Focas, especie amenazada
Cuando Estados Unidos lidera la defensa de alguna especie en concreto, se trata de una buena noticia, ya que es el camino para una conservación más eficaz y que garantiza el índice de supervivencia.
El gobierno estadounidense ha ratificado su propuesta de considerar a dos especies de focas como amenazadas por los efectos de los cambios climáticos. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha precisado que «tratará que las focas anilladas encontradas en el Ártico y el Norte del Atlántico, y dos poblaciones de focas barbudas en el Océano Pacífico, todas dependientes del hielo marino, sean incluidas en la Ley de Especies Amenazadas». Sin duda una buena noticia.
Las focas anilladas, principal presa de los osos polares, ya fueron clasificadas en 2008 como especie amenazada por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (Fish & Wildlife Service).
Con esta declaración, la NOAA da un paso importante en la defensa efectiva de las focas que están más amenazadas en el Ártico, como consecuencia del derretimiento de amplias zonas y la desaparición del hielo ártico, la caza, la contaminación y la disminución de la pesca.
Como va a suceder con otras especies, la protección real de sus hábitats será también una de las claves para la supervivencia de las focas en el Ártico.