El sprint
En toda carrera, y lo sabemos bien quienes practicamos atletismo, hay un momento para aguantar el ritmo y un momento para acelerar y correr el sprint final.
Esta larga carrera electoral está llegando a su momento culminante. Es el momento del sprint final. Obama va ligeramente adelantado, pero intuye en la nuca el aliento de McCain, que se acerca por detrás y podría rebasarle en la misma línea de meta.
El mejor escenario posible para la democracia americana lo tenemos aquí mismo (y no es la victoria de Obama, que podrían pensar maliciosamente algunos…). Es el hecho de que cualquiera de los dos candidatos parte con posibilidades ciertas de ser el próximo Presidente de los EE.UU. Como observador de la realidad norteamericana durante muchos años, tengo la convicción de que una democracia fuerte es aquella en la que las opciones en lucha cuentan con probabilidades de victoria. La democracia americana está próxima a celebrar su gran fiesta, que lo es por encima de partidos políticos e ideologías, porque celebra la libertad de elección.
El 4/N Obama o McCain ganarán o perderán la presidencia y se abrirá una nueva etapa en la política y la historia norteamericana. Ni mejor ni peor, simplemente diferente. Hasta entonces la lucha por el voto sigue muy viva.
McCain ha pasado el día haciendo campaña en Pennsylvania y New Hampshire, el pequeño Estado de New England que puede resultar crucial.
La gira le llevará en las próximas horas a Florida, Tennessee, Pennsylvania, Indiana, New México, Nevada, y Arizona. Sarah Palin llevará el mensaje Republicano a Ohio, Missouri, Iowa, Colorado, y Nevada.
McCain ha declarado en Pennsylvania que siente el momentum, el convencimiento profundo de que va a ganar.
Obama ha estado en Columbus, Cleveland (con Bruce Springsteen), y Cincinnati, en Ohio, donde sus palabras han vuelto a poner el acento en que su fe en el pueblo americano se ha visto confirmada veintiún meses después de empezar la carrera electoral. Mientras, Joe Biden ha hecho campaña en Florida, un Estado clave.
El lunes Obama lo dedicará a hacer campaña en Florida, North Carolina y Virginia. Biden estará en Ohio, Missouri y Pennsylvania.
Las últimas encuestas siguen señalando que McCain recorta distancias y está ya en los márgenes de error de éstas.
Como dato de interés, apuntar que la Asociación Nacional de Latinos Elegidos y Funcionarios Designados (NALEO) calcula que este año votarán 9,2 millones de hispanos, un aumento del 21,5% con respecto a 2004. Tanto Demócratas como Republicanos han buscado el voto hispano en estas elecciones y podrían ser una de las fuerzas que contribuya a decidir hacia qué lado se inclina la balanza.
El interés de los hispanos por estas elecciones ha sido muy elevado, lo que tiene justificación por los esfuerzos de ambos partidos en llegar a este electorado, el debate sobre la cuestión de la inmigración y el aumento de los hispanos que han obtenido la ciudadanía estadounidense.
Y, como sucede siempre en toda elección presidencial norteamericana, las cadenas de televisión desempeñarán un papel importante. Conscientes del alcance del momento histórico, ya preparan sus novedades. Así, el 4/N podremos ver realidad virtual, hologramas, una «pared mágica», una «plataforma de lanzamiento» y dos puntos de referencia en Nueva York: el Rockefeller Center y Times Square, que servirán de estudios de televisión.
La cadena NBC proyectará un mapa de EE.UU en la pista de patinaje del Rockefeller Center y cada Estado adquirirá un tono azul o rojo dependiendo si lo gana McCain u Obama.
Asimismo, dos grandes estandartes de cada candidato irán ascendiendo los 16 pisos del edificio situado en el número 30 del Rockefeller Plaza, indicando el avance de los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.
La cadena ABC colocará tres pantallas gigantescas en Times Square, donde el presentador Bill Weir pulsará la opinión de los espectadores a medida que se conozcan los resultados.
La cadena CNN realizará un gran despliegue en medios humanos, de manera que dispondrá de sus empleados habituales y de 14 analistas más, reporteros, y el equipo de Wolf Blitzer, Anderson Cooper y Campbell Brown.
Por su parte, David Gregory encabezará el despliegue de MSNBC, junto a los especialistas Chris Matthews, Keith Olbermann, Rachel Maddow y Eugene Robinson.
Por cierto, la intervención de McCain en el programa Saturday Night Live, de la NBC, el pasado sábado fue antológica, auténtico sentido del humor que nunca debe faltar, y del que Obama no anda sobrado precisamente.
En otro orden de cosas, para demostrar que no todo Hollywood está con Obama, como piensan en algunos países con enorme desconocimiento de EE.UU, tenemos las declaraciones de uno de los mejores cineastas que aún quedan por aquí: Clint Eastwood, que mostró su apoyo público al ticket McCain/Palin.
La cuenta atrás ya se ha iniciado para el 4/N. A dos días de un nuevo momento histórico para los EE.UU.