Trump es el candidato republicano favorito
Cuando nos acercamos al inicio de las elecciones primarias del Partido Republicano, Donald Trump parte como el favorito de los votantes no sólo para ganar la nominación, sino también la elección presidencial. En el actual panorama político, Trump domina a todos sus rivales republicanos con ventajas de más de cincuenta puntos y de entre seis y diez puntos sobre Joe Biden. Resulta curioso comprobar cómo desde 2015, el año en que el Trump hizo su incursión en la política, el establishment del Partido Republicano, el Partido Demócrata y la mayoría de los grandes medios y la prensa se han opuesto a Trump con furia y mentiras descaradas. En aquel entonces clamaban sobre la «inelegibilidad» de Donald Trump, lo mismo que están haciendo ahora.
Los votantes de Trump escucharon excusas y argumentos de que era demasiado conflictivo, agresivo y alienante para los republicanos e independientes como para ser elegido. Exactamente como hacen ahora. La élite quería que un hombre más educado, blando, manipulable y controlable fuera el nominado en 2016. Igual que ahora. El establishment del Partido Republicano intenta apartar a Trump apoyando a otros candidatos, pero la jugada, al igual que en 2016, no les está saliendo bien. Los grandes donantes están intentando comprar a candidatos como Ron DeSantis y Nikki Haley. Sin embargo, Trump está demostrando a todos que están equivocados y puede volver a ganar.
Después de lo sucedido en las elecciones amañadas de 2020, en las que Joe Biden fue aupado a la presidencia mediante un fraude colosal, algunos conservadores del establishment republicano pensaron que era el momento de descabalgar a Trump y apostar por otros candidatos más manejables. Los votantes han alzado la voz y no quieren saber nada de eso, prefieren a Trump una vez más. Los intentos de silenciar al movimiento America First han fracasado. Es hora de que los competidores republicanos de Trump se retiren y evitar este desperdicio de dinero, esfuerzos y recursos, y unirse detrás de Trump para empujarlo hacia la victoria final y llevarlo a la Casa Blanca. Ni Ron DeSantis, Nikki Haley o Vivek Ramaswamy ganarán las primarias, pero aún pueden hacer un favor al país retirando su nominación y apoyando a Trump. Algunos piensan que pueden volver al tipo de Partido Republicano de antes de Trump, al estilo de los Bush, pero eso no sucederá.
Trump no sólo ha debido hacer frente a la caterva de cobardes políticos del establishment republicano, sino que también ha debido enfrentar tremendas atrocidades por parte del uso del gobierno federal de Biden del sistema judicial en su contra mediante fiscales financiados por los demócratas y sus donantes millonarios, como George Soros, convirtiendo todo el proceso en una persecución política que ha convertido al país en una suerte de república bananera, muy típica de las tiranías socialistas, que es lo que tenemos con la Administración Biden.
En los últimos meses, Trump ha sido acusado de cargos falsos por los fiscales de distrito demócratas y el Departamento de Justicia de Biden. Una llamada telefónica protegida por la Primera Enmienda, un caso de documentos en el que realizó las mismas acciones que habían hecho todos sus predecesores antes que él, una acusación de «insurrección» en la que el Departamento de Justicia está usando tuits para justificarla, y una acusación sin sentido ni base alguna de falsificación de registros en Nueva York que incluso los izquierdistas han denominado débil, es todo lo que estos progresistas desnortados tienen para atacar a Trump únicamente para sacarlo de las elecciones. Lo están intentando por todas las vías y están fracasando. Esto no ha terminado en modo alguno, por lo que la lucha continuará en este año 2024.
Los demócratas y sus medios aliados pensaron que podrían hacer que sus cifras en las encuestas cayeran en las primarias del Partido Republicano o debilitarlo cuando avanzara a las elecciones presidenciales. Eso no ha sucedido. Una vez más, Trump demostró que estaban equivocados y está obteniendo más apoyos y subidas en las encuestas en un índice más alto que nunca en su enfrentamiento contra Joe Biden. Es algo que tiene aterrorizado al Partido Demócrata, que incluso se plantea quitar a Biden y colocar a otro candidato marioneta, tipo Gavin Newsom, el gobernador de California, Michelle Obama o cualquier otro que sirva a sus amos obedientemente.
Pese a todos los ataques y la campaña infernal en su contra desde todas partes, Trump es ahora más elegible debido a lo que el Estado Profundo ha intentado e intenta hacer con él. En ningún momento de la historia política estadounidense ha habido un movimiento que respalde a un hombre como buena parte del pueblo estadounidense respalda a Donald Trump, razón por la cual están tratando de arruinarlo y arrinconarlos en los tribunales.
