Trump contra la teoría crítica de la raza
Donald Trump tenía razón, como casi siempre, al combatir con firmeza la teoría crítica de la raza, que es, en esencia, la última parida de la izquierda demócrata radical.
Donald Trump tenía razón, como casi siempre, al combatir con firmeza la teoría crítica de la raza, que es, en esencia, la última parida de la izquierda demócrata radical.
El liderazgo de Donald Trump es tan fuerte y sólido que el establishment de los medios de comunicación sigue obsesionado con él. Saben que su capacidad de influencia está bajo mínimos porque la gente tiene acceso a la verdad y a las noticias importantes de la mano del presidente legítimo.
La batalla de Trump contra la denominada cultura de la cancelación de los demócratas define en gran parte la política actual. Nadie como Trump ha combatido tanto y tan activamente este fenómeno socialista que pretende cancelar hechos históricos y culturales, valores judeocristianos y tradiciones occidentales.
El fenómeno del año sucede ante nuestros ojos. Donald Trump está uniendo los conceptos básicos del movimiento MAGA con los principios conservadores tradicionales para elaborar una agenda positiva de cara a las elecciones midterm de 2022.
Tres meses después de que Donald Trump se mudara a su residencia de Mar-a-Lago, Florida, la llamada Casa Blanca de invierno, sus planes políticos están muy activos y saliendo a la luz pública.
El presidente Trump sigue trabajando incansable en su residencia de Mar-a-Lago, Florida. Esta semana sus esfuerzos se han centrado en coordinar y apoyar la creación de un nuevo think tank conservador: America First Policy Institute (AFPI), formado por algunos miembros de su Administración y asesores leales.
Durante este tiempo en el que Biden se dedica a destrozar Estados Unidos con sus desastrosas políticas socialistas, Trump se ha consolidado como el líder indiscutible del sentido común y el conservadurismo auténtico. Cada declaración, gesto o apoyo del presidente pone de relieve por qué millones de ciudadanos confiaron y acertaron al votar a Trump.
Los medios de comunicación y el Partido Demócrata están que trinan porque Donald Trump, que es un conservador coherente y como Dios manda, sigue siendo el gran referente de millones de ciudadanos. Es más que nunca el muro de contención contra la izquierda socialista que destruye todo lo que toca.
La agenda del presidente Trump está llena de actos y reuniones para alcanzar los objetivos que se ha planteado. Hay dos grandes temas que concentran sus esfuerzos: el primero, la construcción de un sistema de recaudación de fondos que permita apoyar a candidatos conservadores que defienden la agenda MAGA, de cara a las elecciones midterm de 2022, y su propia carrera electoral en las presidenciales de 2024, si decide presentarse.
Donald J. Trump ya mira hacia el futuro, preparándose para las importantes citas electorales de 2022 y 2024, pero no descuida el presente y el pasado. Por esta razón, está ultimando una serie de entrevistas con escritores que preparan libros sobre su primer mandato presidencial en la Casa Blanca.
En menos de dos meses Estados Unidos se ha dado cuenta de las pésimas políticas de Biden y de lo bien que estaba la nación con Trump. Los partidarios del presidente legítimo ya lo echan de menos y los adversarios también, aunque por motivos distintos.
El efecto positivo del memorable discurso de 90 minutos del presidente Trump ante el Comité de Acción Política Conservadora el pasado domingo 28 de febrero, se ha hecho evidente esta semana. Hubo muchas frases reveladoras para quien sepa escuchar y entender. Una de las frases clave fue: «Un presidente republicano regresará a la Casa Blanca».
Hoy por hoy, la mayor amenaza para nuestra libertad es el gobierno de Biden y Harris, manipulado en la sombra por una camarilla del establishment y el Estado Profundo, que pretende resurgir después de cuatro años desmantelados por Trump.
Esta semana se celebra uno de los eventos más importantes en política: la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). El presidente Trump ha sido invitado a hablar un año más. Sus políticas de America First estarán en el centro de su discurso y de la mayoría de los discursos de los oradores ya confirmados.
El presidente Trump ha sido absuelto de nuevo en su segundo impeachment tras demostrar que no estuvo detrás de la incitación a la violencia en el asalto-romería al Capitolio. Es una nueva victoria frente a las elites y el establishment político, mediático y empresarial.
Año 2021. Los demócratas siguen con las mismas obsesiones de los últimos cuatro años. Esta semana, el 9 de febrero, empieza el segundo impeachment contra Donald Trump en el Senado. Concluirá favorablemente al presidente legítimo, al igual que el primer impeachment.
El presidente legítimo de los Estados Unidos, Donald Trump, en virtud de los votos legales, ya está dando los primeros pasos para su acción política en los próximos años. Ha abierto una oficina presidencial, que será responsable de gestionar su correspondencia, declaraciones, apariciones y actividades oficiales.
Es indudable que el 45º presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, ha marcado un antes y un después en la historia política de esta nación. Un cambio trascendente que perdurará en el tiempo y que todavía no ha acabado. Quienes desean dar por terminado el legado de Trump, se equivocan profundamente. El movimiento conservador MAGA está más vivo que nunca y prevalecerá.
Con el fraude electoral de los demócratas cuajando en todas partes como nieve bien repartida por los medios de comunicación y las grandes empresas tecnológicas que controlan y censuran las redes sociales, entramos en la semana en la que Donald Trump debiera jurar su cargo como presidente legítimo de Estados Unidos, elegido con los votos legales, pero en la que la mayor farsa y fraude en más de cien años, permitirá que Sleepy Joe Biden se convierta en presidente ilegítimo y fraudulento. Esto le acompañará todo el tiempo que ocupe la Casa Blanca, ya sean dos meses, dos años o cuatro años.
La gran noticia de 2020 fue, sin duda, el fraude electoral que cometieron los demócratas. Este 2021 ha arrancado con el fraude en pleno apogeo para colocar a Biden en la Casa Blanca. El Estado Profundo, el establishment, los medios de comunicación y las grandes empresas tecnológicas y las redes sociales participan de este colosal fraude para quitar a Donald Trump la presidencia. Un robo electoral en toda la cara de los ciudadanos, que asistimos a este bochornoso espectáculo de la izquierda que controla el Partido Demócrata actualmente y los medios generalistas.