Un nuevo camino hacia la victoria para Trump
A estas alturas del año ya no hay ninguna duda de que Donald Trump tiene un claro camino hacia la victoria en las elecciones presidenciales. Un camino no exento de riesgos y trampas tendidas por los demócratas y la campaña de Biden, que pretende seguir utilizando las acusaciones legales infundadas y una campaña mediática brutal de desinformación y manipulación informativa. Prepárense para las barbaridades que se van a seguir diciendo sobre Trump.
A pesar de todo ello, la mejor oportunidad que tiene Trump para ganar es ignorar todo ese ruido jurídico y mediático y demostrar que es el mejor candidato en términos de liderazgo, competencia, estabilidad y sentido común. Su expediente de logros durante el primer mandato presidencial lo avalan.
Teniendo enfrente a Biden y a los demócratas más tramposos y sucios que ha habido en la política estadounidenses desde hace décadas, podemos esperar todo tipo de trampas en los tribunales y fraudes, pero Trump debe mantener la calma y ofrecer la imagen presidencial fuerte que está demostrando y que su círculo de asesores más cercano le recomiendan. Sólo así tendremos la revancha y la reivindicación completa en noviembre.
Hay una realidad incuestionable para la mayoría de los estadounidenses, tanto para los que no son partidarios de Trump, como para los patriotas que aman EE. UU y son entusiastas de Trump y el concepto de America First, y es que esta elección de 2024 es la última oportunidad para detener la trayectoria de ruina y decadencia que se vive actualmente bajo Biden y asegurar un futuro mejor con un segundo mandato presidencial de Trump. La decisión es así de simple. No importa si Trump no te gusta por un motivo u otro, si lo admiras por su coraje y buen programa político, sea lo que sea lo que se piense, la decisión este año es fácil, ya que sólo Trump representa la esperanza de salvar a EE. UU del desastre y ofrece un programa interesante con políticas acertadas. Es Trump o el caos.
De cómo transcurra la campaña electoral de aquí a noviembre va a depender mucho las dimensiones de la victoria de Trump, si será abrumadora en la mayoría de los estados o si habrá un margen que permita que gane Biden legítimamente o para sus fraudes habituales. Sea como sea, es imperativo que republicanos, demócratas descontentos e independientes se unan en apoyo de la candidatura de Trump para consolidar un bloque de votantes ganador. Trump está haciendo todo lo posible para unificar este bloque y las encuestas nos dan la razón sobre lo acertada de esta estrategia. La victoria puede ser más complicada o más fácil, y eso dependerá de la campaña electoral y de la capacidad de Trump para mantener un perfil sólido, sin salidas de tono, y demostrar claramente que su primer mandato fue probadamente mejor para el ciudadano estadounidense medio de lo que ha sido el mandato de Biden. Por ejemplo, respecto a la economía, que vuelve a ser un tema clave, Biden ha tenido la peor inflación en cuatro décadas, una caída de los salarios reales, una recesión en toda regla y una crisis en la cadena de suministro. Trump, por el contrario, gestionó y supervisó una economía floreciente, el mercado de valores estuvo en máximos, la inflación fue moderada, EE.UU se convirtió en un exportador neto de petróleo y gas natural por primera vez en la historia, la tasa de desempleo alcanzó niveles históricamente bajos y salarios altos.
En el tema de la seguridad fronteriza, Biden ha presidido la peor crisis en la historia de EE. UU, con flujos interminables de extranjeros ilegales sin controlar invadiendo la frontera, lo que ha provocado una enorme presión sobre los recursos de los municipios, un aumento vertiginoso de los delitos violentos y criminales, salarios deprimidos para los estadounidenses de clase trabajadora y la entrada de no pocos terroristas. Por el contrario, Trump avanzó la construcción del muro en la frontera y aseguró una inmigración mucho más baja y controlada debido a medidas eficaces como el programa Permanecer en México.
A nivel internacional, Trump mantuvo a Putin bajo control y no le permitió invadir Ucrania; evitó que Hamás agrediera Israel y controló a Irán y sus acciones terroristas para expandir la yihad por Oriente Medio. A diferencia de Biden y los demócratas de izquierda, Trump y sus conservadores mantuvieron al país fuera de guerras innecesarias.
Por supuesto sabemos que la campaña presidencial de 2024 se pondrá aún más desagradable a partir de ahora. Los demócratas están empezando con sus jugadas sucias con ayuda de sus medios aliados y el ataque propagandístico contra Trump ya está en curso.
Trump debe desmontar las campañas de desprestigio con integridad, astucia, honestidad e inteligencia. Así lo está haciendo y no es casualidad que los votantes se inclinen por apoyarlo en noviembre cada vez más y en todas partes.