Trump y la importancia de la guerra cultural
Uno de los aspectos destacados del presidente Trump es su reconocimiento de la importancia de la guerra cultural e ideológica que libran los conservadores contra la izquierda sectaria y totalitaria.
Uno de los aspectos destacados del presidente Trump es su reconocimiento de la importancia de la guerra cultural e ideológica que libran los conservadores contra la izquierda sectaria y totalitaria.
Donald J. Trump es el presidente de los Estados Unidos y el Comandante en Jefe. Hasta ahí todo el mundo lo sabe, pero también es un auténtico Gladiador en el circo de los medios mundiales. Como los antiguos gladiadores en el Imperio Romano, Trump se bate en solitario contra una horda de enemigos que lo atacan por doquier.
Una encuesta reciente de Harvard / Harris ofrece información relevante que los medos progres han tapado, ocultado o censurado. Es un trabajo en profundidad que coincide con otros sondeos que se manejan en el quipo del presidente Trump.
El presidente Donald Trump se crece ante la adversidad y los ataques de los medios de comunicación de ultra izquierda y los socialistas del Partido Demócrata. La entrada tranquila y triunfal de Trump en el escenario de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada en National Harbor, Maryland, el pasado 2 de marzo, hizo vibrar a los asistentes y a cuantos vieron la intervención por televisión.
Es la gran promesa cumplida del presidente Trump: ha hecho realidad el eslogan de su campaña electoral: Make America Great Again (MAGA). A través de una agenda nítidamente conservadora, sin medias tintas, sin concesiones hipócritas, sin zaranjadas de ningún tipo.
American AI Initiative es el plan que ha puesto en marcha el presidente Trump para mantener a los Estados Unidos como líder en investigación, tecnología e inteligencia artificial. La agenda MAGA, América First, también va de hacer que este país siga el siendo líder tecnológico más avanzado del mundo.
Los esfuerzos de Donald Trump durante estas últimas semanas demuestran su amor a América y que Dios lo ha bendecido para hacer este trabajo. A pesar de los ataques rabiosos de la prensa progresista y el constante chantaje de los demócratas, Trump se encuentra a estas alturas de su presidencia en una posición fuerte. Los resultados de sus políticas, esos resultados que él siempre busca con denuedo, le están ayudando a consolidar una base de apoyo social muy importante.
Donald J. Trump pronunció su segundo discurso del Estado de la Unión como presidente ante un Congreso expectante y una audiencia de más de 49 millones de estadounidenses. Un éxito de espectadores que han avalado y se han mostrado de acuerdo en las encuestas con gran parte de los contenidos del discurso presidencial.
Les dejo aquí la entrevista concedida en exclusiva al periódico digital Ikusle para hablar de mi nueva novela «Jinetes de Honor», sus personajes, algunos de los entresijos de la misma, de western y de nuevos proyectos.
Durante 35 días el gobierno ha estado cerrado, pero Trump ha funcionado a pleno rendimiento. El Despacho Oval ha sido y es el epicentro de la actividad presidencial, que se ha centrado en estas semanas en temas claves a los que el presidente concede la máxima atención y esfuerzos.
El presidente Trump se ha mostrado con talante negociador en todo momento para reabrir la Administración. Lo acaba de demostrar al hacerlo por tres semanas. En cambio, los demócratas se han quitado la careta y todo el mundo ha visto que son los responsables del cierre parcial del gobierno, de no tomar medidas para solucionar la crisis humanitaria y de seguridad en la frontera sur y de empantanar las relaciones con la Casa Blanca.
Los analistas experimentados vemos con pasmo lo que sucede en torno a la crisis de seguridad en la frontera sur de Estados Unidos con México. Porque, Trump y la retórica demócrata aparte, los datos y la situación apuntan a una crisis del copón. La mayoría de estadounidenses así lo ve, al margen de las disputas políticas. Que es una crisis de seguridad y una emergencia nacional está más claro que el agua cristalina.
La situación política se ha vuelto tan caótica debido al empecinamiento de los demócratas en no contribuir a la seguridad en la frontera sur, forzando un largo cierre parcial del gobierno, que el presidente Trump se plantea seriamente una de las herramientas más poderosas en el arsenal del poder ejecutivo: el estado de emergencia.
Nos espera un año 2019 lleno de desafíos. Para poner en perspectiva lo que nos queda por delante es bueno que hagamos un breve balance de algunos de los mejores momentos MAGA de Trump en 2018. Son éxitos del presidente que hacen honor al slogan: “Make America Great Again» (Haz América Grande Otra Vez).
En enero de 2019 sale a la venta «Jinetes de Honor» (James Nava – Sniper Books), mi nueva novela ambientada en el Oeste americano en una época crucial de la Historia de este país.
El presidente de los Estados Unidos es Donald Trump. La gente lo eligió democráticamente para tomar una serie de decisiones que el país necesitaba con urgencia. Algo tan simple y lógico es olvidado por los medios de comunicación progres, el establishment, el Congreso y la izquierda idiotizada de todas partes.
Lo ha vuelto a hacer. Trump se ha convertido de nuevo en 2018 en el hombre del año. No ha sido fácil porque los medios y la prensa progre, así como el establishment, han conspirado y aunado fuerzas para detener las políticas del presidente y arruinar su imagen pública.
Sin prisas, pero sin pausas. El presidente Donald Trump avanza sin prisas, pero sin pausas, en la selección de nuevos miembros para el gabinete y la Administración. Ya son firmes las nominaciones de William Barr como nuevo fiscal general, de Heather Nauert como embajadora de Estados Unidos ante la ONU y del general Mark Milley como nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.
Las festividades navideñas pueden llamar a engaño y dar la impresión de que la Administración Trump ha bajado el ritmo de trabajo. En absoluto. Aunque es cierto que el presidente Trump y la Primera Dama Melania ocupan más tiempo ahora en cumplir con las tradiciones y los compromisos que marca la Navidad, la agenda interna está ocupada por multitud de proyectos en marcha.
Lo ha vuelto a hacer. El presidente Trump ha chuleado a los expertos económicos con los célebres aranceles al comercio internacional. Al menos, a una gran mayoría de ellos que aseguraban convencidísimos que este hombre nos llevaba al abismo y al fuego eterno con estos aranceles que parecían desafiar el libre comercio, esa política sagrada para ellos que no puede ser alterada aunque haya millones de parados en el país.