En el último sondeo de Rasmussen, Trump obtiene el 48% del apoyo de los votantes frente al 38% de Biden. Trump gana el 28% del voto negro, Biden gana el 50%, el 15% por ciento no está seguro de a quién votar. Biden necesita al menos el 85% de estos votos para ganar. Sólo el 38% de las personas entre 18 y 39 años apoyan a Biden. Trump obtiene el 41% de ese voto joven. En 2020, Biden superó a Trump entre los votantes jóvenes, pero ahora no es la misma la situación. Además, esta no es la primera encuesta que muestra a Biden perdiendo apoyos entre los votantes jóvenes a medida que éstos conocen la verdad del fraude electoral de 2020 y les afectan las políticas nefastas de Biden.
La Real Clear Politics (RCP), la encuesta de encuestas promedio, refleja que Trump venció a Biden en 11 de las 13 últimas encuestas (y eso sin añadir aún esta última de Rasmussen). En general, Trump ha ganado un promedio nacional de 2,3 puntos. Tres encuestas le dan cuatro puntos más de ventaja y dos encuestas le dan una ventaja de seis puntos. Esto es importante para Trump porque la mayoría de estos encuestadores lo odian y tergiversan la verdad para favorecer a Biden siempre que pueden. También está el hecho de que durante toda la campaña de 2020, Trump nunca superó a Biden en el promedio nacional de encuestas del PCR. De hecho, Trump nunca estuvo a menos de cuatro puntos de distancia, aunque al final terminó ganando en las urnas. Sólo le impidió acceder a la presidencia el fraude electoral más descarado de la historia estadounidense.
Estamos viendo la misma dinámica en las encuestas en los estados indecisos. En la encuesta promedio del RCP, Trump tiene +4,8 en Michigan, +1,4 en Pennsylvania, +5,2 en Georgia, empatado en Wisconsin, +4 en Nevada y +4,8 en Arizona. Esos son todos los estados que Trump perdió (supuestamente) en 2020, aunque hoy ya sabemos que en realidad los ganó también. Lo que importa ahora es que esos son estados donde las encuestas de 2020 lo mostraron perdiendo o empatados (pese a que los ganó realmente), y ahora lo dan ganador.
En otra encuesta reciente de de Morning Consult, Trump aventaja a Biden por 18 puntos sobre en quién confían más los ciudadanos en temas económicos. Donald Trump obtiene un 50% de confianza y Joe Biden sólo un 32%. Cuando los encuestadores preguntaron a los votantes cuál es la cuestión más importante para ellos a la hora de decidir cómo votar en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre de 2024, clasificaron la economía como la cuestión número uno indiscutible:
Economía 39%
Inmigración 14%
Democracia 10%
Aborto 6%
Seguro Social y Medicare 6%
Cambio climático 5%
Crimen 4%
Armas 4%
Otros: 3%
Vivienda 3%
Atención sanitaria 2%
Guerra Israel-Hamas 2%
Guerra Rusia-Ucrania 1%
Relaciones entre Estados Unidos y China 1%
Educación y escuelas 1%
Trabajo y sindicatos 0%
Infraestructura 0%
Incluso el estratega político Stan Greenberg comentó en “Outfront”, en la CNN, que había descubierto en los resultados de su encuesta realizada recientemente que miles de votantes de izquierda que se encuentran en los estados en disputa prefieren a Trump sobre Biden.
Greenberg, que se asocia con James Carville en Democracy Corps, descubrió que entre los votantes que generalmente distinguen a la base demócrata (votantes jóvenes, votantes negros, votantes hispanos, votantes asiáticos, votantes LGBTQ) dieron a Donald Trump un índice de aprobación más alto que el del presidente Biden.
La última encuesta del Wall Street Journal Journal también reveló que Trump, en un hipotético enfrentamiento en 2024 con Biden, lo vencería por una diferencia de 47% a 43%.
Debemos ser escépticos ante las encuestas, por supuesto, pero es útil observar los promedios generales y las tendencias de voto. Y no hay duda de que Biden perdería y Trump ganaría si hoy se celebraran elecciones justas. Todavía queda un largo camino por recorrer hasta noviembre de 2024 y muchas noticias falsas y engaños de los medios corporativos y del Estado Profundo en contra de Trump.
A pesar de todo y de todos los que están en su contra, hoy por hoy y con el escenario actual, Donald Trump es la mejor oportunidad para el Partido Republicano de ganar las elecciones de 2024 y salvar Estados Unidos del desastre al que nos están llevando las políticas desquiciadas de la izquierda del Partido Demócrata y de la Camarilla millonaria que lo controla.