Una de las decisiones más acertadas para concienciar a la población del riesgo que corre la golondrina común (Hirundo rustica), la ha tomado la Sociedad Española de Ornitología SEO/Birdlife al elegirla como Ave del Año 2014. El objetivo es llamar la atención sobre la situación que atraviesa esta especie, muy conocida y en estrecho contacto con el hombre, pero que de un tiempo a esta parte está en franco declive en Europa y, en concreto, en España, donde se enfrenta a numerosas amenazas, como el uso masivo de insecticidas en los campos y la transformación de sus lugares de cría, dos factores que inciden muy directamente en sus poblaciones.
De acuerdo a los datos facilitados por SEO/Birdlife, la población de golondrinas ha descendido en un 30% en la última década, lo que representa un descenso brutal de diez millones de ejemplares sólo en España, una tendencia a la baja que si continúa así provocará la total desaparición de la especie en un plazo de veinte años aproximadamente.
Cada primavera regresa a España y Europa en general tras un largo viaje desde África, inundando los campos de la península y del sur de Europa, que son sus hábitats preferidos y donde busca pastos, prados o cultivos; la golondrina huye de la vegetación densa y anida en entornos urbanos o rurales, bajo el techo de graneros, establos, casas de labranza, resquicios de puentes o embarcaderos, y aleros de edificios.

Desde SEO/Birdlife reclaman con acierto que la alarmante situación de esta especie debería propiciar su inclusión en la categoría de vulnerable en el catálogo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), una petición que afortunadamente esta organización ha formalizado ya a las administraciones pertinentes. Confiemos que se les de una respuesta adecuada, porque el tema no es de menor importancia.
SEO/Birdlife, según explican, ha seleccionado esta ave para hacer un guiño al medio rural español, que es la auténtica riqueza del país, pero al que se está dando la espalda, y porque se trata de una especie cuyo declive alerta contra la amenaza de los cambios climáticos. Dos acertadas razones. Me gustaría saber cuántos informativos han abierto con esta noticia. Temo que ninguno y eso es sintomático de un país y una sociedad que tiene sus prioridades e intereses gravemente alterados.
Hay que ser conscientes de que al abandono del medio rural se ha unido como graves amenazas para esta especie, el creciente uso de pesticidas e insecticidas en el campo, que es algo especialmente denunciable porque afecta a toda la cadena ecológica, incluido finalmente el ser humano, que demuestra poca visión al no restringir aún más su uso.

La golondrina es de costumbres diurnas, tiende a instalarse en colonias cuando encuentra un lugar adecuado y desarrolla un lenguaje de comunicación oral y corporal que usa cuando detecta una amenaza, para reagrupar a las crías, durante el cortejo o cuando encuentra alimento. Un lenguaje que se hace audible en pueblos y ciudades con alegre alboroto. Inconfundible.
Es un insectívoro que atrapa a sus presas sobre el agua, paredes y plantas del suelo, pero también, aunque no es precisamente veloz, tiene una habilidad asombrosa para hacerlo en el aire, con un vuelo rasante, constante y a base de quiebros. Ese vuelo típico que todos conocemos y dota de vida allá donde se encuentran.
La golondrina se reproduce habitualmente entre mayo y agosto y es el macho, que vuelve antes que la hembra a las áreas de reproducción, el que elige el hogar, que después anuncia a su pareja con un vuelo en círculo y una canción. Simpáticos que son. No es mala forma de hacerlo, ¿verdad? Ambos progenitores construyen el nido, a base de bolitas de barro que recogen y fabrican en sus picos y recubren de pasto, plumas, algas y otros materiales suaves. Las hembras depositan de dos a siete huevos blancos con manchas rojizas y ellas se encargan de casi toda la incubación, que dura entre 14 y 19 días, aunque la alimentación de las crías y la limpieza del nido la realizan ambos. El nido en el que criaron por primera vez es reutilizado para la segunda y reparado y vuelto a usar en años siguientes, hasta 10 o 15 años si el mantenimiento es el adecuado. Estas sí que saben lo que es el concepto de reciclaje.

Campos, pueblos y ciudades no serían las mismas sin las golondrinas y sus efectos beneficiosos. No sólo alegran la primavera y el verano sino que son saludables para la salud de las personas al depurar y limpiar el ambiente de insectos.
Como Ave del Año 2014, la golondrina contará con programas de conservación en los lugares de invernada gracias a una campaña de captación de fondos que la SEO/Birlife lanzará este año y que se destinará a los países africanos en los que busca refugio en invierno.
Una gran iniciativa para proteger a las golondrinas que merece todo nuestro apoyo económico y divulgación.