Primeras medidas de gobierno de Trump
Los excelentes nombramientos del presidente electo Donald Trump para el gabinete demuestran su compromiso para devolver el poder al pueblo estadounidense, desmantelar la excesiva burocracia, reducir el despilfarro gubernamental y restaurar un gobierno constitucional. Sus audaces nominaciones reflejan su intención de dar mayor poder a los estadounidenses y quitárselo a los burócratas no electos y a la élite y el establishment corrupto.
Trump está trabajando para conseguir un gobierno que recupere el auténtico espíritu estadounidense, centrando sus elecciones de personal en el mérito, la lealtad y la defensa de su agenda America First. Lo que busca es establecer de nuevo políticas de rendición de cuentas, candidatos que erradiquen las agendas progresistas y los excesos regulatorios. Nosotros, el pueblo, estamos de enhorabuena porque este gabinete de Trump refleja un compromiso con la visión de los Padres Fundadores de un gobierno limitado, que les dé a los estadounidenses la oportunidad de reclamar su derecho innato a la libertad, la prosperidad y la felicidad. Sus políticas conservadoras articularán un camino en ese sentido.
Donald Trump no sólo está designando a sus nominados para el gabinete y puestos relevantes en la Administración, sino que también ya está impulsando algunas de las medidas que pondrá en marcha desde el primer día en el Despacho Oval. Veamos algunas de ellas a continuación.
El equipo de transición de Trump está elaborando una lista de oficiales militares para responsabilizarlos por la desastrosa retirada de Afganistán en 2021. Esta lista será el punto de partida para investigar y, en su caso, someter a juicio militar a los oficiales actuales y anteriores del Pentágono. No olvidemos que los errores cometidos provocaron la pérdida de 13 soldados estadounidenses, el colapso de Afganistán y el abandono de 85.000 millones de dólares en equipamiento militar a manos de los talibanes. Se está considerando presentar cargos de traición, lo que indica un firme compromiso con la justicia para los responsables de aquellos sucesos lamentables.
El nominado de Trump a Secretario de Defensa, Pete Hegseth, está liderando los esfuerzos para reformar el Pentágono. Hegseth ha condenado a los generales implicados, calificándolos de «vergüenza» por gestionar mal la retirada y socavar los valores militares. En concreto, el general Mark Milley está bajo escrutinio por su nefasta gestión de las operaciones y de rendir Afganistán al enemigo; sus acciones, incluidas las supuestas garantías que dio a China, provocaron indignación y dejaron una herencia envenenada en la región. El compromiso de Trump con la reforma militar es uno de los puntos fuertes de su próxima Administración. Su plan para investigar a los oficiales implicados, pone en el foco su intención de proteger a las fuerzas armadas y garantizar que los fracasos no sean recompensados. Trump quiere abordar los problemas sistémicos del Pentágono y para ello no se tolerará la corrupción ni la incompetencia en el liderazgo militar. La búsqueda de justicia es una forma de honrar a las tropas estadounidenses y reconstruir la confianza perdida bajo la Administración Biden / Harris.
Otro objetivo esencial que será tratado desde el principio es la transferencia de responsabilidades en educación a los estados. Para ello se necesitará la colaboración del Congreso y acciones ejecutivas, por eso se han abierto dos vías: los proyectos de ley de reconciliación, que podrían quitar fondos a programas, y las medidas ejecutivas, que se encargarían de transferir funciones. Esta estrategia se alinea con el compromiso de Trump de racionalizar el gobierno y eliminar las ineficiencias. La descentralización de la educación reduciría las cargas burocráticas y la aplicación de los derechos civiles, una función fundamental, podría pasar al Departamento de Justicia. La Administración Trump planea presionar a las universidades en temas como el antisemitismo, la libertad de expresión, etc, lo que garantizaría una correcta supervisión federal incluso sin el Departamento de Educación.
