gobernador de Colorado, Bill Ritter; y de la Cámara de Representantes se despiden los Demócratas Dennis Moore, Bart Gordon, John Tanner, y otros se los están planteando, como John Spratt.

Tampoco es probable que se salve el líder de la mayoría Demócrata, el Senador Harry Reid, en el ojo del huracán por sus declaraciones racistas. La lista empieza a ser extensa, y a las legislativas se unen elecciones complicadas para los Demócratas en las plazas de Gobernador en estados como Michigan, Colorado, Ohio, etc.
Y 2010 está empezando. Nos espera un año movido.