Tus libros, tus lectores
Uno de los aspectos más importantes para un escritor es encontrar a su público objetivo, aquellos lectores a los que van a interesar sus libros por la temática de la que tratan, porque les gusta cómo escribe el autor, por los valores e ideas que defiende, porque saben apreciar su talento y porque disfrutan con las historias que cuenta en sus novelas.
Localizar al público objetivo y llegar a él representa el ochenta por ciento del éxito de un autor y sus libros. Más allá de la calidad de las obras, las campañas de marketing o la personalidad del escritor, identificar el público objetivo es la clave para el éxito. Muchos autores y editoriales se desesperan porque emprenden costosas campañas de promoción, giras interminables de presentación y firmas de autor, entrevistas constantes en radio, prensa y televisión, intervenciones en programas culturales… pero nada de eso logra incrementar los datos de ventas. Es lógico porque de nada sirve si no te estás dirigiendo a tu público objetivo, a aquellos lectores a los que les puede gustar lo que escribes y publicas.
Una acción promocional dirigida a ese público lector objetivo puede revertir en un aumento de ventas y en publicidad gratis gracias al boca a oído. Actualmente, debido a la revolución que ha sufrido el sector editorial, es posible llegar a tu público objetivo partiendo de internet, sin necesidad de televisión o radio. Si bien estos medios ayudan a potenciar el mensaje de forma tradicional.
El escritor actual que desee vender sus libros debe cuidar mucho la calidad de sus escritos, pero también la comunidad de lectores fieles que lo siguen. Es un esfuerzo notable, pero que recompensa no sólo en ventas, sino también en un contacto con esos lectores que es muy positivo.
La segunda tarea importante, además de aglutinar a un grupo de lectores fieles, es conseguir que los mismos recomienden tus libros de forma constante y regular en su entorno social, laboral y familiar. Esto permite expandir el grupo de lectores y ampliar tu público objetivo. No son tareas sencillas, requieren esfuerzo, tiempo y constancia. Pero si se hace bien, un escritor puede mirar las ventas de sus libros sin que le dé un soponcio y sonreír por lo bien que le van las cosas.
Los primeros pasos en esta estrategia es identificar a tus lectores ideales, aquellos a los que están dirigidos tus libros. Hay una verdad inmutable: los escritores tenemos lectores que siempre nos leerán, los que nos leerán a veces, y los que jamás tocarán uno de nuestros libros (y ellos que se lo pierden).
Nuestros esfuerzos deben centrarse en llegar a los lectores que serán siempre fieles.