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The Searchers y The Unforgiven, de Alan Le May

En otro reportaje publicado en esta web ya traté acerca de una de las obras esenciales de la literatura histórica western, “Shane”, de Jack Schaefer, y hoy quiero recuperar otras dos obras capitales de este género literario, que goza de excelente salud en Estados Unidos, donde se venden millones de libros de nuevos títulos y autores, demostrando el interés de los lectores.
Si hablamos de literatura western clásica, pocas obras tan representativas como The Searchers y The Unforgiven, de Alan Le May, un reputado escritor de este género, que también trabajó en Hollywood como guionista, y que cuenta con títulos como Painted Ponies (1927), Old Father of the Waters (1928), Pelican Coast (1929), One of Us Is a Murderer (1930), Bug Eye (1931), Gunsight Trail (1931), Winter Range (1932), Cattle Kingdom (1933), Thunder in the Dust (1934), The Smokey Years (1935), Deep Water Island (1936), y Empire for a Lady (1937).

Dentro de sus obras westerns, destacan The Searchers, The Unforgiven, The Bells of San Juan, Cattle Kingdom, Spanish Crossing, The Smoky Years, Painted Ponies, Old Father of Waters, Reap the Wild Wind, Blackbeard the Pirate, Along Came Jones, Hell For Breakfast (Useless Cowboy), Thunder in the Dust, Gunsight Trail, Winter Range, y I Dream of Jeanie (screenplay).
Pero, sin duda, fueron The Searchers y The Unforgiven, las que alcanzaron una fama extraordinaria, convirtiéndose en la base de sendos guiones llevados al cine en dos películas inmortales del mismo título. En concreto, The Searchers, publicada en 1954, se convirtió en una de las películas más aplaudidas de John Ford (conocida en España como “Centauros del desierto”), una obra maestra absoluta del cine, adaptada de la obra original por el guionista habitual de John Ford, Frank S. Nugent, que realizó un brillante trabajo. La novela apareció primero serializada en The Saturday Evening Post con el título de «The Avenging Texans» y después en forma de libro como “The Searchers”.

La novela gira en torno a un personaje complejo, Amos, que en el cine se llamaría Ethan Edwards, exsoldado de la Confederación y mercenario del emperador Maximiliano de México. Amos regresa misteriosamente a casa de la familia de su hermano tres años después de terminada la Guerra Civil. Amos/Ethan está enamorado en secreto de la mujer de su hermano, Martha.
Tras el regreso de Amos/Ethan a casa, Martha es violada y asesinada, y su hijo y su marido también mueren a manos de una banda de comanches liderada por el jefe Cicatriz, quien se lleva a los dos supervivientes de la matanza, una niña de nueve años de edad, Debbie Edwards y a su hermana mayor, Lucy, que poco después también es violada y asesinada.
Embarcado en una venganza épica, Amos/Ethan dedica cinco años a buscar a Debbie junto a su compañero, el joven Martin Pauley, un miembro adoptivo de la familia Edwards que en la novela es blanco y en la película es mestizo.

The Searchers, la novela, tiene algunas diferencias más con respecto a la película que protagonizara John Wayne, en uno de los mejores papeles de su carrera, que no les desvelaré aquí, pero que cambian sustancialmente el desenlace.
El nudo del argumento son los cinco años de búsqueda, desde1868 a1873, de la pequeña sobrina de Amos/Etahm, Debbie Edwards, a través de una parte esencial del Oeste norteamericano: Texas, Mexico, Colorado, Utah, Arizona…
El trasfondo melancólico de la novela se deja notar en los personajes principales durante la larga y heroica búsqueda, así como el sacrificio inmenso que realizan Amos y Mart para concluir el rescate. Es una historia de sentimientos y de personajes muy humanos en medio de parajes que ponen al hombre al límite.
Alan LeMay construye una novela impecable, con una prosa rica y de gran belleza literaria, y un argumento lleno de fuerza que vive en cada página. El autor se basó en hechos reales de la época de la conquista del Oeste para recrear The Searchers. En 1836, en Texas, una niña de nueve años llamada Cynthia Ann Parker fue secuestrada por indios comanches, kiowas y caddoes en Fort Parker, cerca del río Navasota. Fue rebautizada con el nombre de Naduah y cuando alcanzó la edad adulta se convirtió en la esposa de Peta Nocona, jefe guerrero de la banda de los Noconi. Rescatada en 1860, Naduah intentó volver con su tribu, pero fue puesta bajo vigilancia y dejó de comer hasta que murió. Su hijo, Quanah Parker, fue el último jefe guerrero comanche antes de que su tribu se rindiera en 1875. Son los hechos históricos que sirvieron a LeMay para crear su novela.

The Unforgiven también se llevó al cine en 1960, interpretada por Burt Lancaster y Audrey Hepburn, y dirigida por John Houston. Trata acerca del racismo contra los nativos norteamericanos en el Viejo Oeste.
El argumento nos cuenta cómo Abe Kelsey reclama como miembro de la familia a Rachel Zachary, una nativa americana, adoptada en secreto cuando era niña. Pero el hermano auténtico de Rachel y su tribu de Kiowas reclaman su regreso diciendo que es una de los suyos. El drama se desencadena cuando la matriarca de los Zachary, Mattilda, conoce la verdad. Ben Zachary, enamorado de Rachel, al igual que ella de él, intenta defender a la familia, pero Cash, el hermano, se niega a negociar.
Los vecinos de los Zachary quieren la muerte de Rachel y los Kiowa la quieren a ella; sólo Ben Zachary la defenderá a costa de su propia vida.
The Searchers y The Unforgiven son dos de las novelas más representativas de Alan Le May, exponentes de una literatura histórica western clásica que sigue plenamente vigente gracias a su calidad y al tratamiento argumental, poniendo el foco en temas que son eternos.
Novelas cien por cien recomendables, que ningún buen lector debería perderse.




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