10 retos para la Administración Obama
Con el inicio del segundo mandato presidencial, Barack Obama afronta numerosos retos que requieren de atención y decisiones inmediatas. Una vez dejada atrás la retórica electoral y las promesas que no se pueden cumplir, hay varios problemas que necesitan del liderazgo y la acción del presidente para adoptar soluciones en temas que amenazan a Estados Unidos en áreas esenciales, como la libertad del pueblo americano, su prosperidad y seguridad.
Estos son los temas que requieren de atención y decisiones urgentes:
1. La aprobación final y aplicación del acuerdo presupuestario y fiscal entre demócratas y republicanos, alcanzado in extremis, que permitirá convertir en permanentes las rebajas fiscales de Bush para las clases medias y eleva los impuestos para las familias e individuos que ganan más de 450.000 y 400.00 dólares respectivamente. Las negociaciones para reducir los 16 billones de dólares de deuda sin perder de vista las inversiones que hacen falta, ya que se hace necesaria también una renovación de las infraestructuras del país que se encuentran en mal estado o de las que carecemos, además de las medidas para reducir el déficit presupuestario.
2. Creación de empleo.
Es preciso seguir adoptando medidas que permitan crear empleo. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), que normalmente no predice recesiones, ha comentado que sin algún tipo de medida que modifique el rumbo actual, el país puede entrar en otra recesión en 2013. Como comentó el analista de la Fundación Heritage J.D. Foster, “Si se produce una desaceleración o incluso una recesión como predice la CBO, la culpa recaerá sobre el presidente Obama”. Al presidente corresponde evitarlo con las medidas adecuadas que hagan posible más creación de empleo e implementar medidas que ofrezcan oportunidades a la clase media.
3. Los recortes en las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Mediante un proceso legislativo llamado “retención de fondos”, el presidente y sus socios del Congreso pensaron que podrían obtener unas subidas de impuestos al tomar como rehenes a las fuerzas armadas de Estados Unidos. De manera que programaron unas reducciones masivas de nuestras defensas para que entren en vigor este enero. En realidad, utilizar a los militares como un arma política es un completo error y no se ha hecho nada para impedir estos recortes, que son muy perjudiciales, ya que mientras nuestros enemigos desarrollan sus programas de armas y los terroristas tienen a Estados Unidos como objetivo en todo el planeta, nuestro país se está preparando para reducir radicalmente sus fuerzas armadas. ¿Y por qué? Todo porque el presidente y los demócratas del Congreso quieren subir los impuestos de una forma no acertada. Hasta ahora, el presidente no ha logrado su objetivo, pero si se permite que las reducciones de las fuerzas armadas sigan adelante, nuestras defensas quedarán perjudicadas en áreas estratégicas. Si estudiamos el tema al margen de la retórica partidista y política, vemos claramente que los líderes políticos podrían arreglar esto sin subir los impuestos y reforzando nuestra fuerzas armadas donde es necesario.
4. Medio Oriente.
Medio Oriente sigue siendo un polvorín, nada nuevo, pero el problema es que esta vez puede estallar en cualquier momento sin importar que el presidente y los políticos de Washington se centren en otros temas, por lo que requiere medidas muy concretas. El peligro inmediato es Irán, que podría ser capaz de armar una bomba nuclear en los próximos meses. Con ser esto grave, no es lo único que amenaza la región. Las protestas en los estados del Golfo, un Egipto cada vez más inestable, los terroristas del Sahel, Al Qaeda en la Península Arábiga, la guerra en Siria…Todos ellos son problemas distintos que confluyen y cada uno tiene el potencial de extenderse por la región y más allá.
5. El terrorismo.
Hay que volver a llamar a las cosas por su nombre y evitar eufemismos de carácter político, el presidente necesita empezar por reconocer que los acontecimientos que se produjeron en Bengasi, Libia, el pasado 11 de septiembre de 2012, y que ocasionaron la muerte del embajador y de otros ciudadanos americanos, fue en realidad un ataque terrorista de Al Qaeda.
Además, el presidente Obama necesita afrontar otra realidad que estamos comprobando cada día: la estrategia antiterrorista para eliminar a los líderes de Al Qaeda ha funcionado bien y puede seguir haciéndolo, pero es preciso complementarla y aplicar una nueva estrategia que persiga desmantelar también los santuarios terroristas de Al Qaeda y sus ramificaciones donde se entrenan, se ocultan y se preparan para actuar. Si no lo hacemos así, la red podría tener más bases en 2016 que en 2010. Es algo que hay que evitar a toda costa.
6. Obamacare.
En noviembre, una segunda corte federal de distrito emitió una orden de amparo preliminar en nombre de una empresa de propiedad familiar frente al mandato del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), en cumplimiento de Obamacare. El mandato del HHS obliga a que casi todos los empleadores paguen los medicamentos abortivos y de esterilización así como los contraceptivos de la cobertura médica de su empleado, independientemente de sus objeciones religiosas. Este mandato desprecia la conciencia y avasalla la libertad religiosa: Las organizaciones caritativas religiosas y las empresas de propiedad familiar que se opongan al mismo están obligadas a pagar elevadas multas por los planes que no sean conformes al mandato (hasta $100 por día y empleado). Para una empresa como Hobby Lobby, con más de 500 tiendas, esa multa ascendería hasta $1.3 millones al día.
Por tanto, a nadie debe extrañar que más de 100 demandantes hayan presentado demandas judiciales conjuntas contra el mandato, que entró en vigor el 1 de agosto de 2012. A medida que los empleadores vayan llegando a la fecha de renovación anual de sus planes médicos, se verán obligados a acatar el mandato. Esta es sólo una de las muchas partes conflictivas de Obamacare, pero para los empleadores se trata de un problema urgente: es costoso, desmoralizador y un ataque directo a la libertad religiosa. El presidente necesita reformar algunos aspectos de su Obamacare…o los tribunales le obligarán a ello. Además de implementar el sistema de salud sin que aumenten los costos de la atención médica.
7. La reducción del déficit, la reforma del sistema tributario, la reforma migratoria y la independencia energética.
Estos son los temas capitales que protagonizarán con seguridad los próximos cuatro años y que se llevarán la mayoría de los debates y disputas entre el Congreso y la Casa Blanca.
8. Unidad en el país.
Es una de las asignaturas pendientes, unificar al país de forma apartidista, más allá de las divisiones políticas y perfeccionar nuestra unidad como nación, avanzando hacia una unión más perfecta.
9. Educación, energía e industria.
El presidente necesitará cumplir con sus propuestas de hacer de la educación y la capacitación una prioridad nacional, además de reconstruir la industria manufacturera e impulsar la industria energética. Para ello, deberá crear el millón de trabajos en la industria manufacturera y los 100 mil empleos para profesores de matemáticas y ciencias que ha prometido. En cuanto a energía, los planes pasan por aumentar la producción de gas natural local y de petróleo, algo que ya está en marcha. Además de hacer crecer las energías limpias con el objetivo de consolidar una prosperidad más sana y equilibrada.
10. Afganistán.
El desafío es ordenar nuestra presencia y repliegue en Afganistán, asegurando la victoria militar lograda y los diversos avances conseguidos, además de garantizar que Al Qaeda no vuelva a utilizar el país como un santuario terorista, incluyendo la región fronteriza de Waziristán.
Son sólo algunos de los temas más apremiantes de la agenda política del segundo mandato presidencial de Barack Obama, que se presenta apasionante.
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