Carrera literaria
Lo importante para un escritor que quiera una carrera literaria de éxito es la perseverancia y disfrutar de cada etapa del camino. No conviene obsesionarse con la popularidad, los éxitos de ventas, la promoción excesiva, las firmas de autor ni la regularidad en la publicación. Todo eso ocupa su lugar, pero no es lo más importante.
Una carrera literaria de éxito se basa en el entusiasmo por escribir y por lo que se escribe, por incrementar la calidad en cada libro, por buscar nuevos desafíos que inspiren al autor y emocionen a sus lectores. Es importante tener talento, sí, señor, lo es y mucho, pero también trabajarlo con asiduidad y pulirlo al máximo. Es necesario formarse continuamente y practicar con constancia. No hay éxito sólido que sobreviva si no hay un esfuerzo continuado detrás. Esfuerzo y disciplina son dos armas imprescindibles en la carrera literaria. Porque si hay algo que identifica a un escritor de éxito es la regularidad al escribir. ¡Ojo! No significa regularidad en publicar. Ése es otro tema. Regularidad al escribir implica escribir cada día y trabajar duro al margen de cualquier otra actividad que se haga. Una carrera literaria se construye con libros y no se pueden publicar libros si no se escriben con disciplina y trabajo duro cada día. Hay que asumir que el escritor es el único responsable de su carrera literaria. No la editorial, ni los medios de comunicación, ni los lectores, ni la familia, ni la sociedad, ni las musas diversas… Nada de ello. Es el escritor y sólo el escritor el responsable de construir una carrera literaria. Y como único responsable, compete al escritor encontrar a su público objetivo lector y conquistarlo con cada libro.
El desafío es monumental: convencer a los lectores por pagar para leer un libro. No es moco de pavo. A todos nos cuesta gastar esos dólares tan duramente ganados. Por eso se debe ser extraordinariamente bueno si se desea convencer a alguien para que pague gustoso por lo que uno escribe. Esa premisa es olvidada incluso por algunos reconocidos autores. De ahí las mamarrachadas que se publican y aparecen en las listas de ventas. Un escritor consciente de que el éxito recae en sus manos, trabajará siempre más duro y mejor que cualquier otro.
La carrera literaria es una carrera de fondo en la que pocos terminan triunfando. Sólo los mejores, los más perseverantes, los más disciplinados y los más concienciados con el triunfo logran el éxito. Por supuesto, me refiero a los escritores que no tienen padrinos, apoyos ni contactos influyentes. Ésos otros juegan con las reglas amañadas y sus carreras son artificiales y sin mérito alguno.