La propuesta de gobierno en la que trabaja incluye la transferencia de programas a otros departamentos como el Tesoro o el de Salud y Servicios Humanos. Los estados podrían adaptarse sin aumentos de impuestos reduciendo sus burocracias vinculadas a los mandatos federales. El plan de Trump refleja su visión de reducir la extralimitación federal y fortalecer el gobierno local. Es un cambio hacia la innovación y la rendición de cuentas en la política educativa estadounidense.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk y Vivek Ramaswamy, se ha puesto como objetivo inicial recortar 2 billones de dólares en el gasto federal y eliminar burocracia superflua. La estrategia de DOGE se basa en la innovación y la racionalización para combatir el despilfarro, el fraude y el abuso. La DOGE busca ofrecer alternativas a las actuales políticas, como descentralizar los roles federales a los niveles locales o crear fondos fiduciarios financiados con recursos. La estrategia energética de Trump, que aprovecha los vastos recursos naturales de Estados Unidos, podría compensar los gastos e impulsar el crecimiento económico. Por ejemplo, se plantea financiar Medicare a través de un fideicomiso de recursos naturales, ya que Texas utiliza los ingresos del petróleo para la educación y les va muy bien. Estos enfoques podrían proteger programas críticos y, al mismo tiempo, aliviar las tensiones presupuestarias y reducir los impuestos. En suma, el éxito de DOGE depende de la innovación, la persistencia y la búsqueda de soluciones estratégicas. Al equilibrar la reforma que se pretende con soluciones prácticas, Trump y su equipo pretenden cumplir la promesa a los ciudadanos de “drenar el pantano de corrupción y despilfarro” y potenciar la prosperidad estadounidense de una forma racional e inteligente.
El programa de deportaciones masivas de inmigrantes ilegales es prioritario y desde el primer día se deportará a cualquier inmigrante ilegal que tenga antecedentes penales o que esté involucrado en pandillas, drogas o tráfico de niños.
A nivel internacional, el equipo de Trump trabaja para hacer frente a un panorama geopolítico complejo heredado de la Administración Biden, cuyas últimas acciones lo está empeorando. En concreto, se gestiona ya con Rusia y Ucrania para poner fin negociado a la guerra. A nivel interno, se pretende implementar leyes de integridad electoral e identificación de votantes para garantizar que sólo los ciudadanos estadounidenses puedan votar. El sistema actual permite que los no ciudadanos distorsionen los resultados electorales al incluirlos en los datos del censo y en los padrones electorales. Estados como California y Nueva York, entre otros, obtienen votos electorales de manera injusta debido a la población de inmigrantes ilegales. Excluir a los no ciudadanos del censo y de las listas de votantes restablecería la equidad y defendería el principio de “una persona, un voto”.
Las prácticas fraudulentas, como el recuento de votos de no ciudadanos y la demora en el recuento de votos, erosionan la confianza en los resultados electorales. La Administración Trump quiere garantizar elecciones transparentes y justas con papeletas de papel y prácticas nacionales estandarizadas. Proteger la integridad de las elecciones reafirmará el compromiso de Estados Unidos con la democracia y evitará más fraudes como el de 2020.
Nos encontramos ante un gabinete que ya está trabajando de forma anticipada para hacer cumplir el mandato de los votantes a favor del cambio y de reformar las agencias gubernamentales que no han logrado servir al pueblo estadounidense de manera eficaz y que están plagadas de burocracia y corrupción. Para ello, Trump ha nominado a las personas que se alienan con su visión de impulsar las políticas de America First y dispuestas a llevar a cabo los cambios necesarios para ello.
El presidente electo Donald Trump llevará un liderazgo transformador a los departamentos clave del gobierno y hará que se revisen sistemas obsoletos y se aborden las ineficiencias e incompetencias en las agencias federales. Al priorizar las reformas que el pueblo estadounidense ha votado masivamente, Trump busca obtener resultados en áreas como la economía, la justicia, el comercio internacional, la energía y la seguridad nacional.
Trump va a fomentar la innovación y desafiar las prácticas gubernamentales corruptas como no se ha hecho en décadas. Su enfoque de gobierno se basa en el compromiso de reformular el gobierno federal y garantizar que su Administración cumpla las promesas hecas a los ciudadanos y revitalizar la confianza pública y la eficacia en el buen gobierno.