Terremoto en Haití – Actualización
Estados Unidos sigue liderando la ayuda a Haití. Como parte de las iniciativas en marcha, el presidente Obama ha aprobado una ayuda inicial de 100 millones de dólares para comprar suministros médicos, alimentos, agua, equipos de rescate, y para apoyar los esfuerzos de asistencia humanitaria en curso, una cifra que aumentará a medida que los esfuerzos se enfoquen a la reconstrucción del país.
Además, ha ordenado a las agencias federales que coordinan la ayuda que hagan de Haití “una de sus mayores prioridades«.
Hay que destacar la rápida respuesta de Estados Unidos a esta emergencia humanitaria, que sólo unas horas después del terremoto de 7 grados en la escala Richter que sacudió a Haití, ha desplazado los primeros equipos de rescate en llegar a la isla, unidades del Ejército controlan el aeropuerto de Puerto Príncipe y están ayudando al Gobierno del presidente René Préval a restablecer la autoridad, la seguridad, y las comunicaciones.
El liderazgo norteamericano en estas tareas de rescate y ayuda son más importantes si cabe al prever estabilizar el país para ayudar a su reconstrucción a largo plazo, algo tan importante como las misiones de ayuda y rescate ahora mismo.
Se ha confirmado la primera víctima mortal de nacionalidad estadounidense. En Haití se encuentran alrededor de 45.000 ciudadanos norteamericanos; 160 han sido evacuados y siete heridos fueron trasladados a la base naval de Guantánamo (Cuba).
La masiva operación de logística que ha montado Estados Unidos incluye barcos de los Guardacostas, aviones C-130 Hércules, helicópteros militares, y el portaaviones USS Carl Vinson, que permiten evacuar a los estadounidenses y llevar servicios básicos y de apoyo técnico hasta la población afectada.
Los primeros cien soldados de la 82º División Aerotransportada del Ejército, parte del envío de una brigada de 3.500 militares, han llegado ya Haití, y este viernes llegarán otros 800 compañeros de esta unidad de elite. Estos soldados se sumarán a los 2.200 Marines que transporta el Carl Vinson. Por su parte, el buque hospital de la Marina «Comfort» se está preparando para partir hacia allí. Estados Unidos prevé desplazar también alrededor de 300 médicos.
El personal experto, las unidades caninas, el agua, los alimentos, y los médicos, que están llegando a Haití o ya están aquí, son los que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte de miles de personas.
Las palabras del presidente Obama, en su mensaje televisado de este jueves, puede dar esperanzas fundadas a los haitianos: «Al pueblo de Haití le decimos claramente y con convicción: no seréis abandonados, no seréis olvidados. En estos momento, América y el mundo está con vosotros«.
A estos esfuerzos para ayudar a Haití en esta hora de necesidad, se han unido los ex presidentes George W. Bush y Bill Clinton, que han acordado colaborar en los esfuerzos de rescate. El propio presidente Obama habló por teléfono con Bush el miércoles por la noche para coordinar su asistencia.
Mientras continúan las tareas de rescate, se han empezado a enterrar a las víctimas. Más de 7.000 en las últimas horas, tratando de evitar en lo posible la propagación de enfermedades, un riesgo elevado ya que hay miles de cadáveres abandonados.
Los problemas en el aeropuerto de Puerto Príncipe están colapsando la llegada de los aviones con la ayuda humanitaria, al carecer de suficientes pistas, gasolina, y debido a los daños ocasionados por el terremoto.
Los esfuerzos internacionales, en cuya cabeza está Estados Unidos desde el primer momento, dejan notar la descoordinación imperante. Por ejemplo, la Unión Europea, bajo la presidencia española del gobierno de Zapatero este semestre, no ha sido todo lo rápido que hubiera sido deseable y las estrategias oficiales para afrontar la crisis están en el aire. Sólo los equipos de emergencia han estado a la altura de este reto, pero más por voluntad que por organización.
Muy destacable la labor de los españoles Bomberos Unidos sin Fronteras, de la Unidad Canina de Rescate de Écija, del grupo de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (Ericam), integrada por hombres y perros, y los equipos caninos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, que ya están sobre el terreno realizando labores de rescate y auxilio, o se pondrán a trabajar en breve.
Ni que decir tiene que los 15 perros españoles, junto con los canes de Estados Unidos y de otros países, son los que mejor trabajan y los que llevan la esperanza a los que aún están vivos.
En las últimas horas alrededor de 3.000 policías y «cascos azules» de la ONU han empezado a despejar las principales calles de Puerto Príncipe, dirigir la circulación y asegurar la seguridad en el aeropuerto, el puerto y los edificios públicos. Aunque no han podido evitar que los tiroteos y los saqueos se extiendan por Puerto Príncipe. Si la ayuda alimenticia no llega, es posible que lleguen a las casas.
En medio de este caos humanitario, hasta dos millones de niños podrían verse en situación de riesgo: abandonados a su suerte, huérfanos, heridos, y traumatizados.
La palabra clave ahora mismo es coordinar. Coordinar toda la ayuda humanitaria y los esfuerzos internacionales. Porque en estas horas de caos absoluto, los haitianos siguen muriendo.