Objetivos de Trump
Nos adentramos en la temporada trumpiana de primavera-verano que ya protagoniza la actualidad informativa. Mientras la prensa progresista mentirosa y manipuladora sigue su particular campaña de acoso y derribo del presidente (sin éxito alguno), Trump controla los tiempos y la agenda política con maestría.
Lejos de dormirse en los laureles de triunfos recientes, como la rebaja de impuestos o el crecimiento del GDP (PIB) de la economía a niveles en torno al 4% y el 5%, la creación de empleo, que ya supera los tres millones trescientos mil nuevos empleos desde que ocupa el Despacho Oval, o la derrota del ISIS, con capturas de líderes importantes, Trump está fijando nuevos objetivos ambiciosos para este año. Objetivos en inmigración, con los ojos puestos en la construcción del muro en la frontera y cambios en las leyes de inmigración que repercutirán en mayor seguridad para el país y un sistema inmigratorio más justo para las personas que lo merecen. Objetivos para el campo de prisioneros de Guantánamo, esa prisión maravillosa en la que meter a los yihadistas, terroristas y otros individuos de mal carácter que buscan atacar a Estados Unidos, con nuevas medidas que hagan posible una mejor gestión y aprovechamiento de sus excelentes instalaciones carcelarias. Objetivos en política internacional, con miras al acuerdo de desnuclearización de Corea del Norte (¡sí, eso que decía la prensa manipuladora que jamás ocurriría con Trump!), y el acuerdo nuclear desastroso con Irán que firmó Obama, que ya ha sido derogado y deberá ser actualizado a mejor o simplemente no existirá y se mantendrán las sanciones.
Objetivos de protección de la Segunda Enmienda que garantiza el derecho constitucional a defenderse con las armas. Objetivos comerciales para desarrollar un comercio más justo con China, y que va a ser otro de los grandes éxitos de Trump que ya se está gestando entre bastidores mientras los “expertos” hablan y hablan, escriben y escriben cantidad de tonterías que deberán tragarse en breve. Objetivos de reducción del déficit comercial global, con reducciones que ya se están logrando, pero que hay que intensificar en meses próximos. Objetivos para aumentar la recaudación, en niveles récord($ 515 mil millones en abril) y consolidar el superávit (de $ 218 mil millones en abril).
Objetivos electorales de cara a las elecciones midterm para el Congreso en noviembre. Los avances de los candidatos MAGA del Partido Republicano en las encuestas deberán certificar la victoria para asegurar un control del Congreso que permita a Trump seguir cumpliendo la agenda MAGA y las promesas hechas al pueblo estadounidense.
Objetivos de creación de empleo en sectores estratégicos de la economía productiva: tecnología, servicios, construcción, minería y manufactura. Los buenos datos de abril y mayo son la tendencia al alza que Trump quiere consolidar para seguir llevando el desempleo a sus cotas más bajas desde 1969, ya está en el 3.9% y bajando más. Objetivos de consolidación de popularidad y apoyo entre la población. Con una base de apoyo del 51% a nivel general, que alcanza el 92% entre republicanos, Trump está ampliando esos apoyos entre la población hispana y negra. Cada vez más miles y miles de votantes de estas comunidades manifiestan su intención de voto al presidente en 2020. El objetivo de reelección, que no perdemos de vista en ningún momento, se consolida mes tras mes.
Objetivos para seguir luchando contra el Estado Profundo, que a través de la utilización de la investigación de Robert Mueller y de escándalos creados por la prensa progresista, buscan la destrucción y la derrota de Trump. Sin ningún resultado. Trump ha salido indemne de la supuesta colusión rusa, que no existió, ha demostrado con firmeza que la injerencia rusa en las elecciones no tuvo efecto en el resultado (algunos, sobre todo progresistas llorones siguen sin asumir que Trump ha sido elegido por la mayoría de los estadounidenses porque nos ha dado la gana y nos ha convencido su agenda conservadora). Objetivos para eliminar los reductos del ISIS en la frontera de Siria e Irak mediante nuevas operaciones especiales y una estrategia militar de la que los medios ni siquiera se han enterado que se ha puesto en marcha porque andan detrás de las declaraciones de alguna actriz porno en vez de estar a lo que hay que estar.
Objetivos para seguir dejando en ridículo a la prensa mentirosa con nuevos logros donde siempre dicen que: “Estados Unidos no podrá, no conseguirá…”. Y Trump les endosa éxitos descomunales gracias a una estrategia que los medios no entienden. Objetivos para lograr la aprobación de nombramientos presidenciales por el Congreso controlado por demócratas y RINOS, y que mantiene decenas de cargos paralizados en su lucha contra un presidente elegido democráticamente. Este objetivo es crucial porque de eso dependen muchas victorias para la agenda MAGA. De los alrededor de 9.000 empleos federales en los que el presidente puede influir, quedan 1242 nombramientos presidenciales que requieren la confirmación del Senado, otros 472 nombrados por el presidente que no requieren confirmación y 1538 cargos designados como «Schedule C». Esta es una batalla en la que los medios no ponen el foco porque los demócratas están haciendo un juego sucio intolerable con retrasos desproporcionados nunca vistos antes. Y estos nombramientos son vitales para el éxito en muchas medidas del presidente. Sólo 315 de los 1242 nombramientos presidenciales que requieren la aprobación del Senado han sido confirmados hasta la fecha. Actualmente, 129 han sido nominados formalmente y están esperando confirmación. Lograr empleados federales leales a la Administración o que simplemente hagan bien su trabajo es una batalla dura y decisiva porque los que hay son mayoritariamente demócratas que entorpecen los esfuerzos presidenciales. Para ello se pondrá en marcha un plan de acción inmediato.
Objetivos, en suma, no faltan para esta temporada trumpiana de primavera-verano en la que ya estamos embarcados. Una temporada fascinante.